Facebook Twitter Gplus RSS
magnify
Home 2021.2 Educación Teológica Acreditada: Una deuda presente
formats

Educación Teológica Acreditada: Una deuda presente

Por publicado originalmente en CONOZCA edición 2021.2

Por Daniel Silva Labraña

Conexión Araucanía, Las Asambleas de Dios de Chile

 

.

 

Resumen

En Chile, la educación teológica evangélica presenta una deuda en cuanto a acreditación y reconocimiento profesional. Si bien han existido intentos o promesas para que esto se regularice, no se ha solucionado de manera concreta. No obstante, hay ciertos pasos que pueden dar las instituciones teológicas para otorgar una educación con mejores criterios de calidad y reconocimiento profesional. Se presentan tres casos: acreditación de una asociación, convenio con una institución de educación superior o convertirse en una de ella. Sin importar el paso que den, es deber de los establecimientos educacionales teológicos velar por cumplimientos de calidad y reconocimiento, para beneficio de los estudiantes y de la propia institución.

Palabras clave: Acreditación, Teología, Educación

Educación Teológica Acreditada: Una deuda presente

Durante la primera campaña presidencial de Sebastian Piñera, actual presidente de Chile, él habló de treinta compromisos que hacía con el mundo cristiano evangélico.

El compromiso 17 decía: “Permitiremos que los títulos otorgados por los seminarios e institutos teológicos sean reconocidos por el Estado y tengan validez como título profesional, siempre que cumplan los estándares, normas y aplicaciones técnicas de la Asociación de Seminarios e Instituciones Teológicas (ASIT)” (Piñera, 2010).

Si bien este compromiso no se concretó, y según el Observatorio de Política Martin Luther King (El Mostrador, 2013) solo se cumplieron dos de los treinta compromisos de la campaña, deja en manifiesto un vacío en la formación teológica en el colectivo evangélico en Chile.

En la actualidad, sólo doce instituciones educativas chilenas están asociadas con la ASIT, y solo una de ellas pertenece a Las Asambleas de Dios, el Centro de Estudios Teológicos en Santiago de Chile. Si bien la ASIT (2020) se manifiesta como un espacio de encuentro y cooperación entre seminarios e instituciones teológicas de Argentina, Bolivia, Chile, Paraguay y Uruguay; uno de sus propósitos es: “Propiciar medios para asuntos tales como requisitos de admisión, programas de estudios, cursos, bibliotecas, acreditación, validaciones, etc.”

Esto da a entender que una institución asociada a la ASIT provee calidad educativa al estudiante tras cumplir ciertos criterios ante la asociación. No obstante, la educación sigue teniendo una falencia ante el mundo profesional, proveyendo un campo laboral reducido ya que la mayoría se centra en una formación para el servicio cristiano, siendo su lugar de desarrollo las mismas congregaciones.

Ante esta circularidad, creyentes que estudian para servir a otros creyentes, se abre cierta ventana de oportunidad para ejercer su labor ministerial y misional (Gran Comisión) fuera de un contexto eclesíastico, como capellanes en servicios de salud o fuerzas de orden y seguridad, o como profesores de religión en un establecimiento educacional; siempre y cuando tengan un título profesional o tengan una autorización del ejercicio docente cuando hay “carencia de docente idóneo” (Ministerio de Educación de Chile, 2003). Ante el requerimiento de un título profesional, se manifiesta otro vacío, el que las instituciones educativas evangélicas no están reconocidas como instituciones de educación superior en Chile, es decir, los grados académicos no son reconocidos oficialmente, y solo son validados ante las propias denominaciones para optar una credencial o ser reconocido como ministro de culto, volviendo nuevamente al problema de la circularidad.

Debido a que los grados no son reconocidos, una opción es que la institución teológica se vincule con una institución de educación superior. Un ejemplo de aquello es la Comunidad Teológica Evangélica de Chile (CTE), que ofrece un programa académico de Licenciatura en Estudios Teológicos, Bíblicos y Diálogo Ecuménico otorgado por la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV) (CTE, 2020). En dicho convenio se explicita el reconocimiento que otorga la PUCV a las asignaturas del Plan de Estudio de la Licenciatura en Teología que imparte dicho Centro teológico (PUCV, 2020).

Este escenario nos plantea que la acreditación por una agencia externa como la ASIT es muestra de calidad; pero ser una institución de educación superior otorga reconocimiento y validez, con el supuesto de la calidad incluida, siempre y cuando esté acreditada por la Comisión Nacional de Acreditación de Chile (CNA-Chile).

Otra opción es que la organización teológica se formalice como una institución de educación superior. Si bien este artículo no consiste en mencionar los procedimientos para aquello, si es adecuado reconocer los resultados obtenidos en contextos hispanohablantes, como es el caso de la Facultad de Teología Asambleas de Dios en España, el cual es reconocido como un centro de nivel universitario por el Ministerio de Educación del Gobierno de España (2011) otorgando el título de Grado de Teología, el cual capacita para el ejercicio de la “profesión” de Ministro de Culto Evangélico (Pastor), Profesor, Asistente Pastoral, Profesor de Religión. (Facultad de Teología Asambleas de Dios, 2020).

Buscar una acreditación no es un fin en sí mismo, sino un resultado del buen quehacer de una institución. Sin embargo, se debiera encaminar a ella sin poner en desprecio a la acreditación, el cual en ocasiones se ampara en la separación <<absurda>> de lo sagrado y lo secular (Caramés, 2020). El caso de la Facultad de Teología Asambleas de Dios en España es un claro ejemplo de mantener el espíritu vivo del pentecostalismo con una acreditación gubernamental.

Los egresados de una institución acreditada pueden verse beneficiados de una apertura a la sociedad, saliendo de la circularidad antes mencionada, ejerciendo su llamado ministerial y misional en contextos no eclesiásticos y así cumplir la Gran Comisión. A su vez, la acreditación permitiría el reconocimiento y homologación de estudios, continuidad de grados en territorio nacional e internacional, beneficios estudiantiles como becas y créditos, subvenciones, seguros, entre otros beneficios. Por otra parte, existe una nueva generación que desea ejercer su llamado en conjunto con su profesión, siendo un aliciente poseer un grado académico de una institución acreditada en contextos de alta complejidad y exigencia, como es el mundo profesional y académico. Un ejemplo de aquello es John C. Lenox, quien sirve como apologista cristiano sin dejar de lado su labor de profesor de matemática en Oxford, o el histórico caso de Martin Luther King, Jr.

 

Conclusiones

Los tiempos van cambiando y a la par las instituciones académicas. Nuevas temporadas traen consigo oportunidades y desafíos que deben ser aprovechados y gestionados en beneficio de los estudiantes, la calidad de la formación y el compromiso institucional. Buscar una acreditación a través de una asociación no será suficiente si se desea acceder a un reconocimiento por parte de la sociedad y otorgar grados académicos válidos ante el Ministerio de Educación.

Promover nuevos pasos para los institutos o seminarios bíblicos y/o teológicos debe ser una consecuencia lógica a través de los años, no solo porque trae consigo una serie de beneficios tanto para la institución como para los estudiantes, sino que invita a una nueva generación que busca ampliar su formación ministerial no solo para servir en contextos eclesiásticos, sino preparándose en una formación misional basada en la Gran Comisión en contextos no eclesiásticos, disolviendo de esta manera la circularidad formativa antes mencionada.

El caso de la Facultad de Teología Asambleas de Dios de España puede ser una inspiración para los establecimientos educativos de nuestros países. Si bien los requerimientos varían según cada nación, esto demuestra que sí es posible mantener estándares de calidad exigidos por un país y a la vez mantener un espíritu vivo y pentecostal como promueve las Asambleas de Dios. En palabras de Jesús Caramés Tenreiro (2020), Director Facultad Teológica A. D.:

“Porque la calidad no es patrimonio exclusivo de lo pagano, ateo, secular y/o liberal. Que haya centros de carácter pentecostal acreditados, con renombre y reconocimiento internacional por su buen hacer, por su seriedad en el proyecto que presentan es –antes bien– un deber de los equipos directivos y de los responsables de nuestras iglesias.”

Aspirar a convertirse en una institución de educación superior es una meta digna de conseguir, como el caso de la Facultad de Teología Asambleas de Dios de España; sin embargo, un paso inicial podría ser adquirir el reconocimiento de una asociación externa como la ASIT, como ocurre con el Centro de Estudios Teológicos en Chile; o pasos intermedios a través de un convenio con una universidad reconocida, que es el ejemplo de la Comunidad Teológica Evangélica de Chile y la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso. Sin importar el paso que den, lo importante es que sigan avanzando según los recursos y esfuerzos de cada establecimiento, reconociendo que el avance es un deber de cada institución para brindar educación de calidad y válida en su entorno.

 

Referencias

Asociación de Seminarios e Instituciones Teológicas. (2020). Propósitos. https://asit.edu.ar/historia/

Caramés, J. (2020). La utilidad práctica de una acreditación. Conozca, 2020(1). http://conozca.org/?p=4724

Comunidad Teológica Evangélica de Chile. (2020). Licenciatura en estudios teológicos, bíblicos y diálogo ecuménico. https://ctedechile.cl/licenciatura-en-teologia-lt/

El Mostrador. (2013, 9 de diciembre). Piñera al pizarrón: ha cumplido sólo dos de sus treinta compromisos de campaña con la Iglesia Evangélica. El Mostrador. https://www.elmostrador.cl/noticias/pais/2013/12/09/pinera-al-pizarron-ha-cumplido-solo-dos-de-sus-treinta-compromisos-de-campana-con-la-iglesia-evangelica/

Facultad de Teología Asambleas de Dios. (2020). Título de Grado. http://www.adfacultad.es/

Ministerio de Educación de Chile. (2003, 9 de octubre). Decreto 352. Reglamenta el ejercicio de la función docente. Biblioteca del Congreso Nacional de Chile. http://bcn.cl/2li3w

Ministerio de Educación del Gobierno de España. (2011). Real Decreto 1633/201. Por el que se establece el régimen de equivalencias de títulos de nivel universitario impartidos en centros docentes dependientes de la Federación de Entidades Religiosas Evangélicas de España. Boletín Oficial del Estado 17896. https://www.boe.es/boe/dias/2011/11/16/pdfs/BOE-A-2011-17896.pdf

Piñera, S. (2010, 29 de octubre). 30 compromisos con el mundo Cristiano Evangélico. Piñera 2020. https://issuu.com/pinera2010

Pontificia Universidad Católica de Valparaíso. (2020). Admisión Licenciatura en Estudios Teológicos, Bíblicos y Diálogo Ecuménico. https://www.pucv.cl/uuaa/instituto-de-cs-religiosas/admision-licenciatura-en-estudios-teologicos-biblicos-y-dialogo/2016-11-28/092906.html

 

 

Nota del autor

Daniel Silva Labraña, Conexión Araucanía, Las Asambleas de Dios Chile.

La correspondencia relacionada con esta reseña de libro debe ser dirigida a Daniel Silva Labraña, Conexión Araucanía, Las Asambleas de Dios Chile, Código Postal 4781119, Lautaro 541, Temuco, Chile.

Contacto: danielsilva.ministerio@gmail.com

 

 

 

Daniel Silva Labraña


 
 Share on Facebook Share on Twitter Share on Reddit Share on LinkedIn

Comentarios: 3

  1. Mario Peña Manríquez

    Que interesante artículo. Creo que la iglesia pentecostal puede buscar un avivamiento a la vez que acredita a sus teólogos a nivel universitario. Claramente estamos lejos de tal meta. A quienes estudiamos teología, el desafío es seguir indagando en la relevancia de contar con educación acreditada en Chile, sus razones, métodos y consecuencias, para manifestar de manera clara el poder e influencia que el mensaje de Jesucristo tiene para el mundo entero.

    • Daniel Silva

      Gracias Mario Peña por tu comentario.

      Efectivamente, existe un gran desafío al respecto, y creo que en especial en nuestro entorno pentecostal. Además, se suma el mayor acceso a la educación superior en Chile, lo que significa que tendremos (esperamos) más jóvenes universitarios en nuestras iglesias, con todas las características que esto conlleva. Por lo tanto, habrá una mirada más “crítica” de nuestras instituciones teológicas y/o ministeriales.

      Un abrazo.

  2. Un artículo que suma al debate. ISUM, Facultad de Teología y los propios institutos en Chile carecen de cualquier tipo de acreditación o reconocimiento por parte del gobierno, algo que ha motivado a ministros a perfeccionarse en otras instituciones que si poseen esta acreditación, tanto nacionales como extranjeras.

    Otro punto, para tener instituciones acreditadas se deben tener profesionales acreditados en el proceso de enseñanza. Ahí viene la pregunta importante ¿Los tenemos? Y también podemos rescatar de la experiencia española ¿dónde se capacitaron los profesores que permitieron que se les entregara el reconocimiento inicial?

    Como el caso del profesor Lennox, tenemos un nuevo paradigma en el ministerio: los pastores bivocacionales, quienes además del trabajo pastoral, desempeñan labores profesionales diferentes a la labor pastoral. Tenemos en nuestras filas a profesores, directivos en instituciones educativas, psicopedagogos, educadores diferenciales, administrativos y docentes universitarios. Estas competencias formales, mas el desarrollo teológico-ministerial formal (magíster, master, doctorados, post títulos) debieran ser el punto de partida para formalizar un proceso educacional de calidad con una identidad pentecostal.

    Un abrazo.

Responder a Mario Peña Manríquez Cancelar respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos necesarios están marcados *

*


1 × = tres

Puedes usar las siguientes etiquetas y atributos HTML: <a href="" title=""> <abbr title=""> <acronym title=""> <b> <blockquote cite=""> <cite> <code> <del datetime=""> <em> <i> <q cite=""> <strike> <strong>