Por Jimmy y Tanya Salazar
Un líder joven no es producto de la casualidad.
Puede ser capacitado intencionalmente a través de un proceso sistemático con la participación de sus padres o mentor, como también por designación divina dentro de la iglesia local siendo sus líderes espirituales una fuente de inspiración y motivación para desarrollar sus cualidades en Dios y su palabra.
I. Características esenciales de un líder joven en cuanto a su salud espiritual
Aquí quiero detenerme un poco, la “iglesia local”, cuán importante es su participación en la formación de un líder joven, necesitan ser atendidos de tal manera que su fin sea llevar a cada creyente con la ayuda del Espíritu Santo a la estatura de perfecta de Cristo.
Los niños, adolescentes y jóvenes que crecen en el entorno de la iglesia local tienen una ventaja inigualable. No son esclavos del pecado. Por tanto, formados y enseñados bíblicamente, ven sus vidas y la de su prójimo desde una perspectiva distinta. Eso los convierte en líderes potenciales para servir a su comunidad, dispuestos para toda buena obra con resultados terrenales y eternos.
Entonces, el liderazgo juvenil nace desde la iglesia local. Se puede mencionar algunas de las características bíblicas, pueden ser, por ejemplo: madurez espiritual (personalidad), formación integral que encierra todas las áreas de su vida, y una actitud del espíritu, para que pueda reaccionar bien en las diferentes etapas y tomar decisiones correctas como una persona equilibrada, 2 Co 8:11; 2 Co 3: 18.
Se tiene que considerar también otras características esenciales como resultado de su transformación espiritual: el fruto del Espíritu Santo, su compromiso, en palabra, conducta, amor, espíritu, fe y pureza “1 Timoteo 4:12”. Que tenga una formación intencional en el estudio de la palabra de Dios, para que esté enteramente preparado, “2Timoteo 3:17”.
Podemos concluir que las características esenciales antes mencionadas de un líder juvenil lo llevan a apasionarse por Cristo a tener la visión, los sueños y los propósitos de Dios para ser un instrumento en las manos de nuestro padre celestial.
En seguida, dos colaboradores nuestros compartirán sobre las demandas de buena salud emocional y física en los líderes jovenes.
II. Características esenciales de un líder joven en cuanto a su salud emocional (aporte de Ada Valencia, Pastora Juvenil y Psicóloga Generalista)
Hablar de un líder juvenil es hablar de alguien que ministra la presencia de Dios a su generación.
Sabemos que para poder ministrar sanidad a una sociedad plagada de falta de amor, se necesitan personas emocionalmente estables. En el servicio a Dios se puede tener gigantes intelectuales en estudios bíblicos, pero en lo emocional ser a la vez niños. Es triste pero puede suceder en el liderazgo, muchos no saben cómo tratar con emociones difíciles como la ira y el dolor. Se puede conocer mucho de Biblia pero no saber cómo lidiar con la crítica y otras cosas que desencadenan inseguridades.
Seguro has visto líderes juveniles que han hecho crecer un grupo con agilidad pero sus problemas emocionales han aplastado el ministerio con la misma rapidez. La inteligencia emocional es una cualidad fundamental en el liderazgo. Hablar de cuidarnos en lo espiritual, físico, finanzas y la parte relacional es común, pero no así en lo emocional. Saber tratar con ellas es importante o mataremos todo lo demás en nuestras vidas.
Para entender este tema veamos algunos conceptos:
¿Qué es madurez? es saber que hacer con nuestras emociones en cualquier momento sin dejarnos dominar por ellas.
¿Qué son las emociones? son los movimientos más profundos del corazón, que no siempre son expresados exteriormente, en ocasiones se guardan.
Las emociones muestran la condición del corazón y el alma en cualquier momento de nuestra vida. La Biblia dice que el corazón es el asiento de las emociones y nos enseña la importancia de cuidar de ellas. Proverbios 4:23 dice “Sobre todas las cosas cuida tu corazón, porque este determina el rumbo de tu vida”. Y Lucas 10:27 en el gran mandamiento se menciona al corazón en la vida del hombre “Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu fuerza y con toda tu mente”.
Un corazón saludable es aquel que es enseñable, se deja moldear por Dios a través del tiempo como lo indica Ezequiel 36:26 “Les daré un corazón nuevo y pondré un espíritu nuevo dentro de ustedes. Les quitaré ese terco corazón de piedra y les daré un corazón tierno y receptivo”, o como el Salmo 51:10 “Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí”.
Establezcamos entonces características necesarias para mantenerse saludable emocionalmente en el liderazgo:
1. Saber expresar sus opiniones
2. Saber tener una comunicación clara
3. Saber participar o lidiar en discusiones o conflictos
4. Conocerse así mismo
5. Saber establecer limites
6. Saber decir NO
7. Saber trabajar bajo presión
8. Saber manejar el estrés
9. Tener habilidad para manejar el fracaso
10. Saber aceptar responsabilidad cuando algo se hizo mal y no culpar a otros
Las emociones deben cambiar con el pasar del tiempo, por eso hay que aprender a procesarlas, expresarlas y soltarlas. Cuando hacemos esto experimentamos crecimiento y trasformación en nuestras vidas. Si las emociones dominan el corazón puede ser difícil sentir la presencia de Dios, por eso es necesario rendirlas a Él, para lograr nuevamente su cercanía y dirección.
Hay gran énfasis en el entrenamiento bíblico de los lideres, pero muy poco en el proveerles herramientas para ayudarlos a manejar el estrés, enojo, resolución de conflictos, problemas mentales, y como establecer buenos límites. La inteligencia emocional en el liderazgo es tan importante como la habilidad de enseñar la palabra. La madurez espiritual del líder debe reflejarse en su inteligencia emocional. Todo líder juvenil debe aprender a tomar decisiones basadas no en sus sentimientos, porque estos pueden cambiar según las circunstancias del momento.
Sin embargo, el hacer uso de los principios bíblicos que son permanentes en el tiempo, pueden hacer una gran diferencia y reflejan madurez espiritual. Si un líder no sabe manejar sus emociones ¿cómo podrá mantener un balance en su vida personal, familiar y ministerial? Debemos entonces hacer algo por nosotros mismos y por nuestro liderazgo.
Si está usted teniendo dificultades para controlar la ira, el enojo, y su familia o relaciones personales están siendo afectadas, busque ayuda, hay muchos recursos, libros, consejería, etc. Pero hable, no se calle, no se auto suicide. Nadie es perfecto, debes buscar ser moldeados por el Alfarero, Dios nos quiere saludables. Buscar ayuda o reconocer sus errores y pedir perdón lo hace más sabio.
Todo líder tiene la oportunidad de ser un modelo espiritual y de madurez emocional para sus miembros. Trabaje por mantenerse saludable emocionalmente usted y ayude a otros que trabajan con usted en el ministerio a hacer lo mismo. Somos temporales y hemos sido llamados para dejar huellas. Hay muchos detrás de nosotros que necesitan ejemplos de hombres y mujeres que han sabido reconocer sus debilidades y han corrido a la fuente de vida para renovarse constantemente dejando legado a las generaciones que vienen de tras de nosotros.
III. Características esenciales de un líder joven en cuanto a su salud física (aporte de Samuel León, Ministro de las Asambleas de Dios del Ecuador, líder nacional de Castillo del Rey)
El líder será siempre un precedente de ejemplo integral para sus seguidores y que ellos querrán siempre imitar sus pasos y acciones. Por eso, aquí deseo mencionar tres características esenciales que deberían considerar los dirigentes juveniles de éste siglo en cuanto a la salud física.
1. Tiene presente el séptimo día
No podemos tener una correcta salud sin descanso. Dios, luego de haber hecho la creación, descansó y esto pasó a ser una ordenanza importante para el pueblo de Israel de tal manera que aquel que no la cumplía era apedreado. Nosotros nos involucramos en muchas actividades, las cuáles demandan mucha concentración y al ser jóvenes abusamos demasiado de nuestro cerebro al no darle un reposo debido, nuestro cuerpo, necesita un tiempo de recuperar fuerzas y energías.
El diario británico online, Daily Mail, publicó hace varios años la información de que sólo nuestro cerebro pese a formar parte del 2% de nuestro cuerpo, usa el 20% de la energía que se consume cuando se duerme. Si nos falta una noche de sueño, seremos más sensibles e irritables a las sensaciones externas, al darle descanso nos permitirá estar físicamente aptos para ejercer con excelencia lo que hemos recibido de nuestro Padre.
2. Es prudente en cuanto a lo que come
Estamos 100% convencidos de que no pecamos en muchas cosas que hacen daño a nuestro cuerpo.
Muchos de estos pecados no están literalmente en la biblia como por ejemplo fumar. Claro está que no podemos aceptar algo así porque afecta nuestros pulmones, pero somos tolerantes con una hamburguesa doble con mucha mayonesa y salsa, aunque eso afecte las arterias de nuestro corazón. Daniel y sus amigos quienes se negaron a comer de los alimentos del rey, esto les ayudó en su aspecto físico y fisiológico.
Los líderes deben demostrar dominio al comer ya que influirá en su agilidad, estado de ánimo, destreza, etc. Carbohidratos en exceso nos harán más somnolientos, pero las proteínas y vegetales nos ayudarán en la concentración y vitalidad, las grasas saturadas en exceso afectarán nuestro sistema sanguíneo, por lo consiguiente las insaturadas nos ayudarán a mantener un buen control de éste.
Una vez un profesor nos decía en clase, culturalmente el europeo sabe que la mayoría de las cosas ricas son dañinas, ¿Acaso el pecado no es atractivo también a nuestra carne? Debemos mejorar nuestra cultura Cristo céntrica.
3. Ejercita su cuerpo
Si hay un texto de la Biblia que me pone a pensar en sobremanera es la del ejército que acompañaba a David en sus batallas. No hay duda de que el Señor estaba detrás de ellos como lo estuvo con Sansón, pero creo que su condición física estaba en buen estado. Claro que sabemos que el ejercicio aprovecha para poco en comparación a lo espiritual, pero mejor es poco que nada.
El beneficio que obtenemos al realizar ejercicio es la disciplina como resultado de la constancia y esfuerzo diario. Recuerdo muy bien que en mi adolescencia practiqué atletismo a nivel intercolegial y nacional, todos esos años de preparación forjaron en mi la importancia del cuidado integral. Sobre todo el espiritual porque entendí que de mi relación con Dios dependía lo demás, estamos en constante actividad física desde que despertamos, pero separar un tiempo para hacer un deporte, nos ayudará a compartir con otros, correr riesgos, afrontar desafíos y superarnos a nosotros mismos.
Como se dijo al inicio de este escrito, un líder jóven no es producto de la casualidad. Se desarrolla por un proceso de atención cuidadosa de su salud espiritual, emocional y física, para así ser de máxima bendición para sus seguidores.
Jesúcristo les bendiga me sirvió mucho para el estudio que voy a compartir en un discipulado !!!. bendiciones