Por Silverio Manuel bello Valenzuela.
Conocí al misionero Samuel Balius en el año 1974, siendo él mi profesor en el seminario número tres del ISUM, que cursé en la ciudad de Santo Domingo.
Mi esposa y yo pastoreábamos una pequeña iglesia para aquel tiempo en la ciudad de Monseñor Noel (Bonao). Durante el seminario invité a mi profesor Balius a que nos predicara un domingo por la noche. El con mucho gusto aceptó. Durante su predicación desafió a la pequeña congregación a trabajar con ahínco en la obra del Señor y confiar que Dios iba a bendecir a la iglesia, que iba a dar crecimiento en su debido tiempo. En aquel mensaje también, nos desafió a mí y a mi esposa a seguir hacia adelante en el ministerio, porque Dios nos iba a usar grandemente en su obra, y así fue.
Sus palabras fueron proféticas. Nuestro hermano Samuel era un hombre visionario y y no se eximía de expresar con sincera y diáfana claridad lo que Dios le revelaba.
Desde el año 1974, cuando hice mi primer seminario del ISUM en Santo domingo, hasta febrero de 1982, cuando me gradué en Bogotá, Colombia, tuve el alto honor de tener al hermano Samuel Balius como mi profesor en todos los seminarios de esta prestigiosa institución.
Dentro de las asignaturas que recibí de él en las aulas, puedo recordar: Metodología (cómo estudiar la Biblia), Hermenéutica y metodología de enseñanzas. Recuerdo su expresión favorita en la materia de hermenéutica: “Hay que saber hacer bien la exégesis del texto; no se base sólo en la eiségesis”. Siempre fue muy jovial.
Su amor y su interés por la enseñanza, su empeño por el avance y el desarrollo integral de sus alumnos, su actitud afable, su disposición de servicio, su humildad y su forma de amable de interrelacionarse con sus alumnos dentro y fuera del aula de clase, atraía cada vez mi atención, de manera tal, que lo adopté como mi mentor predilecto y mi modelo a seguir en el área educativa.
En la década de los ochenta, el hermano Baluis fungía como representante de los Institutos Bíblicos de las Asambleas de Dios para toda América Latina y el Caribe. Dentro de las tareas que realizaba a favor de los Institutos Bíblicos de nuestro continente hispanoparlante estaba la realización de los Talleres de Adiestramiento y Renovación (TARES), dirigido a los directores, administradores y profesores de estos centros teológicos.
Dentro de los quehaceres de los TARES, estaba: Ofrecer a los profesores de los Institutos Bíblicos, talleres de: 1-Cómo elaborar planes de cursos, 2-Cómo redactar objetivos, 3- Y Sistema de evaluación. Particularmente fui muy beneficiado con aquellos entrenamientos, fue mucho lo que aprendí.
Para el año 1984 mi esposa y yo, en calidad de directores de Instituto Bíblico, invitamos al hermano Baluis para que fuera a impartirnos un TAR para la Junta directiva, administrativa y para los profesores del Instituto Bíblico central de la ciudad de Santo Domingo, y él aceptó con mucho gusto.
Como vivíamos en la casa para directores, ubicada en el mismo campus del plantel teológico, mi esposa y yo tuvimos la oportunidad en más de tres ocasiones de hospedar a nuestro digno profesor y misionero en nuestro hogar. Fue así que tuvimos el placer de conocer más de cerca el buen espíritu de abnegación y la entrega incondicional de aquel siervo de Dios a la obra misionera y al ministerio de educación cristiana en todos sus niveles.
Pudimos observar y conocer más de cerca el alto nivel de calidad de vida espiritual que junto a su ferviente devoción con Dios lo caracterizaba; de seguro que ahí estuvo el mayor secreto del gran éxito que alzanzó en toda su trayectoria como esposo, como padre, como misionero y como educador.
En aquella visita del 1984, el hermano Samuel Balius nos ayudó a elaborar y clasificar dos tipos de Pensum para el Instituto Bíblico Central de nuestro país; el primero consistía en clasificar y mejorar el programa de diplomado, el único que hasta esa época existía, que contaba de los 96 créditos tradicionales; y otro, para ofrecer un bachillerato en teología; éste último contenía 104 créditos, y era ofrecido a estudiantes que ya tenían concluido o casi concluido su bachillerato secular.
Los TARES para aquella época remota, coodinados y dirigidos por nuestro profesor y misionero Samuel Balius, fueron de mucha bendición para los Institutos de las Asambleas de Dios de América Latina y del Caribe. Él fue un verdadero apóstol de la educación cristiana en nuestro continente. Los TARES, más tarde, fueron sustituidos por el Programa de Capacitación de Profesores (PROCEPA), bajo la dirección del Centro de Adiestramiento y Renovación (CRA), con sede en Panamá y del SEC.
Durante los nueve años que fuimos directores del Instituto Bíblico Central en nuestro país (1981-1990), él nos visitaba anualmente para dar los seminarios los “Talleres, tanto los profesores del Instituto Bíblico Central como de los regionales que se había formado. Este fue un programa que él originó para ayudar a la superación de los directores, administradores y profesores de toda América Latina. En aquel tiempo nuestro hermano Samuel fungía como coordinador representante de todos los Institutos Bíblicos de nuestro continente.
El interés y el quehacer a favor de la educación cristiana y de la superación ministerial para todos los obreros de las Asambleas de Dios de nuestro continente siempre fue el añoro, el empeño y e principal quehacer en la vida de Samuel Balius durante toda su trayectoria. Así lo sentía, así lo vivía y así lo expresaba en cada clases que impartía en las aulas, en cada cátedra que ofrecía en las diferentes cumbres educativas del SEC que participaba, en cada cumbre del CRA que que se le abría u espacio, en las diferentes reuniones del de los Diálogos Teológicos que estaba presente, en varias de las actividades de los PROCEPA que asistía; pero por sobre todo, en las diferentes reuniones de ATAL que dirigía como su fundador principal. Así se mantuvo hasta que el Señor lo llamó a su presencia.
En cada Seminario del ISUM, fuera del aula de clase le encantaba conversar con sus alumnos, contestarles preguntas y ofrecerles sus sabias orientaciones a quienes se las solicitaban. Es que en sus largos años de experiencia ministerial de aquel paladín se acumulaba mucha sapiencia; sus canas inspiraban respeto, pero a su vez, la afabilidad de su carácter inspiraba confianza. Samuel Baluis fue un verdadero arquitecto educacional forjador del relevo generacional en esas áreas. Esto lo podemos decir, sin equívocos ningunos todos estudiantes del ISUM de América Latina y el Caribe, que tuvimos el privilegio de tenerlo como nuestro profesor. Parafraseando a Apocalipsis 14:13, podemos asegurar que, “…sus obras con nosotros sigue”
Samuel Balius fe el fundador y rector de la FACULTAD, como también fundador de la ATAL. Uno de los logros mayores de nuestro hermano Samuel Balius en las últimas décadas de su carrera ministerial como misionero y educador, fue la fundación de la fundación de la Asociación Teológica de las Asambleas de Dios para América Latina (ATAL). Samuel siempre nos hablaba de la de “Asia Pacific Theological Association”, que fue de la Asociación Teológica que sirvió de base para formar la ATAL. Tuve el privilegio de ser incluido por él y por el Misionero Marcos Grisbee para formar parte de la primera Comisión Internacional que trabajó en la Constitución y Reglamentos de esa prestigiosa Institución Teológica.
Con el hermano Balius a la cabeza, desde su origen la Comisión la integrábamos: Marcos Grisbee, Misionero; Jeremías Bolaños, Superintendente Asambleas de Dios del Salvador; el hermano Martínez, para ese tiempo Superintendente Asambleas de Dios de Argentina; el hermano Julio, Secretarios general de Asambleas de Dios de Panamá; Edgardo Muñoz, Administrador del Instituto Bíblico Río de la Plata en Argentina; Pedro Ramón Gómez, Director de Educación de A. D. en Rep. Dom.; y Silverio Manuel Bello, Superintendente nacional de A. D. y luego, Director del Instituto B. Central de Rep. Dom.
En el año 2007 se celebró una cumbre teológica en Singapur dirigida por APTA, como parte del equipo que venía trabajando el la formación de la ATAL, tuve el alto honor de ser escogido por hermano Samuel junto a otros distinguidos miembros del equipo para participar en la gran cumbre asiática. Allí estuvimos acompañando al hermano Baluis, los hermanos Marcos Grisbee, Edgardo Muñoz y quien escribe.
Para conocer mejor la vida y la trayectoria ministerial de nuestro hermano Balius, le pedí a la misionera Déborah Balius de Caldwell, su hija mayor, que nos ofreciera algunos datos de la vida de su padre, he aquí la interesante descripción que nos hace de su maravilloso padre, que en vida fuera Samuel Balius.
“Mi padre Samuel Baluis comenzó su ministerio en 1955. El nombre completo de su esposa es Mona Lea Ellsworth de Balius. En qué año contrajeron nupcias el 28 de mayo de 1955; procraron tres hijas Deborah, Rebekah y Raquel. Como misioneros vivieron en 5 países: Costa Rica, Bolivia, Uruguay, Paraguay, Islas Canarias y nuevamente en Uruguay; pero sirvieron a todo el continente de América Latina.
Dentro de las diferentes funciones ministeriales que nuestro hermano Samuel Baluis llegó a desempeñar sus su hija, la misionera Deborah, estuvieron: Pastor, Director de Dept. Jovenes Distrito AD de Mississippi, Estados Unidos, Director de Instituto Bíblico en Santa Cruz, Bolivia, Director de Instituto Bíblico en Montevideo, Uruguay, Superintendente del Concilio General de las AD en Uruguay, Director del Instituto Bíblico Ñande en Asunción, Paraguay, secretario de ISUM internacional, Fundador de TAR, Director Instituto Bíblico Las Palmas, Islas Canarias, Fundador y Rector de Facultad de Teología, Director de SEC por un tiempo.
Mi padre siempre fue un padre y esposo lleno de amor que amaba muchísimo a sus “chicas”. Bromeaba mucho que Dios necesitaba darle una porción extra de gracia porque estaba rodeado de mujeres. Pero de verdad nos hacía a todas sentir su gran amor y orgullo como padre. Aunque viajó mucho y estuvo fuera de casa por mucho tiempo a la vez, nos escribía cartas, enviaba tarjetas postales y algún recuerdito de cada lugar que iba. Como abuelo también tuvo tres nietas y después el “benjamin” fue el varon (mi hijo) quien ahora es pastor de jóvenes. Siguieron dos bisnietitos. Ya somos la tercera generación de su progenitud que seguimos en los pasos de ministerio.
Papá amaba el estar con gente. Se gozaba y se deleitaba en los tiempos en la aulas, las reuniones, los tiempos de refrigerio, y el estudio como los tiempos de descanso y reflexión. Cuando su salud no le permitió seguir viajando, él se quedó triste y ya anhelando el cielo. Su último viaje al exterior lo realizó con 86 años de edad.
Los últimos meses de su vida experimentó mucho dolor pero no se quejaba. La manera que sabíamos que estaba muy dolorido es cuando comenzaba a orar….siempre en su amado lenguaje ESPAÑOL o en lenguas. Partió este mundo gozoso que volvería a ver a sus amados hermanos latinoamericanos nuevamente”.
Su servidora, Déborah Balius de Caldwell, hija-
Facultad de Teología
Con estos datos ofrecidos por nuestra hermana Déborah, concluimos nuestra semblanza sobre la vida terrenal de este insigne siervo de Dios, esposo ejemplar, padre modelo, misionero abnegado, gran educador y líder prodigio, quien llevaba por nombre Samuel Balius, hombre digno de que todos sigamos su ejemplo.
Que gran legado