Por Lesbia Olivares
Ya está cerca del Monte. Ni un detalle
escapa a su mirada redentora
mientras desciende conmovido al valle
desde la cumbre, donde su alma llora.
Hay un pollino de asna, que asegura
del Rey la entrada, en marcha triunfadora.
Hay vítores que ensayan la premura
de una multitud, que así le adora.
Y en el clamor enardecido y varío
entre palmas y mantos cual pendones
va, quien muy pronto llevará al Calvario
la misma multitud de esos varones.
¡Oh, humanidad de míseros despojos!
Hoy la misma que ayer en el camino;
ven de tu pedestal. ¡Cae de hinojos!
¡Da una entrada triunfal al Peregrino!
La cubana Lesbia Olivares fue maestra de Instituto Bíblico y pastora. Sufrió grandes impedimentos físicos. Ya pasó a recibir su galardón.