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Cristo en los Salmos

Por publicado originalmente en CONOZCA edición 1999.2

¿CUÁNTOS SERES HUMANOS leerán un trozo literario este día? ¿A cuál libro acudirán los lectores de la Biblia? Del porcentaje no tan alto de evangélicos que leen la Biblia, muchos buscarán los Salmos. Y cuando lo hacen, ¿encontrarán a Cristo? ¿Deberían encontrarlo en este cancionero hebreo? Claro que sí.

Nos sorprendemos al ver que si ubicamos la profecía del Salmo 69:9 en la segunda purificación del templo, todas las profecías mesiánicas tuvieron su cumplimiento en la semana de la pasión de Jesucristo. Los Salmos profetizan los preparativos para su muerte en la cruz, su resurrección y los grandes triunfos que resultaron.

En lo que hoy un amplio sector del cristianismo conoce como el domingo de ramos, Cristo hizo su entrada triunfal a Jerusalén. Por la expresión ¡Hosanna! que manifestó la multitud, los evangelistas vieron el cumplimiento del Salmo 118:25-26. Jesucristo, no obstante, anunció un cumplimiento escatológico de esta profecía debido al rechazo que sufrió de parte de los líderes judíos. Se completará en su segunda venida.

La purificación del templo está reflejado en los Salmos. Al ver Cristo el negociado que habían armado los judíos, su espíritu se enardeció. Había un sólo tipo de moneda que se aceptaba para el pago del impuesto del templo. Los adoradores no tenían otra alternativa que comprar esas monedas sagradas, pero en el proceso del canje eran estafados.

Otra defraudación resultaba con la compra de animales para ofrecer como sacrificios. Para ser aceptados, el animal debía ser sin defecto. El sacerdote era quien daba el visto bueno. Éste, sin embargo, sólo aprobaba los que venían con una determinada señal que indicaba que habían sido comprados de un vendedor que estaba de acuerdo con el examinador. El proveedor se daba el lujo de cobrar un precio muy por encima del verdadero. Una persona que se sentía estafada en el mismo santuario no estaba con el mejor ánimo para adorar a Dios. Cuando el Señor tomó un látigo y practicó la purificación del templo, los discípulos lo tomaron como el cumplimiento del Salmo 69:9.

Cada vez que el Señor se refirió a la traición de Judas, declaró que esta experiencia ya estaba escrita sobre él. Juan lo menciona con relación a la intercesión del Salvador. Pedro también hizo alusión a Salmo 109:8 cuando dirigió la elección del apóstol faltante. Afirmó que David profetizaó que una de las consecuencias de la traición de Judas sería la pérdida de su apostolado.

Pablo exhortó a los seguidores de Cristo que estaban en Roma a no pensar sólamente en sus propias convicciones, gustos e intereses. Tenían que buscar agradar a otros creyentes en Cristo, mayormente si eran más débiles en la fe. Declaró que tal fue la actitud de Cristo y cita de un Salmo: Los denuestos de los que te vituperaban cayeron sobre mí, Salmo 69:9.

Mientras Jesucristo estaba en la dolorosa e incómoda posición, estando clavado en la cruz, soportó muchas burlas. Se mofaron de él los judíos, los espectadores, los curiosos, los soldados. El Espíritu Santo ya había utilizado a David para que nos adelantara en los Salmos 22.7-8 y 109:25 estos eventos un milenio antes que ocurrieran.

Insensibles al sufrimiento del trío que estaba colgado, los soldados se repartieron la ropa del Señor. Cuando llegaron a la túnica, debido a que por su confección era lo más valioso, apelaron a la suerte. Juan declaró que esto sucedió para que se cumpliese lo que estaba escrito en el Salmo 22:18.

Cristo soportó en la cruz una indescriptible serie de padecimientos. Uno de los más graves fue cargar con nuestros pecados. Era santo por naturaleza y por vivencia, pero tuvo que llevar el pecado de todos nosotros. El peor sufrimiento, sin embargo, fue la temporal separación de su Padre. Muchas veces en el cumplimiento de mi tarea pastoral he tenido que presenciar en un velatorio a una viuda sollozando. “Pastor, imagínese, cincuenta años de matrimonio. Siempre juntos y ahora tener que soportar yo esta separación.” ¿Quién no comprendería el dolor de esta señora?

Nuestro Señor Jesucristo se mantenía no cincuenta años sino toda una eternidad en una unión tan íntima y perfecta con el Padre. No podemos imaginar ni mucho menos comprender el dolor. Por primera vez en una eternidad, por unas horas en el Calvario sufrió esta separación. De las muy famosas “siete expresiones desde la cruz”, seis fueron pronunciadas en un tono normal. En cambio para la expresión de crisis, Cristo usó un tono totalmente distinto. La Versión Popular dice: A esa misma hora, Jesús gritó con gran fuerza. El pecado siempre aleja al ser humano de Dios. El Padre abandonó a su Unigénito porque cargaba pecados ajenos. David lo anunció en el Salmo 22:1.

Después de lanzar su grito desgarrador por la separación del Padre, otra vez en tono normal dijo: Tengo sed. Uno de los espectadores empapó una esponja en vinagre y se la acercó a la boca, cumpliendo así Salmo 69:21.

Cristo murió por nuestros pecados. Estuvo tres días en la tumba, pero al tercer día volvió a vivir. Esta victoria sorprendió hasta a sus más íntimos seguidores; sin embargo, David ya lo había predicho en el Salmo 16:10-11. Así lo certifican los apóstoles Pedro y Pablo.

A los líderes judíos que lo rechazaron, el Señor citó el Salmo 118:22,23 y les recalcó que Dios lo convertiría en la autoridad suprema de Israel, . Pedro vuelve a citar este Salmo como ya cumplido en Cristo y lo reitera en su primera carta. La muerte y resurrección, entonces, tal como lo adelantó el salmista, le dio el derecho al Señor de ser el dueño absoluto de Israel .

El autor de la carta a los Hebreos escribió con el propósito de probar la superioridad de Jesucristo sobre las prácticas de la ley. Cuando trata el tema de la superioridad del sacrificio del Señor sobre los que se realizaban en el culto hebreo, cita el Salmo 40:6-8, afirmando que Dios ya había anticipado esta mejor ofrenda.

Posiblemente el pasaje antiguotestamentario más citado en el Nuevo Testamento sea el Salmo 110:1. Jesucristo y los escritores bíblicos lo interpretaron como profecía de varios eventos relacionados con nuestro Señor:

  • La soberanía de Cristo sobre David, Mateo 22:44; Marcos 12:36; Lucas
  • 20:42-43.
  • Cristo sentado en el sitio de máxima autoridad en el universo, Efesios
  • 1:20,212; Colosenses 3:1.
  • El reinado universal de Cristo, 1ª Corintios 15:25.
  • La resurrección de Cristo, Hechos 2:34-35.
  • La superioridad del sacerdocio de Cristo sobre el ministerio del Antiguo
  • Testamento, Hebreos 8:1.
  • La superioridad del sacrificio de Cristo sobre los que se ofrecían en el Antiguo Testamento, Hebreos 10:12-13.

Uno de los temas en que insiste el autor de la carta a los Hebreos es en la eternidad del sacerdocio del Señor. Cita cinco veces el Salmo 110:4 para certificar que en Cristo se cumple esta profecía. Cristo es, entonces, el sacerdote eterno según el orden del misterioso Melquisedec.

San Pablo nos describe en Filipenses 2:5-11 la extrema humillación de Jesucristo y la suma exaltación que recibió como resultado de su obediencia. Hebreos apela al Salmo 8:4-6 para informarnos que esta humillación y exaltación ya habían sido adelantadas por el Espíritu Santo. Dios humilló a su Hijo al permitir que viniera como hombre, pero lo exaltó al poner el universo bajo sus pies.

Los Salmos también nos revelan el triunfo final de Jesucristo sobre todos los reyes y naciones de la tierra. El Salmo 2 es el más claro sobre este tema tan relevante en las Escrituras. Este pasaje pudo haber tenido algún cumplimiento parcial en experiencias del rey David, pero en lo que se refiere a Jesucristo es netamente escatológico. Su cumplimiento cabal es seguro.

Dios quiera que amemos más al Salvador al verlo revelado en los Salmos. Que el Espíritu Santo nos ayude a identificarnos con los sufrimientos que padeció el Señor en la cruz y que los Salmos lo anticiparon. Que fielmente esperemos el día en que Cristo compartirá con nosotros los grandes triunfos que obtuvo y que fueron vistos anticipadamente por los salmistas. XXX

Jesús da Cunha Machado testifica que últimamente le fue de bendición El peligro del poder de Richard Exley. Miembro del Presbiterio Ejecutivo de las Asambleas de Dios de el Uruguay, también es pastor del Centro Cristiano de la ciudad de Artigas.

Jesús da Cunha Machado

Pastor del Centro Cristiano de Artigas, Uruguay, Jesús da Cunha Machado con frecuencia hace aportes a CONOZCA. Su esposa es Rosa Urriola y el matrimonio tiene tres hijos.


 
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Comentarios: 3

  1. azucena

    Gracias por su valioso estudio.
    Es de bendicion a mi vida, pues empesare a leer los salmos y buske ayuda primero el Dios y luego aki. Gracias.
    Dios le bendiga.

  2. Elin Benitez

    excelente Gracias Bendiciones

  3. muchas gracias hermano por tan buen estudio, siepre habia tenido la curiosidad de saber cuales eran los salmos que hablaban de nuestro SENOR. DIOS LE BENDIGA GRANDEMENTE

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