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El problema actual del analfabetismo bíblico

Por publicado originalmente en CONOZCA edición 2020.1

Por Jaime Mazurek

 

 

Bien recuerdo la pasión y desesperación que se sentía en la voz del joven predicador. La ocasión fue el Concilio General de las Asambleas de Dios de E.U.A., en la ciudad de Denver, en el año 2005. Era un culto especial para jóvenes, y Bryan Jarett, de apenas treinta y un años de edad, les imploraba,

Yo sé que ustedes son la generación con más estudios de toda la historia de las Asambleas de Dios. Sé que lo saben hacer todo – hacer sus tareas, mirar televisión, navegar en Internet, hablar por celular y escuchar lo que les dice su mamá – ¡y hacerlo todo a la vez! Son los campeones del “multitasking”. Pero a pesar de eso, ¡son la generación más bíblicamente analfabeta de toda nuestra historia! Sé que aman al Señor. Sé que saben cómo la cosa se siente… pero, (levantando la Biblia) ¡no saben cómo decirme dónde se encuentra!

El problema del analfabetismo bíblico en los Estados Unidos es enorme, y en este artículo citaré de algunas fuentes que han estudiado el asunto ahí en profundidad. Sin embargo, la juventud evangélica de América Latina también adolece del mismo problema.

El investigador norteamericano Ed Stetzer declara:

Durante los últimos veinticinco años, estudio tras estudio ha demonstrado que los cristianos americanos dejan de leer sus Biblias cada vez más. No indagan en sus Biblias, no conocen sus Biblias. La verdad es obvia: vivimos en una cultura bíblicamente analfabeta.1

Según Albert Mohler, un estudio reciente reveló el triste estado del conocimiento de la Biblia en los Estados Unidos.2 A continuación, una muestra de los resultados:

  • El 82% de los norteamericanos cree que el refran “A quien madruga, Dios ayuda” es un texto bíblico. Entre los evangélicos, es el 81%, una mejoría de solamente el 1%.
  • Menos del 50% puede nombrar los cuatro evangelios.
  • La mayoría de evangélicos norteamericanos no puede nombrar a más de tres de los doce discípulos.
  • El 60% no puede nombrar más de cinco de los diez mandamientos
  • El 50% de los jóvenes encuestrados piensan que Sodoma y Gomorra son los nombres de una pareja homosexual, y no dos ciudades.
  • Un porcentaje importante cree que el Sermón del Monte fue predicado por Billy Graham.

Y el tiro de gracia fue…

  • El 12% de los norteamericanos cree que Juana de Arco fue la esposa de Noé, el que construyó el “arca”.

Aunque usted . . . no lo crea.

 

 

No sé de algún estudio similar que se haya realizado en América Latina, pero sospecho que también arrojaría resultados preocupantes.

La Biblia no es el único libro que la gente ha dejado de leer. Gracias a la revolución digital, la generación actual lee mucho menos que las generaciones previas. Vivimos en un mundo lleno de pantallas digitales donde aparece toda suerte de comunicación por medio de video. Muchos dicen, ¿Para qué leer algo, si puedo ver la película?

Sin embargo para los cristianos no debe ser así. Entendemos y creemos que la Biblia es la perfecta Palabra de Dios. Es en la Biblia donde encontramos la revelación de Dios para el hombre. No es un libro como cualquier otro. Es la Palabra de Dios, inspirada por el Espíritu Santo, – inerrante e infalible. No hay substituto para la Biblia.

¿Cómo puede el joven guardar puro su camino? Guardando tu palabra.

Con todo mi corazón te he buscado; no dejes que me desvíe de tus mandamientos.

En mi corazón he atesorado tu palabra, para no pecar contra ti.

Bendito tú, oh SEÑOR; enséñame tus estatutos.

He contado con mis labios de todas las ordenanzas de tu boca. – Salmo 119:9-13 (LBLA)

El problema del analfabetismo bíblico no es por falta de Biblias. En el español, contamos con una gran cantidad de versiones, de bajo costo y fácil lectura. Abundan las ofertas de Biblias gratis que se pueden descargar para la computadora o el teléfono celular. Si no estamos leyendo la Biblia no es por que no tenemos acceso.

 

¿Cómo llegamos a este estado?

Como ya se señaló, durante las últimas décadas, gracias a la tecnología digital y el Internet, la gente en general lee menos que antes. Sin embargo, temo que en las iglesias tanto los ministros como los miembros hemos todos aportado aun más al problema. A continuación señalo algunas realidades que atentan contra nuestra disciplina personal en cuanto a la lectura y el estudio de la Biblia.

 

1.  Hogares sin vida devocional – Las Escrituras afirman que el aprendizaje de la Palabra de Dios empieza por casa.

Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón;y diligentemente las enseñarás a tus hijos, y hablarás de ellas cuando te sientes en tu casa y cuando andes por el camino, cuando te acuestes y cuando te levantes.” – Deuteronomio 6:6,7 (LBLA)

La enseñanza de la Palabra de Dios a los niños no es prioritariamente tarea de la iglesia local, sino de los padres. El problema es que en muchos hogares cristianos ya no se tiene la costumbre de celebrar un tiempo devocional diariamente, con lectura de la Biblia y oración, dejando esa responsabilidad en manos de la iglesia. Y para complicarlo aun más, muchas iglesias han dejado de enseñar la Biblia a los niños. La Escritura es clara al afirmar que quien debe liderar en el devocional diario familiar no es la madre, sino el padre de familia. Es vital que los niños vean a su padre no solamente como el hombre que trabaja para poner el pan en la mesa, sino también como el sacerdote de la familia, el que les enseña las verdades de la Biblia y es un modelo de devoción y oración.

 

2.  Distracciones – Vivimos en un mundo lleno de distracciones que compiten para nuestra atención. Hoy se viven estilos de vida llenos de trabajo, transporte urbano y diversas actividades sociales, deportivas y recreativas, además de televisión por cable, YouTube, Face Book, mensajes de texto, juegos de video, WhatsApp, y un sin fin de medios de entretención y comunicación social que llenan nuestros tiempos libres hasta rebosar. La lectura de la Biblia queda olvidada y pasada por alto en medio de tanta bulla. La gente lamenta que simplemente no tiene tiempo para leer la Biblia.

Lamentablemente hay distracciones aun dentro de las iglesias. Invertimos grandes recursos para levantar grandes templos que parecen teatros – llenos de equipo de luces, sonido y hasta butacas de teatro y máquinas de humo, y poco o nada en infraestructura educativa, salas de clase bien equipadas para un ministerio de enseñanza y discipulado eficaz para todas las edades.

 

3.  Eliminación de la Escuela Dominical y del estudio bíblico sistemático - Hace unos veinte o veinticinco años surgió en muchas iglesias una tendencia de eliminar la Escuela Dominical, por considerarla como algo anticuado y de poco interés para la gente. Sin embargo, la solución para eso no era la eliminación de la Escuela Dominical sino su fortalecimiento y modernización. La Escuela Dominical, Escuela Bíblica, o como usted lo quiera llamar, tiene una importancia singular, pues es el medio para la instrucción contínua y estructurada de los niños, adolescentes, jóvenes y adultos en las verdades de la Biblia. Si dejamos a los niños y adolescentes sin una buena base de conocimiento bíblico, cuando sean mayores no contarán con el fundamento necesario para expresar su fe y seguir profundizando su estudio bíblico, ni con los paradigmas bíblicos necesarios para la toma de decisiones éticas importantes y difíciles en la vida.

Pero no solamente carecemos de Escuela Dominical. En muchas iglesias ya no se realizan estudios bíblicos sistemáticos, donde se considera un libro a la vez y se le estudia con rigor exegético, capítulo por capítulo y versículo por versículo. Los cultos de media semana de estudio bíblico han ido desapareciendo.

 

4.  Falta de predicación expositiva - Otra causa del auge del anafabetismo bíblico actual es la falta de buena predicación bíblica y expositiva desde nuestros púlpitos. Tristemente, muchos pastores no invierten las horas necesarias de estudio del texto bíblico para entregar un mensaje verdaderamente expositivo de la Palabra de Dios; un mensaje interesante, que capta la atención, que genera hambre de mayor estudio de la Palabra. En lugar de eso, se predican temas existenciales que están de moda y que no demandan rigor exegético – como la teología de prosperidad, las seudo-sicologías de auto-ayuda, o temas netamente alegóricos. Si la predicación del pastor no muestra mayor interés en las profundidades de las Escrituras, dificilmente la congregación se motivará para estudiarlas. Según Mohler, “Creyentes que carecen de conocimiento bíblico son el producto de iglesias que han marginalizado al conocimiento bíblico.”3 Es tarea de todo pastor y maestro asegurarse que quienes le escuchan estén creciendo en su conocimiento y comprensión de la Palabra de Dios, correctamente interpretada.

 

5.  Confianza indebida - Otro factor importante que ha contribuido al analfabetismo bíblico es el engañoso sentimiento de confianza que uno ya conoce bien la Biblia, que ya lo sabe todo y no necesita estudiarla más. Pero esta clase de arrogancia solamente indica una falta de hambre de Dios y de su Palabra. Debemos entender que la Biblia es una fuente inagotable de verdad divina y que su estudio cuidadoso y profundo es tarea de toda la vida. Un auténtico estudiante de la Biblia humildemente reconoce cuánto hay de la Palabra de Dios que aun no conoce en profundidad, y no está conforme con lo que ya ha aprendido. Como solía decir el hno. Verne Warner, primer director del Instituto de Superación Ministerial, “El día que dejes de estudiar, es el día cuando comienzas a morir.

 

¿Cómo solucionar el problema del analfabetismo bíblico?

La Iglesia del siglo xxi experimenta una crisis y no hay tiempo que perder. Es imprescindible que esta actual generación de creyentes – adultos, jóvenes, adolescentes y – sobre todo – niños, no sean victimas del analfabetismo bíblico.

 

1.  La solución empieza por casa -

Es urgente que animemos a los padres a cumplir la importante tarea de hacer lectura y estudio de la Biblia en la casa, con los hijos.

Volvamos a ver las palabras de Moisés,

Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón;y diligentemente las enseñarás a tus hijos, y hablarás de ellas cuando te sientes en tu casa y cuando andes por el camino, cuando te acuestes y cuando te levantes.” – Deuteronomio 6:6,7 (LBLA)

La frase “hablarás de ellas cuando te sientes en tu casa” revela que el devocional diario en el hogar no debe ser algo que acontece por casualidad, de vez en cuando. Debe ser planeado, diario, a una misma hora en un mismo lugar. Que sea parte de la rutina diaria normal, para que todos los miembros de la familia entiendan que es un parte integral de la vida en familia.

La frase “cuando andes por el camino” nos habla de como se deben aprovechar instancias imprevistas, por ejemplo cuando se está de viaje, para enseñar la Palabra de Dios a los hijos.

La expresión “cuando te acuestes y cuando te levantes” tiene relación con los saludos de buenas noches y buenos días que se decían en las familias hebreas. Es decir, se ha de fomentar una cultura bíblica en el hogar. Hoy en día esto se puede producir mediante el tocar música cristiana ambiental, decorar la casa con arte cristiano, con pasajes bíblicos. Que sea evidente que el hogar es un hogar cristiano que honra y adora a Dios.

El mandamiento de que los padres enseñen las cosas de Dios a sus hijos no se limita al Antiguo Testamento. El apóstol Pablo, escribiendo a los efesios, dio la siguiente instrucción:

Y vosotros, padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos, sino criadlos en la disciplina e instrucción del Señor.” – Efesios 6:4 (LBLA).

La palabra “disciplina” en el texto griego es paideia, lo cual significa “educación, cuidado o disciplina de niños”. La palabra “instrucción” es nouthesia, que se traduce mejor como “advertencia”.  Es decir, los padres deben instruir, corregir, y advertir a sus hijos de los peligros de una vida lejos de Dios, y sobre las bendiciones de una vida entregada al Señor. ¡Cómo sería nuestra sociedad si todos los padres fuesen obedientes a las Escrituras en este importante punto!

.

2.  Las iglesias necesitan recuperar la centralidad de la Palabra de Dios

Las iglesias no deben ser lugares de espectáculos de luz y sonido, donde año tras año un puñado de gente trabaja y centenares o hasta miles cumplen el rol de simplemente ser el público espectador. Deben ser centros de adiestramiento de discipulos de Cristo para la obra del ministerio. Dios dio los dones ministeriales a la Iglesia “a fin de capacitar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo.” – Efesios 4:11 (LBLA).

La Iglesia no existe simplemente para formar un numeroso público espectador, sino para crear y reproducir ministros de Cristo. Para ese fin es imprescindible que cada iglesia local elimine el analfabetismo bíblico entre sus filas. Esto se debe hacer mediante programas de discipulado y educación bíblica sistemática para todas las edades.

Es imprescindible que la predicación en nuestras iglesias sea expositiva. Que al final de cada servicio los hermanos digan, “¡Wow! Ahora entiendo ese pasaje de la Biblia. ¡Qué tremendo estuvo ese sermón!” Que la gente salga aun más enamorada de la Palabra de Dios y motivada para seguir leyendola en casa.

Además de eso, debemos enseñar a nuestras congregaciones los principios y métodos del estudio bíblico para que ellos mismos puedan avanzar en su estudio personal de la Palabra. Al pasar el tiempo deben aprender las particularidades fundamentales de cada libro de la Biblia, tal como autor, receptores, ocasión y propósito. Deben avanzar hacia el aprendizaje de los principios básicos de la hermenéutica y la interpretación bíblica.

 

3.  Debemos volver al paradigma bíblico del crecimiento cristiano

Los apóstoles exigían crecimiento de los miembros de las iglesias que fundaban. El escritor de la epístola a los Hebreos reclamó,

“Pues aunque ya debierais ser maestros, otra vez tenéis necesidad de que alguien os enseñe los principios elementales de los oráculos de Dios, y habéis llegado a tener necesidad de leche y no de alimento sólido.” – Hebreos 5:12 (LBLA)

El escritor de Hebreos estaba escandalizado por la existencia de hermanos que llevaban bastante tiempo en la iglesia y que aun no habían aprendido casi nada. La expectativa que se tenía en ese tiempo era que después de cierto tiempo aprendiendo la Palabra de Dios, todos avanzarían en su ministerio según sus dones, algunos llegando a ser maestros de la Palabra. Eso implica un excelente estudio de la Palabra de Dios, y para nada, un analfabetismo bíblico. Debemos retomar ese mismo propósito. La iglesia no puede ser un lugar donde la mayoría de las personas son poco más que calienta-bancas. Yo personalmente he estado en iglesias donde hermanos con más de veinte años de membrecía no se atreven siquiera a orar por la ofrenda. Es urgente que tratemos con el analfabetismo bíblico y ayudemos a los hermanos a descubrir y poner en uso todos los dones que Dios les da.

 

Conclusión

En conclusión, el analfabetismo bíblico no es una cosa sin importancia e inconsecuente. Todo lo contrario, donde hay poco conocimiento de las Escrituras, además de una relación con Dios empobrecida, la brújula de moralidad que gobierna las decisiones que uno toma en la vida queda irremesiblemente descompuesta. Ya se aprecia en el mundo evangélico latinoamericano como la falta conocimiento de principios bíblicos ha contribuido a una desvaloración del matrimonio y un aumento de convivencia extramatrimonial, aun entre personas que afirman conocer a Cristo.

Es vital que en todo creyente se fomente una cosmovisión y una cultura bíblica, desde la más temprana edad. Es esencial para que pueda vivir como un cristiano victorioso en un mundo cada vez más anti-cristiano. Esto no se va a lograr con otra cosa que la Palabra de Dios.

El analfabetismo bíblico es un problema serio que debemos atacar sin demora. Que el Señor nos ayude a impulsar el estudio de su Palabra en nuestros propios hogares y en cada ministerio donde servimos al pueblo de Dios.

“¡Cuán bienaventurado es el hombre que no anda en el consejo de los impíos, ni se detiene en el camino de los pecadores, ni se sienta en la silla de los escarnecedores, sino que en la ley del SEÑOR está su deleite, y en su ley medita de día y de noche!

Será como árbol firmemente plantado junto a corrientes de agua, que da su fruto a su tiempo, y su hoja no se marchita; en todo lo que hace, prospera.” – Salmos 1:1-3 (LBLA)

 

 

 

 

1Ed Stetzer, “Tonto y más tonto: como el analfabetismo bíblico destruye a nuestra nación”. En Internet en http://www.charismamag.com/life/culture/21076-dumb-and-dumber-how-biblical-illiteracy-is-killing-our-nation. Accesado el 15 de julio, 2020.

2Albert Mohler, “El escándalo del analfabetismo bíblico”. En Internet en https://albertmohler.com/2016/01/20/the-scandal-of-biblical-illiteracy-its-our-problem-4, Accesado el 15 de julio, 2020.

3Idem.

Jaime Mazurek B.


 
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Comentarios: 18

  1. Carlos Moreira

    Gracias pastor Jaime por tan gran aporte para los cristianos de hoy, Dios siga usandolo aun mas.
    Shalom.

  2. Carlos Moreira

    Dios le siga usando aun mas pastor Jaime de gran aporte para el mundo cristiano evangelico.
    Shalom.

  3. Nereida Argüelles Ferrétiz

    Hace 8 ó 9 años, ya venía haciendo esta observación. Es una tragedia que esta generación sea más ignorante de las Escrituras y tenga más habilidad en redes sociales y otros distractores. Tenemos un enorme desafío.

  4. Arturo ramirez

    Fui alumno suyo en CET/ ADD
    Fui bendecido por sus clases. los ramos que tome con usted fue hermenéutica y Daniel Apocalipsis. Siempre admiré sus magistrales materias.Dios lo siga usando, ahora leí gustosamente lo que publicó de manera excelente Saludos

  5. Alejandro

    No es primera vez que recibo lo mismo en cuanto a la normalidad que se ha instalado el “vivir” en pareja extra matrimonial. Y además dentro de familia “cristiana”. Tengo dos hijas en esta “situación”. Qué puedo decir en mi caso y que pueda reflejar tal vez a otros? Siento no haber conocido y abrazado a Cristo, por lo menos, cuando empezaba a formar familia. Me toca instruir nietos? Que bien por quienes tuvieron padres presentes y cristianos. Pero, de algo estoy seguro, seguiré siendo fiel, convencido que podré cumplir algún día el propósito que tuvo Dios conmigo al darme esta mi vida. Bendiciones

  6. Neptaly Reyes

    Muy interesante, volvamos a la instrucción de la palabra de Dios en los hogares e iglesias!Sigamos enseñando las Sagradas Escrituras en el hogar y donde el Señor nos lo permita!

  7. Juan Abel Encarnación

    Dios te bendiga Jaime, gracias por tan revelador y contundente artículo, desnuda una realidad a la que tenemos que poner atención urgente.

  8. Juan Carlos

    Excelente articulo.
    Un abrazo fraterno, y gracias por sus escritos siempre edificantes.

  9. Luoita Ancona

    Dios le Bendiga. Pastor y Maestro Jim.
    Siempre es una bendición leer sus escritos, he tenido de escucharlo en pocas ocasiones. Fue maestro de mi esposo en ISUM. Y una servidora es su alumna por Youtube. Dios le siga bendiciendo.

  10. Angelo Becerra

    Excelente aporte, mil gracias por pronunciarse y dejar un precedente sobre nuestra gran responsabilidad de ser respuesta a esta problemática tan seria en la actual iglesia. Mil bendiciones

  11. Lidia Lewczuk de Masalyka

    Es mi preocupación también, con mi esposo hacemos lo posible para que la Clase Bíblica sea la ocasión más esperada de la semana. Ahora por you tube los viernes seguimos igual, y vemos que niños y viejos esperan con ansias.

    Es una mentira que la gente no entiende o no le importa, cuando hay oración y creatividad, se transformó en un medio de salvación de familias enteras, los niños traen a los mayores. Es un gusto de leerlo..lo admiro desde Córdoba Argentina….hasta las galaxias un abrazo…

  12. Vicente Ulloa

    Bendiciones Jaime
    Desde que te escuché por primera vez hablar del tema, asumí que debía exponerlo también como una realidad nuestra que hay que solucionar. Al escucharlo esa vez fue duro, pero muy motivador para llevar a otros al conocimiento de Cristo a través de la Palabra. Un abrazo y gracias por publicarlo.

  13. Medardo Chavez

    Excelente querido maestro y ministro de la Palabra de Dios,es tiempo oportuno para erradicar el analfabetismo bíblico porque la sociedad lo necesita y nuestro Sabio Dios nos lo demanda.

  14. Hilda Pérez Rergis

    Una delicia, como siempre, leer y asimilar sus artículos. Muy edificante. Gracias profe. Un abrazo.

  15. vilma Mena

    Excelente Pastor! Ya era tiempo que alguien dijera la cosas como son!

  16. Carlos Guevara

    Somos un ministerio de Frahmad de las Asambleas de Dios, dado y guiado por el Espíritu Santo.

    Estamos a su servicio para compartirles lo que el Espíritu Santo nos hs dado. Les amamos hermanos en Jesucristo.

    Trabajamos precisamente para contribuir a la erradicación de ese mal. Pueden hallarnos a través de las redes sociales y ubicarnos directamente en este número de WhatsApp +506.85739094
    Carlos Guevara o Ana Lucia Velasco

  17. Héctor Mellado contreras

    Muchisimas gracias respetado profesor, por seguir educándonos.
    El Dios Eterno a quien servimos, multiplique sus bendiciones sobre tu vida.

  18. Karina Yakimchuk

    Comparto un artículo de 1997, que ya planteaba esta necesidad

    Noviembre de 1997 Diario (EL puente Argentina)
    Hay un Analfabetismo Bíblico

    CARMELO TERRANOVA EN LA ARGENTINA (El pastor radicado en Puerto Rico criticó la poca presencia de las Escrituras en los sermones de este tiempo)

    Carmelo Terranova -hermano del pastor Juan Terranova- se fue hace muchos años a Puerto Rico. Pensaba quedarse dos meses y terminó radicándose en ese país caribeño. Pastorea una congregación de la Alianza Cristiana y Misionera. Es un orador reclamado en todo el mundo. Acababa de estar en Japón y pasó quince días por la Argentina. Así habló con El Puente.

    - Usted viaja y conoce la realidad latinoamericana. ¿Nota que se lee La Biblia? ¿Seguimos siendo “el pueblo del libro”?

    - No. Un no doloroso. No se lee y no sólo eso, hemos creado una Biblia condicionada: La Biblia más esto, la Biblia más aquello, la Biblia en algunos tramos solamente. Y muchas veces en lugar de ser la autoridad, la Biblia es el instrumento para probar nuestros personales puntos, de vista.

    ~¿Está conforme con el Evangelio que se predica hoy desde los púlpitos?

    - A lo mejor parezco un poco anticuado, pero debemos volver al viejo Evangelio. El que predicaban nuestros padres. Hace falta predicar el arrepentimiento, la santidad, el cumplimiento de la Gran Comisión, tener hogares santos, moral, ética. Estos son valores que no cambian. Hoy sacan el texto fuera de contexto y crean grandes ofertas. Y eso me preocupa porque lo único que trae es superficialidad. Cuando la Biblia es predicada con autoridad y con unción siempre produce cambios en las personas, las familias y la sociedad. Hay un analfabetismo bíblico pavoroso y eso responde a un factor moderno: estamos atrapados por la prisa, no hay tiempo para nada, menos para meditar en La Palabra.

    - ¿Y con qué se alimentan los creyentes?

    - Nos alimentamos con comida de segunda mano. Una vez prediqué sobre el Evangelio de segunda ma¬no. Consiste en comer lo que hemos oído, lo que nos dicen. Hace falta volver alas Escrituras para ver lo que Dios me dice a mí. Si la Biblia no me habla a mí, lo que me llega de otros labios nunca resuena. Los grandes hombres de Dios tenían las rodillas gastadas y los ojos llenos de Escritura Sagrada. Ellos proclamaban: “Dice así el Señor…”, o “Dice así Pablo…”. La Biblia hablaba. Ahora mencionamos personas prestigiosas, nombres importantes. Hoy hay escasez de mensaje bíblico y exceso de títulos humanos. Hoy faltan modelos convincentes, modelos “envidiables”. Yo entré al ministerio porque tenía símbolos delante mío. Yo quería ser como aquellas personas. Hombres profundos, santos. Me movía en un ambiente donde la santidad era el lenguaje cotidiano. Donde en las casas ha¬bía textos bíblicos. Hay oradores y no predicadores.

    -¿Qué diferencia hay entre uno y otro?

    - El orador hace discursos bonitos. El predicador se ajusta celosamente a la Palabra de Dios. ¿Qué le damos a la gente? ¿Le damos lo que ella quiere o lo que necesita? De pronto estamos haciendo un evangelio para satisfacer la carne. ¿Qué hemos conseguido con esto? Una masa de gente que nos sigue. ¿Pero, sigue a Jesucristo?

    - ¿Avizora algún cambio?

    - Yo tengo mi vida puesta en las manos de un Dios victorioso, ganador. Es paciente pero no esta dormido. Y creo que en cualquier momento esto va a explotar para bien. No sé cómo, o nos van a perseguir (que es lo mejor que nos puede ocurrir) o vamos a volver a repetir nuestros viejos pecados y entonces va a volver de nuevo la voz profética, la voz de autoridad. Porque en el fondo la gente quiere santidad. Es como que la iglesia está diciendo: “Pastor, por favor, volvamos a la Palabra. Estamos cansados del espectáculo”. Y así volveremos a la sencillez de la Escritura y las vidas serán nuevamente cambiadas, santificadas.

    Marcelo Laffite

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