¿Halla usted difícil la calificación de temas? Cierto profesor resolvía el problema con tirar todos los temas sobre una escalera. Los que caían en el primer escalón sacaban D, por deficiente; en el segundo, C, por corriente o regular; en el tercero, B, por bueno o notable; y en el cuarto, A, por admirable o sobresaliente. ¡NO RECOMENDAMOS SU MÉTODO!
Sin embargo, el profesor hacía bien en usar letras en lugar de notas numéricas para los temas. Hay también una adaptación lógica del sistema. Cierto educador recomienda primero una lectura rápida, superficial, poco más de una ojeada, de todos los temas. Esto es para captar una impresión del tema como una unidad, sin parar para analizar sus partes. Al revisarlos así, se los va colocando en cuatro categorías: los verdaderamente sobresalientes, los buenos, los regulares y los inferiores. Ya los tiene, tentativamente en los cuatro “escalones” A, B, C y D.
Ahora se vuelve a leerlos, pero esta vez cuidadosamente, trabajando en orden desde los mejores hasta los peores para combatir la tendencia de dar notas demasiado altas a los inferiores. Se analiza el trabajo, escribiendo correcciones y sugerencias, y calificándolo. Cuando encuentra uno que es mucho mejor o peor que los demás en su categoría, compárelo con los temas de la categoría contigua. Si cabe mejor entre ellos, cámbielo; si no, déjelo en el “escalón” donde cayó primero, pero le puede poner a la nota un + para indicar superioridad, o un para demostrar que está en el rango inferior de la nota. Por ejemplo, si C representa trabajo normal, lo que se puede esperar de la mayoría, C+ indica que es un poco mejor que lo normal. C- indica que no es malo pero deja algo que desear.
Este arreglo preliminar de los temas evita uno de los mayores problemas de su calificación, el de la variación de la nota según lo que el maestro había leído antes de examinarlo. Por ejemplo, diremos que el tema de Humberto es regular, ni más ni menos, y merece una C. Si justamente antes de leer lo, el maestro ha luchado con un papel muy enredado y deficiente, el tema de Humberto le parece sobresaliente; le pone una A. En cambio, si lo lee inmediatamente después del trabajo hermoso, cabal y realmente sobresaliente entregado por Guillermo, el trabajo de Humberto le parece tan mediocre en comparación que le pone una D. El sistema de las categorías hace que cada tema se lea entre los de aproximadamente la misma categoría, siendo más fácil basar la nota sobre el valor del trabajo y no sobre el contraste con otros.
Otra cosa que puede hacer variar la nota es el estado de ánimo del maestro. Cuando se siente triste y deprimido o con dolor de la cabeza, mejor que haga otro trabajo y no califique temas. Pero cuando está alegre, cuidado que la generosidad le impulse a dar notas inmerecidas. Puede variarse el criterio y la nota también según el tiempo que el maestro tenga para un análisis cuidadoso del trabajo. Por lo consiguiente, conviene calificar seguidamente todos los temas de la clase en el mismo día para darles el mismo trato.
Uno puede preparar su propia planilla mimeografiada, si gusta, para la calificación de temas y libretas. Así el maestro puede tener archivados detalles más exactos del trabajo del alumno, los que le ayudarán a observar mejor el progreso del mismo. Damos una muestra. Si gusta le puede dar, o prestar, al alumno mismo la planilla para que él vea cuáles son sus puntos débiles y procure mejorarlos.
Juan M. Gómez Doctrina II 16/04/1961
Nombre del alumno Asignatura Fecha
Cristo-Nuestra justificación
Título del tema
Cualidades del tema que se califica | A4 | B3 | C2 | D1 | E0 |
1. Datos correctos | X | ||||
2. Originalidad de pensamiento y presentación | X | ||||
3. Evidencia de investigación | X | ||||
4.Organización de la materia | X | ||||
5. Caligrafía y ortografía | X | ||||
6. Cabalidad del trato del tema | X | ||||
Divídase el total entre seis | 8 | 3 | 2 | 1= | 14 |
Nota: C (2.3) Maestro: Luisa Jeter de Walker
La calificación se ha hecho respecto a cada una de las cualidades de la siguiente forma. (1) Todos los datos han sido correctos; en eso tiene cuatro puntos. (2) Su presentación es regular pero no se destaca por su originalidad; se le dan dos puntos. (3) No da evidencia alguna de investigación, pues tiene solamente lo que se ha tratado en clase y lo que había en el libro de texto; no se le da ningún punto aquí. (Por supuesto es responsabilidad del instituto proveer libros de consulta. Si no los hay, se omite este punto y se divide entre cinco.) (4) Su materia está organizada admirablemente, en forma lógica sin seguir sencillamente el bosquejo dado en el libro. Merece cuatro puntos. (5) La caligrafía y la ortografía son pésimas, pero está luchando por mejorarlas; se le da un punto. (6) Tiene todos los puntos principales que el tema debe incluir. El desarrollo de dos es bastante regular; el del tercero es sobresaliente. Se le dan tres puntos, o B. Al sumar los puntos tenemos 14. Esto dividido por 6 nos da 2.3 puntos, o C.
Una advertencia final, tome en cuenta la capacidad del alumno y la preparación que ha tenido. No se puede esperar la misma clase de trabajo en el primer año que en el tercero. Recuérdese también que si da A y B a todo el mundo está robándoles del estímulo pará mejorar su trabajo. No deje caer todos los papeles en el mismo escalón.