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Los dones espirituales en el Nuevo Testamento

Por publicado originalmente en CONOZCA edición 2020.1

Por Coco Canto

INTRODUCCIÓN

¿Cómo olvidar las sabias palabras del inigualable teólogo holandés Abraham Kuyper sobre los dones espirituales?; “Los dones del Espíritu son las formas y capacidades por medio de lo cual el Rey capacita a Su iglesia para que pueda realiza su obra en la tierra”.

Desde el Antiguo Testamento es resaltante el deseo de Dios por formar un pueblo de profetas, que, con poder y aptitudes inigualables, trastornen al mundo entero. En la historia del peregrinaje Israelita, Moisés derroca la acusación de Josué por dos personas escondidas en el campamento que profetizaron sin la “autorización divina” que tenían 70 ancianos, exclamando: ¡Ojalá todo el pueblo del Señor fuera profeta, que el Señor pusiera su Espíritu sobre ellos! (Números 11:29).

El tabernáculo, recinto santo movible, fue erigido con artes del mismo cielo. Artistas llenos del Espíritu Santo plasmaron bellos ornamentos para el lugar donde la presencia del Dios altísimo reposaría (Éxodo 35:31). Ahora la iglesia envuelta con la embestidura profética del Espíritu, cumpliendo la profecía desde Pentecostés (Joel 2) está trabajando en la tierra para cumplir los planes de Dios e invitar a la humanidad a ser parte de esta familia en Cristo Jesús, que es real sacerdocio y pueblo adquirido para redención.

Los avivamientos del pueblo pentecostal y las grandes hazañas prodigiosas y sobrenaturales del siglo XX, develaron una realidad desconocida por largos años por la iglesia, desde entonces el estudio del Espíritu Santo y la tercera persona de la Trinidad ha ido en aumento y en profundidad.

Las teologías sistemáticas se interesaron en incluir el papel de la realidad de los dones espirituales. Grandes grupos de erudición cesacionista (quienes creen que los dones han cesado desde la era apostólica) han reconsiderado sus posturas, compartiendo una percepción continuista (postura que argumenta que los dones siguen vigentes), o como algunos carismáticos llaman, una visión “pentecostal global”, donde más que adherirse a una denominación histórica (como Asambleas de Dios), se busca en cualquier ala del cristianismo no perder el hilo del asunto de los carismas.

Los dones no son más que “regalos” dados por Dios que cumplen una función específica para todo el ministerio de la iglesia. La “multiforme gracia” es sólo una muestra de la variedad y la diversidad de dones dados a los hombres de parte del Creador.

Por mucho tiempo, la teología pentecostal incentivó una dicotomía entre regalos que son espirituales y dones que se traen de nacimiento (talentos), sin embargo, a pesar de que semánticamente vemos una distinción de listas de carismas de diferente naturaleza en la Escritura, por si mismo la lógica común nos debe decir que no existen dones que no sean “espirituales”.

El Padre de todos los Espíritus, es Espíritu, y nosotros tenemos espíritu. La visión occidental que generó la iglesia Romana y sus emanaciones protestantes no hicieron nada más que incentivar este dualismo falso parecido al gnosticismo, que remarca la importancia de “ciertos dones no espirituales en vigor” y otros que se han perdido o cesado.

El pentecostalismo histórico en sus inicios también erró hacia el otro lado del péndulo. Daba sólo la importancia (a veces fanática y excesiva) a los carismas “espirituales”. En resultado, las aptitudes quedaban como meras cuestiones de nacimiento, pero que no van más allá.

En esto sabemos, que todo don, todo regalo, toda gracia que viene de lo alto, es sobrenatural y en naturaleza espiritual y deben ser amados sin dogmatizar algo que la Biblia no estipula contundentemente. El fin del siguiente escrito es seguir con una postura pentecostal clásica que sea más consistente con la plenitud Escritural sin dejar pasar por alto la naturaleza de las listas paulinas en cuanto a los dones.

LA PROCEDENCIA DIVINA DE LOS DONES PARA SU FUNCIONALIDAD

La Santísima trinidad cuenta con una plenitud perfecta y relacional. A pesar del trabajo de tres personas diferentes y con economías distintas consustanciales y coexistentes, éstas obran en conjunto para la funcionalidad divina. Pablo, identifica la

unidad perfecta de la administración del Dios trino con sus aportaciones para su iglesia, así basando la naturaleza del don de Dios con la siguiente expresión:

1 Corintios 12:4-6 Reina-Valera 1960 (RVR1960)

Ahora bien, hay diversidad de dones, pero el Espíritu es el mismo. Y hay diversidad de ministerios, pero el Señor es el mismo. Y hay diversidad de operaciones, pero Dios, que hace todas las cosas en todos, es el mismo.

A modo de repartición, existen regalos distintos para la iglesia por distintas personas. Es menester recalcar que Pablo a pesar de que nos revela que los dones son distintos en procedencia, todos ellos, tienen una naturaleza ontológica alineada al único Dios. Aunque el Espíritu regale dones de manifestación y Jesús (El Señor) otorgue ministerios, todo, en todo, es el mismo Dios Padre quien efectua todas las operaciones a través de ellos.

Pablo y Pedro (quien también habla de dones en un mucho menor sentido) no están pensando en escribir una teología sistemática donde los lectores entiendan toda la plenitud carismática de Dios; simplemente están atajado un contexto con una necesidad especifica, sin embargo, la labor del teológica es, de una manera u otra, poder desprender la codificación de un sistema doctrinal encriptado en cartas que fueron para personas reales, en lugares reales, con situaciones reales. Dios nos permite leer a Pablo para vaciar el contenido y así aplicarlo para las necesidades espirituales de la iglesia en la actualidad.

Dada la explicación anterior, se podría llegar a una conclusión: El Espíritu da dones, El Señor da ministerios, y Dios da todo esto a través de Él y por ellos. En efecto, no se puede negar la simpleza a prima facie (naturalidad) del entendimiento de este asunto, sin embargo la cuestión no es tan sencilla. Los apóstoles parecen no tener problema en enlistar “dones” y repetirlos en lugares donde se supone que no está hablando de los mismos “dones”.

Si somos estrictos con la expresión de don, las listas que los enumeran en el Nuevo Testamento, presentan algunos de ellos de manera repetitiva, combinándose con otros que no son de la misma “naturaleza”. Si es así ¿los pentecostales hemos errado al hacer una tripartición de ellos según la naturaleza y el diferente pasaje bíblico según la epistola que revele la lista? No del todo. Las listas se muestran casi como unas hechas al azar, como bien se mencionó antes, sin profundizar en una metódica lista teológica, empero, sin errar por completo esto nos enseña la naturalidad con que cada don, sea el que sea, debe estar presente en toda iglesia y debe incentivarse para la producción edificadora en la congregación, a pesar que acertadamente, nuestra tesis mire los dones de distinta procedencia y naturaleza según su función. A continuación se presentan todas las listas y dones mencionados en el Nuevo Testamento:

1 Corintios 12:28

1. Apostol

2. Profeta

3.-Maestro

4.-Milagros

5.Tipos de sanidad

6. Ayudas

7. Administración

8. Lenguas

1 Corintios 12:8-10

9.Palabra de sabiduría

10.Palabra de conocimiento

11.Fe

(5) dones de sanidad

(4) milagros

14. Profecía

15 Discernimiento de Espíritus

(8) Lenguas

16. Interpretación de Lenguas

Efesios 4:11

(1) Apóstol

(2) Profeta

(3) Evangelista

(4) Pastor/Maestro

Romanos 12:6-8

(14) Profecía.

16. Servicio

(3) Enseñanza

17. Alentar

18. Contribuir

19. Liderazgo

20. Misericordia

1 Pedro 4:11

El que habla (que cubre varios dones)

El que prepara algún servicio (que cubre varios dones)

El teólogo y erudito continuista, Wayne Grudem, anotó a su lista otros dos “carismas” que se encuentra en 1 Corintios 7:7 los cuales son, “el matrimonio” y el “celibato”. En especial, estos últimos traen problemas exegéticos en dicha percepción continuista sobre los dones, en primera instancia porque ni siquiera se menciona el celibato y el matrimonio como un don espiritual, simplemente la traducción lo pone de esta manera, pero es lógico pensar que Pablo no tenía en mente que eran carismas espirituales. La declaración anterior no trata de “despreciar” el don de abstinencia sexual, simplemente toma en cuenta que el texto en griego no asevera en ninguna instancia la premisa de Grudem.

Parece ser que el continuismo moderado es algo negligente para profundizar en el asunto. Los carismáticos o este tipo continuistas, miran todos estos dones como parte de la misma naturaleza; concordamos, son dados todos por Dios y espirituales como en un principio se expuso, incluso el celibato puede ser parte del plan de Dios, (aunque sigo creyendo en concreto que la carta no lo establece como a los otros), sin embargo, aunque el apóstol escribía dones que le venían en mente sin pesar en listas exhaustivas en algunas partes de sus cartas, esto no quita la realidad de su naturaleza y procedencia, que bien pueden vaciarse en una clasificación a nuestro entendimiento exegético, teológico, filológico, ¿y por qué no admitirlo? humano.

LA CLASIFICACIÓN DE LOS DONES

Algunos teólogos pentecostales, tras la cita paulina de 1 Corintios 12:4-6, han optado por clasificar dones según la persona de la Trinidad. Es común leer que los dones del Padre (o sus operaciones) pueden referirse a la lista de Romanos 12:6-8, esto, dado a la naturalidad emanada en los regalos del Espíritu y del Hijo que son proclamados de manera sencilla y de lectura natural en las porciones paulinas de 1 Corintios 12:8-10 (dones del Espíritu) y los ministerios dados por el Señor Jesucristo, donde explicitamente se develan en Efesios 4:11. No obstante más allá de los dones del Padre, encontramos que

su función es distinta. Los dones son repartidos por el Espíritu con toda su soberanía con respecto a su función de manifestarse, Jesús nos da un lugar en la iglesia con un ministerio, pero el Padre, es más allá que dador de dones vocacionales, sino que Él es, en última instancia, el que hace posible todas estas cosas, como bien menciona Stanley Horton:

El Padre es el que supervisa el plan de salvación y la expresión de los dones de principio hasta el final. Jesús es quien nos redime y nos coloca en nuestro lugar de ministerio dentro de la Iglesia, que es su cuerpo. El Espíritu Santo da los dones. Las Personas de la Deidad tienen diferentes papeles, pero trabajan vitalmente juntos, integrándose en una perfecta unidad de expresión.

Concordamos entonces, que las listas de dones no son exhaustivas y que se superponen en algunas ocasiones, aun así, algunas si muestran la naturaleza y funcionalidad del regalo, pero todas ellas se dan en un mismo contexto, el de adoración, el de la integración en el cuerpo, edificación y juicio final. Al estar dones del Espíritu, en alguna lista distinta de la esperada, lo único que vemos es el anhelo de Pablo para una unificación y edificación como Iglesia, no todos tenemos las mismas aptitudes, formas, dones y ministerios, por eso nos necesitamos unos a otros. Caemos en cuenta que sistemáticamente podemos clasificar los dones de maneras diferentes, aun con los numerosos puntos de vista, esta es una manera útil en la que podrían presentarse:

a) Dones Vocacionales.

Estos no se encuentran en una carta como de la misma naturaleza cuando Pablo por lo menos trata de explicar alguna relación entre dones, sino que puede sobreponerse con otros y hasta ministerios. Están regados por todas las epístolas que hablan del tema.

Se tratan de capacidades naturales que todo ser humano, como regalo de Dios puede tener y experimentar en su vida. Esto no los demerita y pone un signo de precaución sobre mal entender su naturaleza. En ningún momento se debe desprender la mirada de lo “sobrenatural” en ellos, puesto que la naturaleza encarnacional de dichos dones no anula, ni la parte humana, ni la parte divina, sino que el Dios quien dio dichas aptitudes, usa y capacita todas ellas para un potencial que nunca pudo haberse alcanzado sin el Espíritu Santo. La lista de Romanos 12:6-8 por ejemplo, nos habla acerca del don de servicio, que debe ser ejercido conforme al servir, el que “enseña” que debe usarlo según la enseñanza, el que exhorta, lo ejerce mediante la exhortación, el que reparte con liberalidad, el que preside con solicitud, el que hace misericordia, con alegría.

Así mismo Pablo, antes de mencionar estos, menciona el don de “profecía”, que debe ejercerse conforme a la fe. La diferencia de este don es que, como veremos más adelante, es un don que no viene de ninguna instancia de una aptitud humana, sino directamente manifiesta la Espíritu. Si todos estos dones fueran iguales ¿Por qué la profecía necesita ejercerse por medio de la fe? Declaración que no puede ser ignorada como contrastante. Por ende, es lógico que el apóstol sabe la naturaleza distinta del que tiene el don de profecía a los otros regalos, sin embargo, él los enlista de forma natural y ello tiene la misma función, la unidad en si misma y el provecho de todo lo que Dios nos ha dado para su gloria y para la ayuda de nuestro hermano en Cristo.

Estas aptitudes también pueden encontrarse en la forma litúrgica ideal que Pablo construye en la reprensión a los corintios por el abuso de las lenguas:

1 Corintios 14:26:

¿Qué hay, pues, hermanos? Cuando os reunís, cada uno de vosotros tiene salmo, tiene doctrina, tiene lengua, tiene revelación, tiene interpretación; hágase todo para edificación.

No todos tienen la capacidad de componer un salmo, sin embargo, la inspiración espirtual puede venir sobre aquellos a los que Dios dotó de un talento poético, para la música o para la escritura. Saulo de Tarso les deja un lugar junto a las lenguas, las intepretaciones, a las revelaciones, y a las diferentes manifestaciones del Espíritu.

Con ello queremos decir, que lejos de tener un dogma esclavizante que menosprecie, es importante valorar los dones de nuestros hermanos aun nos parezcan “irrelevantes” pues ellos son potenciados por el mismo Espíritu que reparte y da como

quiere. Son tantos dones de este tipo y con la sobreposición que se encuentra de ellos en los pasajes estudiados sobre el tema, que en definitiva, son necesarios, integrales y complementarios para cada uno de nosotros y con ello, podemos (y se debe) incentivar la busqueda de otros tipos de dones de los que más adelante hablaremos.

b) Ministerios o dones ministeriales.

Repartidos por aquel sublime Maestro que ascendió a los cielos y nos dio por medio de su herencia, una patría celestial, como bien Pablo cita en su carta a los Efesios:

Efesios 4:7-8 Reina-Valera 1960 (RVR1960)

Pero a cada uno de nosotros fue dada la gracia conforme a la medida del don decCristo. Por lo cual dice: Subiendo a lo alto, llevó cautiva la cautividad, Y dio dones a los hombres. Y eso de que subió, ¿qué es, sino que también había descendido primero a las partes más bajas de la tierra? El que descendió, es el mismo que también subió por encima de todos los cielos para llenarlo todo, él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros, a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo.

Tras ver el argumento de 1 Corintios 12 y con respecto a la funcionalidad y naturaleza carismática de los dones, el contexto del pasaje nos enseña claramente los ministerios que el Señor Jesús ha instituido.

A diferencia del lenguaje en el griego utilizado para “carisma” (con respecto al don del Espíritu) aquí el apostol utiliza el vocablo dorea que quiere decir regalo pero en otro sentido. Estos regalos son esas riquezas de gracia para todos y parece más una forma de decir que lo que era imposible antes ahora es accesible para los que creen en el regalo de Cristo. Pablo adapta el Salmo 68:18 para subrayar su argumento. El salmo según la intepretación rabínica refiere a Dios subiendo al monte Sinaí. Así el salmo habla de Jehová dando beneficios a los hombres, “tomaste dones para los hombres y para los rebeldes”.

Luego de haber recibido trubuto y saqueo del del derrotado, un conquistador distribuía la mayor parte de los despojos entre sus soldados. Así el apostol a modo doxológico, habla de la maravilla que Jesús instituye para sus hijos, estos dones ministeriales. Naturalmente del texto vemos que el mismo Señor Jesús después de su muerte constituye servidores y ministros que, junto con dones espiritualesy aptitudes con las que nacieron, dan formación a dicho llamamiento especial. Siguen siendo espirituales y sobrenaturales pero son el llamado personal del Señor Jesucristo el cual instituye con autoridad.

c) Dones espirituales (dados por el Espíritu Santo)

Los dones espirituales impartidos por el Espíritu Santo son totalmente diferentes a los expuestos anteriormente. Es imposible no dialogar los problemas que se sucitan si no logramos ver su diferente naturaleza y función a la de los vocacionales y ministeriales. De hecho, esta clasificación es el meollo de la controversia entre carismáticos y pentecostales, continuistas y cesacionistas. Aun así, al analizar las cuestiones que se sucitan en la iglesia de Corinto y su genuina naturaleza problemática no pueden evadir el ser discutidas. Todo estudioso de la Biblia y teólogo no puede evitar asombrarse en ver una relación carismática sobrenatural con el libro de Hechos y 1 Corintios. Gordon P. Gardiner en su libro “acerca de los dones espirituales” nos dice:

Las reuniones corrientes, tal como se describen aquí son indudablemente extraordinarias, llenas de operaciones sobrenaturales. Al mismo tiempo, Pablo habla de estas manifestaciones, no como algo fuera de lo común, sino más bien como algo natural… el ejercicio de estos milagrosos poderes está expuesto tanto en el libro de Hechos como en las Epístolas como algo de ordinaria ocurrencia, y en ese tno de quieta (a menudo incidental) alusión en la cual mencionamos los hechos de nuestra vida diaria”

Sí, es verdad que todos los dones son espirituales, pero no es menos verdad que estos dones espirtuales de los Corintios van de la mano con la sobernía del Espíritu Santo. Es notable de igual manera tácitamente, la palabra “dones” desaparece en el primer versículo del capitulo 12 de 1 de Corintios. La traducción diría “dones espirituales” pero Pablo hablando en su contexto utiliza sólo la palabra “pneumátikos”, es decir… “no quiero hermanos que ignoren acerca de los espirituales” el hecho de implicitamente evitar el llamarlos don, está demostrando una diferente naturaleza de ellos y dándoles una conceptualización intrínseca. Se tratan dones del Espíritu que solamente él da. Esto es completamente coherente con lo que después expresa en el versículo 7 antes de empezar a mencionar cada uno de estos carismas: “Pero a cada uno le es dada la manifestación del Espíritu para provecho”. Gardiner dice:

Son indudablemente la manifestación del Espíritu mismo de Cristo. No son, de ninguna manera, de origen humano..La palabra “provecho” en el original griego, aparece como una consecuencia adicional al hecho de recibir la manifestación del Espíritu y así debería ser traducida”

Lo más interesante es que Pablo en ninguna instancia está contrarestando una posible falsa percepción de los corintios sobre las lenguas y ese tipo de dones que ellos veían como “mejores”, sólo es crítico con la cuestión práctica en la liturgia de la asamblea, de hecho, él mismo dice, “no quiero que los ignoren de los espirituales (pneumatikos)”, “me alegro que yo hablo más lenguas que todos ustedes”. Frases como esas no son una apología para evitar desearlos y decir que de una u otra manera, tienen una procedencia diferente a los otros citados en otras cartas (como muchos carismáticos de la tercera ola alegan). Pablo despues de su discurso y de enlistarlos, escribió otra lista donde ministerios y dones vocacionales se encuentran juntos, uno de otros, encerrados en preguntas retóricas.

1 Corintios 12:28-31

Y a unos puso Dios en la iglesia, primeramente apóstoles, luego profetas, lo tercero maestros, luego los que hacen milagros, después los que sanan, los que ayudan, los que administran, los que tienen don de lenguas. ¿Son todos apóstoles? ¿son todos profetas? ¿todos maestros? ¿hacen todos milagros? ¿Tienen todos dones de sanidad? ¿hablan todos lenguas? ¿interpretan todos? Procurad, pues, los dones mejores. Mas yo os muestro uncamino aun más excelente.

Algunos cesacionistas y continuistas defienden una lectura que propone que las lenguas no son primordiales y deben ponerse en último lugar (junto a la interpretación) Pablo, de nuevo, sólo usa el rango en los tres primeros (que curiosamente son ministerios), de ahí en adelante los demas carismas son sólo citados al azar, por lo cual, Saulo no tiene la idea armar una estructura conceptual mucho menos de dones prioritarios, la naturaleza en si de su dicho viene para tres propósitos.

La necesidad de unidad de todo lo instituido por Cristo y el Espíritu, la urgencia de comunión en esta iglesia era algo que Pablo tenia y quería solucionar. También como antes mencionamos una y otra vez, la sobreposición para exhortar a la edificación de todas las partes que se necesitan de una o la otra. Esto se ve con sus declaraciones finales, “Procurad, pues, los dones mejores”. Esto quiere decir que todo creyente debe anhelar la manifestación de Espíritu Santo en su vida y es a través de estos regalos con funcionalidad carismática, se deben procurar esos mejores dones, que por simple lectura, sabemos que son el centro del problema, el exceso de lenguas y su mal uso, sin embargo, no dejan de ser los mejores. Saulo de Tarso tiene que recurrir a su discurso del amor para enseñar un camino mejor y pleno para el ejercicio del poder de Dios. Todo ese hermoso y poético emblema retórico del siervo de Dios, que dice, en parte profetizamos, en parte conocemos y sin amor, nada soy, termina en 1 de Cor 14 con “así que hermanos no impidáis el hablar en lenguas…”

Es lógico que este tipo de dones, por su exhuberancia y poder, podían llevar a una actitud de arrogancia a los creyentes y por eso, ante todo, se necesitaba fomentar el amor para un cabal uso en humildad de estos maravillosos carismas. Que estos dones son especiales y que Pablo los enlista certeramente pensando en su valor se puede ver en la concepción judía que el mismo Craig S. Keener, erudito carismático del Nuevo Testamento y postulante de la visión del pentecostalismo global, afirma en su cometario del contexto cultural de la Biblia sobre los dones mejores:

Los judíos y los paganos antiguos consideraban extraordinario que algunas personas en una congregación tuviera algunos de estos dones, tales como profecía o hacer milagros, que consideraban raros… los dones mayores los define la necesidad del resto del cuerpo. La mayoría de los judíos creía que solo un pequeño número de hombres muy consagrados podían hacer milagros; la idea de que cualquier creyente podía perdirle a Dios dones que fueran más útiles para su pueblo ni siquiera se oía. Los primeros cristianos democratizaron lo sobrenatural; creían que Dios podía obrar activamente en la vida diaria

de todo creyente. Con esto en mente ¿a caso no Cornelio era un hombre que hacía limosnas?, ¿no habían hombres piadosos que servían con misericordia, sin tener un conocimiento pleno de Cristo antes de convertirse? Las respuestas serían afirmativas, dejando espacio a un misterio interesante. La clasificación habitual de los dones espirituales se divide en tres:

Dones de revelación:

El mensaje de sabiduría

Don de ciencia

Discernimiento de Espíritus

Dones de poder:

Milagros

Sanidades

Fe

Dones de palabra o adoración:

Profecía

Interpretación

Género de Lenguas.

LA FUNCIÓN DEL BAUTISMO EN EL ESPÍRITU SANTO PARA EL RECIBIMIENTO LOS DONES ESPIRITUALES

Lo importante es que la experiencia inicial (bautismo en el Espíritu Santo), evidenciada por las lenguas, sólo es una apertura hacia otras dimensiones de la vida en el Espíritu. Esta experiencia distintiva inicial, conduce a una vida de servicio en la cual los dones del Espíritu proporcionan poder y sabiduría para la propagación del evangelio y el crecimiento de la iglesia”

Stanley Horton, “El Espíritu Santo revelado en la Biblia”

El bautismo en el Espíritu se convierte en la entrada en una forma de adoración que bendice a la asamblea de los santos de Dios. El bautismo es la puerta que conduce a los variados ministerios del Espíritu llamados dones, entre los que se incluyen muchos ministerios espirituales”

William W.Menzies y Stanley M. Horton, “Bible Doctrines: A Pentecostal Perspective.

La entrada a la vida espiritual de los dones del Espíritu no puede ser disfrutada sin antes no ser bautizado con el Espíritu Santo. La promesa profética de Joel 2 se cumplió en el Pentecostés (Hechos 2) donde los creyentes unánimes recibieron la promesa de poder que el Señor Jesucristo les había prometido, la prueba de ello, es que la promesa recibida tuvo una “manifestación espiritual” que fue la glosolalia. Es importante notar que la actitud cuando se recibía este don del Espíritu iba ligado a la adoración, y también a algún otro don del Espíritu que palpaba la realidad carismática tras la evidencia inicial. La expresión en día de Pentecostes de los judíos extrangeros crédulos tras ver la adoración poderosa de los 120 fue:“les oímos hablar en nuestras lenguas las maravillas de Dios” (Hch 2:11) La actitud de los de la circuncisión para con los gentiles también fue en un plano de adoración, y la razón por la que supieron que se trataba del don del Espíritu (bautismo en el Espíritu) fue: “Porque los oían que hablaban en lenguas, y que magnificaban a Dios”. (Hch 10:46)

El don que se manifesto junto con las lenguas cuando Pablo impuso manos sobre los discípulos Efesios fue el de profecía (don intimamente ligado y de la misma especie): “y habiéndoles impuesto Pablo las manos, vino sobre ellos el Espíritu Santo; y hablaban en lenguas, y profetizaban”. (Hch 19:6)

El bautismo en el Espíritu es una investidura profética y de poder para la vida victoriosa en la testificación y la evidencia inical es el hablar en otras lenguas. Es imposible, ciertamente, separar esta experiencia descrita en Hechos por Lucas y la experiencia de los Corintios. Algunos grupos cesacionistas, que niegan rotundamente la vigencia carismática, afirman que el don de lenguas sólo se manifestó para la unión de pueblos por los idiomas hablados. Su manera de concebirlo es como si fueran dispensaciones de apertura del evangelio, primero a judíos (Hechos 2) y después a gentiles (Hch 10). Sin embargo, Hechos registra otro caso de lenguas en el capítulo 19 que rompe con el simbolismo de apertura a las naciones y que no enseña uniformidad.

¿Cómo relacionamos el bautismo en el Espíritu con la evidencia inicial de hablar en otras lenguas con los dones espirituales de 1 de Corintios? La bisagra que une estas dos realidades, sin duda es la glosolalia. Personalmente he llegado a una conclusión de que la doctrina carismática aun no estaba del todo desarrollada cuando Pablo escribía a la iglesia desunida Corinta. De hecho, la Trinidad también es una doctrina histórica del cristianismo, aunque su enseñanza fue estructurada después de la época de los escritores Neotestamentarios las raíces estaban ya en el pensamiento apóstolico y moldeaban la liturgia, la adoración y los cultos del cristianismo primitivo. Aunque es especulativo, quizá este mismo fenómeno pudo haber sucedido con el tiempo transcurrido entre Pablo y Lucas y sus tratados teológicos. Hechos por ejemplo, fue escrito después de las cartas paulinas como 1 a los Corintios. Lucas tiene una pneumatología (Teología del Espíritu) distinta a la Paulina, pero no debe verse como contradictoria, sino complementaria, un “todo”.

Mientras Pablo aborda temas con respecto a la obra santificadora del Espíritu y trata de ser más pastoral para el contexto del destinatario, Lucas quiere dejar un modelode la iglesia ideal que Jesús instituyó y la cual no debemos olvidar, incluyendo en anhelo del poder de lo alto que todo creyente debe esperar como su propia promesa hecha por Dios para su vida.

No obstante, la tensión que existe entre Lucas y Pablo con el tema de las lenguas pueden ser una mala percepción si leemos un autor bajo el lente de otro. Lo preferencial es respetar las dos teologías y complementar a los dos escritores, de tal manera que no hagamos violencia a uno y a otro. Pablo, como hemos visto a lo largo de nuestro viaje, tiene en mente la edificación unos a otros con el don que Dios ha puesto en la vida del cristiano, sin embargo, existe un punto clave que hasta suena egoísta y por eso tanta gente puede despreciar el hablar en otras lenguas. La realidad es que sin intérprete, las lenguas no pueden cumplir con el papel de edificación retroalimentario, y aun así, siguen siendo un don, un don personal (1 Cor 14:4).

Si la importancia de los dones está en la necesidad de edficación unos a otros, entonces, ¿por qué las lenguas por si solas cumplen edificación propia?, ¿no esto representa el deseo de Moisés que cada hombre sea sacerdote propio y profeta de Jehová? El único don de edifación, que rompe el orden congregacional, litúrgico para hablar con Dios privadamente o para si mismo (1 Cor 14:28) pero al mismo tiempo también sirve como arma ofensiva en contra del enemigo: “orando con toda oración y súplica en el Espíritu” (Ef 6:18). La naturaleza del don, entonces es doble, de uso personal e individual en diferentes contextos, y de edificación para otros si existe el intérprete. Gordon Fee, que es un erudito pentecostal moderado, admite que la perspectiva pentecostal es mas equilibrada con la naturaleza de los textos de Hechos y Pablo, y esto es lo que hace que su formación teológica del tema de las lenguas y los dones, es complementaria:

“La interpretación pentecostal, por otro lado, toma en cuenta todos los pasajes primero, y luego junta una teología holística de las lenguas.” (Gordon Fee, respuesta a preguntas a continuistas por parte de Tony Lee Ross Jr)

De esta manera, no podemos atenuar la realidad de Pablo en Corintios, la evidencia inicial a pesar de ser el hablar en otras lenguas, no necesariamente el creyente recibirá el don de diversos géneros de lenguas, aunque, con la llenura constante del Espíritu, probablemente pueda ejercitarlo para utilizarlo en la congregación y también en su oración propia, pues no olvidemos las palabras del apostol que con su corazón positivamente decía: “Yo quisiera que todos hablarais en lenguas” (1 Cor 14:5). Es verdad que existe esa tensión teológica paulina y lucana, pero cuando la Biblia se lee complementariamente, podemos llevar una vida equilibrada y sostener, que recibiendo el poder de lo alto, cosas mayores veremos, y con la progresiva llenura, avivando el fuego del don que hay en nosotros como Pablo le dijo a Timoteo, se crece en gracia y con una eficacia distinta a las demás.

El movimiento Pentecostal ha sacudido al mundo entero, ¿Cuál es el punto primordial para la conclusión de éste artículo?, simple, el que habla en lenguas al ser lleno del Espíritu, tiene una cosmovisión del mundo totalmente diferente. El que a carne propia vive esa experiencia tan hermosa y de éxtasis genuino, se atrave a vivir los dones espirituales, anhelarlos y buscarlos, así cumpliendo la función encarnacional.

Para el bautizado con Espíritu Santo, esta gama de regalos se hacen palpables en su vida y la naturaleza práctica es presente en todo su caminar cristiano. Tras estudiar grupos carismáticos o continuistas he podido notar en realidad la falta de vivencia de dones. Sin el afan de generalizar, su argumento exegético es digno de ser leido, su hermeneútica es sólida, sin embargo, la práctica queda muy corta, no hay un incentivante para vivir en plenitud la vida espiritual empoderada que Hechos nos presenta (evitando hablar de los excesos en grupos neo pentecostales), que si bien no es lo más importante del viaje cristiano, los pentecostales, a través de la glosolalia, hemos impactado al mundo entero.

El pentecostalismo seguirá impactándo naciones si se atreve a creerle a Dios y si sigue anhelando el bautismo en el Espíritu, que es la puerta que se abre ante la vida de un mortal a otra realidad espiritual y a cosas mayores, que en el nombre de Jesús, el creyente puede presenciar en vida.

BIBLIOGRAFIA:

- TEOLOGÍA SISTEMÁTICA, STANLEY M HORTON

- PENTECOSTÉS, ESTA HISTORIA ES NUESTRA HISTORIA. ROBERT MENZIES

- William W.Menzies y Stanley M. Horton, “Bible Doctrines: A Pentecostal

Perspective.

- Stanley Horton, “El Espíritu Santo revelado en la Biblia”

- Cometario Del Contexto Cultural de la Biblia, Craig S Keener

- Acerca de los dones espirituales, Gordon P. Gardiner

- Teología Sitemática, Wayne Grudem

Coco Canto


 
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Comentarios: 2

  1. Roberto Saldías Roa

    Excelente página que Dios les bendiga

  2. Magdalena Sánchez

    Excelente estudio, gracias por seguir escribiendo sobre la existencia y vigencia de los dones del Espíritu Santo!!

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