Por Koreen P. Mazurek
Mis hijos son la tercera generación de la familia Mazurek que se educan en casa, mejor conocido como homeschool.
Actualmente tienen trece, diez y nueve años, y jamás han ido a la escuela, guardería o sala cuna pública o privada. Han sido educados por nosotros, sus padres, desde la cuna. Por supuesto, no son perfectos, pero si son bien educados, sociables, amigables, inteligentes, creativos, talentosos, independientes y responsables.
Hemos visto hermosos frutos en ellos, como cuando veo a mi hijo de trece años jugando con sus Legos, construyendo diferentes mundos, o apasionado por la naturaleza sacando fotos de aves de diferentes especies, reconociendo sus sonidos, sus características y su habitat; o cuando lo veo escribiendo un ensayo sobre Justiniano el Grande donde, pensando en que adverbios usar para describir la antigua basílica Santa Sofía del imperio Bizantino. Oigo sus típicas preguntas filosóficas o teológicas de la vida en las cuales podemos pasar toda una tarde conversando, tomando una taza de te y profundizando con el estudio de la Palabra de Dios. Y están las veces cuando lo veo trabajar lavando los autos de sus abuelos y tíos o cortando leña para ganar un poco de dinero y como después separa su diezmo para el Señor y ahorra el resto para lo que quiere comprar.
Al pensar en qué cosas estaría enfocado un típíco chico de trece años hoy en día, quizás ya tendría una chica (o chico, según su gusto), escucharía música sucia que llena su mente con obscenidades, sería fan de diferentes cantantes o futbolistas materialistas en vez de un héroe bíblico o de la historia mundial, y por supuesto haría lo posible por tratar de encajar en el mundo según lo que sus pares hacen debido a la falta de adultos como modelos a seguir.
¿Será que yo soy muy ingenua como madre, inconciente del hecho que pronto mi hijo se rebelará y hará lo que todos los chicos de su edad hacen? ¿O no será que al educarlo en casa lo hemos estado preparando justamente para ser un adulto responsable y no un rebelde que quiere seguir actuando como niño por el resto de su vida adulta?
¿Acaso no era así desde un comienzo, antes de que existieran las escuelas públicas hace apenas unos 200 años atrás? Es interesante pensar en los grandes pensadores, héroes, teólogos, inventores, políticos, científicos, artistas y compositores que fueron educados en casa; no porque eran especiales de algún modo, sino porque era lo normal. Me refiero a personas como Leonardo Da Vinci, Mozart, Henry Ford, Thomas Edison y Abraham Lincoln entre tantos más.
El homeschool, o la educación en el hogar, ha sido normal por milenios. El historiador Lawrence Cremin, comenta la importancia de la educación en los hogares coloniales:
Los colonos puritanos fueron herederos de las tradiciones renacentistas, enfatizando la centralidad familiar como la principal agencia de la asociación humana y de educación… Ofrecían una amplia oportunidad para la interacción social entre los miembros de familias diferentes y para patrocinio común de iglesia y colegios de acceso fácil. Allí había ideología antes que geografía, lo que estableció la primacía de la familia. Los puritanos consideraban la familia como la unidad básica de la iglesia y de los territorios autónomos (commonwealth), y en definitiva, el semillero de la santidad”1
Es decir, al comprender la importancia del ministerio de la familia y los roles bíblicos de los padres, nos damos cuenta que ellos centraban la instrucción, formación y discipulado de los hijos desde el hogar. Otro historiador, Vinovskis, nos muestra como los puritanos se consideraban los principales educadores de sus hijos, ya que no fue hasta más tarde que los colegios comenzaron a tomar mas responsabilidad:
De hecho, a mediados del siglo 19, el papel de los colegios se había expandido hasta el punto que muchas de las tareas educativas inicialmente, asignadas a los padres, tales como enseñar a los hijos el alfabeto y cómo leer, se volvió responsabilidad de los colegios.2
Durante el periodo medieval la educación no era algo forzado o sistemático, sino mas bien un proceso natural. Dorothy Sayers, una novelista, historiadora medieval y apologista, documentó acerca de su opinión de la educación actual en su tiempo durante la Segunda Guerra Mundial en comparación con la educación de la era medieval.
… la educación moderna se concentra en “enseñar asignaturas,” dejando el método de pensar, argumentar y expresar las conclusiones propias para que sean adquiridas por el estudioso mientras avanza; la educación medieval se concentraba primero en forjar y aprender a manejar las herramientas del aprendizaje, usando cualquier asignatura que se estuviese estudiando como una pieza de material sobre el cual garabatear hasta que el uso de la herramienta llegara a ser una segunda naturaleza.3
Es interesante ver como a través del tiempo los niños solían ser bien educados por sus padres, y sin embargo, eventualmente se volvieron analfabetos al trabajar en las fabricas durante la Revolución Industrial. De hecho, Robert Raikes se interesó en ayudar a estos chicos y se juntaba con los niños los días domingos en la mañana para enseñarles a la leer con la Biblia (como era de costumbre). Esto eventualmente se llegó a conocer como la Escuela Dominical, ya que tenían solamente el día domingo libre para estudiar. Raikes comentó:
Los niños debían venir después de las diez de la mañana y quedarse hasta las doce; luego debían irse a casa y regresar a la una; y después de leer una lección, debían ser conducidos a la Iglesia. Después de la Iglesia, debían ser empleados repitiendo el catecismo hasta después de las cinco, y luego despedidos, con una orden de ir a casa sin hacer ruido.4
Para entender que la educación de los padres hacia los hijos es lo mas normal y antiguo que hay, debemos volver al comienzo, al huerto de Edén. Dios formó al hombre de la tierra y después lo llevó a un lugar para enseñarle como cuidar y cultivar un huerto. Génesis 2 nos relata como Dios, Abba Padre y Creador del universo, creó al hombre a su imagen y semejanza y luego le mostro cómo mantener al huerto para así enseñarle como debía cuidar de el y labrar la tierra. Además, debía nombrar y cuidar de los animales. Después vemos que Adán tuvo dos hijos, Caín un agricultor y Abel un ovejero, los cuales eran las “profesiones” que Adán les enseñó a sus hijos. Después vemos que de la descendencia de Caín ya habían mas “profesiones”; entre ellas granjeros, músicos y herreros. En Génesis 4 vemos también que habitaban en tiendas creadas por ellos mismos.
Y Ada dio a luz a Jabal, el cual fue padre de los que habitan en tiendas y crían ganados. Y el nombre de su hermano fue Jubal, el cual fue padre de todos los que tocan arpa y flauta.Y Zila también dio a luz a Tubal-caín, artífice de toda obra de bronce y de hierro. (Génesis 4:20-22).
Después vemos como Noé construyó el arca con sus hijos, haciendo obra de carpintería, ingeniería y física en Génesis 6. Mas adelante, en Génesis 11, vemos la construcción de un nuevo edificio, la torre de Babel, y el desarrollo de ladrillos y asfalto que se usan hasta el día de hoy. ¿Cómo es posible que todas estas personas hayan hecho tantas cosas sin haber ido jamás a una escuela? Es porque hemos sido creados a la semejanza del Creador del Universo. Nuestro Abba Padre fue y es nuestro primer educador. De El podemos aprender todas las cosas naturalmente y por medio de su creación. Bezaleel es un buen ejemplo de esto, el mas grande arquitecto y herrero de la Biblia, quien construyo el arca del pacto. Éxodo 31 dice:
Y lo he llenado del Espíritu de Dios en sabiduría, en inteligencia, en conocimiento y en toda clase de arte, para elaborar diseños, para trabajar en oro, en plata y en bronce, y en el labrado de piedras para engaste, y en el tallado de madera; a fin de que trabaje en toda clase de labor” (Exodo 31:3-5).
Dios es el creador de todas las cosas, incluyendo las asignaturas como matemáticas, lenguaje, ciencia, y por supuesto ha existido durante la historia. ¡Es solo que el hombre ha ido aprendiendo de estas cosas que Dios ha revelado por medio de Su Palabra y su creación, y aun lo sigue haciendo!
Dentro de la ciencia de la geología existe un estudio que se llama isostasia, que es bastante nuevo. La isostasia es el estudio del equilibrio de la tierra, y dice que para soportar un peso determinado se necesita un peso igual. Así, el volumen de la tierra debe estar soportado por un volumen igual de agua. Sin embargo, los científicos en realidad no han descubierto nada nuevo. Si volvemos a Isaías, que no era científico sino simplemente un profeta de Dios, encontramos esto: ‘¿Quién midió las aguas con el hueco de su mano y los cielos con su palmo, con tres dedos juntó el polvo de la tierra, y pesó los montes con balanza y con pesas los collados?’ Isa. 40:12” 5
Podemos ver que la educación es un regalo de Dios que no requiere de personas profesionales que nos digan como pensar. Los padres deben entender que es lo que se le está enseñando a sus hijos hoy en día y hacerse responsables por la educación de sus hijos. Tristemente, la escuela ha cambiado mucho, ya no se trata de solo enseñar asignaturas sino además de adoctrinar a los alumnos y pasar el tiempo haciendo diferentes actividades de los cuales no se incluye la Biblia.
Lamentablemente, el 90% de los estudiantes americanos procedentes de hogares piadosos van a escuelas ateas. Ni en sus hogares ni en la mayoría de sus iglesias son adiestrados en apologética, así que no saben como defender la fe cristiana frente a los ataques del secularismo. Esta es una de las razones por las cuales dos terceras partes de los jóvenes abandonan la iglesia cuando llegan a la educación superior.6
Gracias a la teoría de la evolución, La cual se enseña en los colegios como un hecho histórico y no una teoría, se ha enseñado que todo ha ido evolucionando con el tiempo, incluyendo la educación. Al contrario de lo que enseñan en los colegios, podemos ver en Génesis que no venimos del mono, nunca fuimos ni seremos estúpidos, ineptos o incapaz de pensar o crear. Los evolucionistas no se explican las pirámides de Egipto, pues por su antigüedad sería imposible que los hombres fuesemos seres tan inteligentes en ese tiempo. A pesar de la Biblia nos muestra lo contrario, para algunos la única respuesta es que vinieron los “alienígenas ancestrales” a construirlos, lo cual requiere una fe e imaginación tremenda.
Esto no solo está errado, sino que además es completamente anti-bíblico y diabólico, pues nos separa completamente de Dios, su semejanza en el ser humano, y la credibilidad de su Palabra. La Biblia también es un libro de historia con datos verídicos que no debe ser contradecido ni torcido para encajar con las teorías humanistas ateas.
Voddie Baucham, un padre de nueve hijos, profesor, apologético, autor y que practica homeschool, nos advierte“No podemos seguir enviando a nuestros hijos al César para su educación y sorprendernos cuando vuelvan a casa como romanos.”7
Es importante entender esto, porque por mucho tiempo el sistema del este mundo ha enseñado a los padres que no son capaces de educar a sus propios hijos, que deben dejarlos en manos de personas profesionales. El resultado de eso ha sido una familia disfuncional, que no se relaciona, que no traspasa sus valores, principios o fe a sus hijos, sino que solo se preocupa por seguir el ritmo del sistema. No se preocupan por el alma del niño ni de los talentos o habilidades que Dios le ha dado.
Leigh Bortins, titulada en Ingeniería Aeroespacial, madre homeschool desde 1997, fundadora de Classical Conversations, educadora, y autora reflexiona en su libro “El Nucleo” como los alumnos pasan solo una hora al día por quince semanas con diferentes maestros aprendiendo diferentes asignaturas, pero no son mentoreados o discipulados por ellos como lo podrían ser por sus padres.
Los alumnos no tienen el tiempo para relacionarse con su mentor o para descubrir y apreciar la sabiduría de su instructor. No se les da la oportunidad a los alumnos para observar como su instructor lucha con aprender, copiar la perseverancia y carácter de su maestro, ver a través del tiempo que sus mentores continúan sus estudios como una búsqueda continua”8
¿Cuántos jóvenes hoy en día no saben lo que quieren estudiar cuando llegan a sus ultimos años de secundaria? Y de los que han decido qué estudiar, ¿cuántos de esos permanecen en la universidad hasta terminar para esa carrera? Y cuando al fin hayan logrado graduarse, ¿cuántos de esos encuentran un trabajo en la carrera que estudiaron? Muy, muy pocos…
Por lo tanto, podemos ver que en realidad es toda una mentira. La manera de medir el éxito en la educación hoy en día es con un título Sin embargo, eso no garantiza nada. Muchos que han gastado millones de pesos en su educación superior hoy no están ejerciendo esa profesión porque no han logrado encontrar empleo o porque simplemente no tienen la pasión para ejecutarlo.
Es una pena ver cómo los padres hoy se afanan buscando la mejor sala cuna o jardín infantil, o el mejor colegio, además del mejor tutor, psicopedagogo, psicólogo, o fonoaudiólogo, para llenar las horas del día con un afterschool o un taller… ¿y todo para que? Se ha perdido el propósito en la educación. ¿Para que estás educando a tus hijos, para este sistema o para Cristo? ¿Acaso no puede un cristiano ser un profesional que se dedique a expandir el reino de Dios y no llenar su bolsillo o su vida con materialismo?
Baucham lo explica bastante bien:
La clave es entender que nuestros hijos no nos pertenecen: pertenecen a Dios. Nuestro objetivo como padres no debe estar limitado por nuestra propia visión. Soy un hombre finito, pecaminoso y egoísta. ¿Por qué quiero yo planificar el futuro de mis hijos cuando puedoconfiarlos al Señor del universo infinito, omnipotente, inmutable y soberano? No quiero decirle a Dios qué hacer con mis hijos, ¡quiero que El me lo diga a mi!9
La Palabra de Dios nos muestra constantemente el propósito de la educación y recalca que son los padres quienes deben educar a sus hijos, y no el sistema del mundo. Hay que educarlos para los propósitos de Dios. ( Véase Romanos 12:2; 1 Corintios 1:20-21; Colosenses 2:8; 1 Corintios 1:26-31; Proverbios 9:10; Salmos 111:10; Colosenses 3:2; 2 Timoteo 2:15; Deuteronomio 6; Proverbios 22:6; Mateo 18; Efesios 6; Salmos 127).
Para concluir, la educación en el hogar existe desde la creación y es un estilo de aprendizaje que se da naturalmente desde los padres hacia sus hijos. No se requiere que uno sea un profesional para educar a su hijo, solo debe tener el amor y el deseo de aprender, igual que el o ella. Si uno le píde al Señor sabiduría y El se lo dará.
Los padres somos los primeros educadores de nuestros hijos y no debemos sentirnos intimidados por esta labor, pues para eso nos ha encomendado el Señor. Y si te sientes débil, recuerda las palabras de Pablo en 2 Corintios 12:9 “Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo.”
Mi esposo y yo fuimos a la universidad, pero no terminamos nuestros estudios, no somos profesionales, y sin embargo hemos madurado y crecido en conocimiento, entendimiento y sabiduría al vivir para Cristo y no para este mundo y hemos logrado hacer muchas cosas gracias a El y sus fuerzas.
Finalizo con las palabras de Bortins:
Creo que el punto más importante que puedo hacer es que cualquier padre que realmente lo intenta puede involucrarse en la educación de sus hijos…No siempre es fácil, pero es guiar la educación de tu hijo es todo un comienzo nuevo. Creo que el fuerte amor de los padres hacia sus hijos los hace capaces de proveer una educación de calidad para niños centrados desde el hogar.”10
Koreen Mazurek
Educada en casa desde 1993 hasta la universidad por sus padres, los misioneros Jaime y Ester Mazurek. Estudió Teología y Ministerio de Niños en Central Biblia College, El Centro de Estudios Teológicos AADD y Global University. Esposa de Alejandro Alvarado desde 2006 y madre de 3 hijos Christopher, Katelyn y Michelle. Madre homeschool desde 2007. Fundadora y directora del ministerio internacional Homeschool Consagrado al Señor desde 2013, Directora Classical Conversations Chile desde Junio 2019 y Representante de Classical Conversations Sur América desde Marzo 2020.
1 Lawrence A. Cremin. American education: The colonial experience, 1607-1783. New York, NY: Harper & Row, Publishers, 1970. p 124, 135-136.
2 Vinoskis, Maris A. Vinoskis (1995). Education, society, and economic opportunity: A historical perspective on persistent issues. Chelsea, MI: BookCrafters Inc., pp 14-15.
7 Voddie T. Baucham Jr., Family Driven Faith: Doing What It Takes to Raise Sons and Daughters Who Walk With God.
p 201.
¡Excelente aporte!, gracias a la reflexión basada en el estudio de la palabra de Dios, compilación de diferentes fuentes bibliográficas, vivencias familiares, y práctica ministerial.
Familia Mazurek, felicitaciones y gracias por edificar el cuerpo de Cristo.
Bendiciones desde Colombia.
¡Bendiciones Ludys Morales! Si te interesa saber mas de homeschool cristiano, buscanos como Homeschool Consagrado al Señor.