Entrevista al hermano Dionisio Medina, pastor del Templo Broadway en Montevideo, Uruguay, realizada por Evaristo Ward de PEC.
Evaristo Ward: Hermano Dionisio, sabemos que la obra aquí se ha extendido mucho en virtud del ministerio de los anexos de su iglesia. ¿Cuál es el propósito de los anexos?
Dionisio Medina: El propósito principal en la fundación de los anexos es el de cumplir con la gran comisión de nuestro Señor Jesucristo de ir por todo el mundo predicando el evangelio a toda criatura. La meta que nosotros tenemos es fundar nuevas iglesias y creemos que es un sistema muy provechoso y muy bueno, porque nos ha dado mucho resultado. A través de la fundación de nuevos anexos, almas nuevas conocen al Señor, barrios nuevos pueden ser evangelizados y la Palabra del Señor puede correr y ser glorificada.
EW: ¿Cómo se logra este ministerio?
DM: Hay un principio bíblico muy importante que es necesario aplicar cuando uno está fundando nuevas congregaciones con nuevos anexos, y es el principio del sacerdocio de todos los creyentes. Creemos nosotros que cada creyente tiene dones, tiene talentos, ministerios que Dios le ha dado, entonces a través de los anexos, los creyentes, los integrantes de la iglesia pueden poner en práctica todas sus capacidades, pueden de esa manera servir al Señor, pueden crecer espiritualmente y la obra del Señor puede crecer mucho más rápidamente.
EW: ¿Cómo comienzan los anexos?
DM: El material para comenzar está dentro de la misma iglesia. No importa si es una iglesia que tenga 25 miembros o 50 o 200 miembros. Lo importante es que el pastor inspire a cada uno de esos miembros a salir a trabajar por la causa de nuestro Señor Jesucristo. Les inspire, les motive, les haga ver la responsabilidad que ellos tienen de evangelizar y les brinde oportunidades. Ahora, una pregunta que generalmente se hace: ¿Cómo es que se prepara a esa gente que se está entregando, se está convirtiendo al Señor, para poder hacerla trabajar en la obra? Nosotros generalmente comenzamos dando cursos de instrucción, es decir, preparando a la gente nuestra de la iglesia. Le ofrecemos cursos sobre métodos de enseñanza, sobre las doctrinas bíblicas, le damos el Curso Bíblico Elemental. Les ofrecemos una preparación básica y luego los instruimos, los capacitamos para que ellos puedan lanzarse a la lucha y también buscamos mucho al Señor en oración pidiéndole que nos ayude en esta gran labor de extensión de su Palabra en los lugares donde él nos ha indicado.
EW: ¿Cuánto tiempo duran estos cursos?
DM: Estos cursos generalmente duran tres meses. Se dan dos clases por semana, especialmente clases de instrucción, para que ellos puedan aprender a enseñar una buena lección en la escuela dominical. Luego de esos tres meses entonces se les ayuda para que ellos puedan ir a distintos lugares a llevar la Palabra de Dios. Nosotros tenemos la costumbre de fundar anexos en diferentes partes y si no tenemos un salón igualmente lo hacemos al aire libre. Es decir, que nosotros hacemos todo lo posible para que la obra del Señor crezca, ya tengamos un salón o no, siempre estamos haciendo lo posible para que la gente pueda conocer el evangelio de nuestro Señor Jesucristo y pueda así glorificar a Dios. Utilizamos a veces una plaza, un campito, debajo de un árbol, en cualquier circunstancia donde podamos ver la oportunidad de abrir un campo nuevo, así lo hacemos y aprovechamos todas las posibilidades que tenemos a nuestro alcance para que la gente pueda conocer la Palabra del Señor.
EW: ¿Qué materia o textos se usa?
DM: Nosotros comenzamos proporcionándoles lecciones sencillas de la Palabra del Señor, especialmente lecciones relacionadas con el evangelismo. Estas son lecciones básicas y enseñan que Jesucristo es el Salvador, que es aquel que murió por cada uno de nosotros para perdonar nuestros pecados. Y a través de esas lecciones ellos pueden ir desarrollando su ministerio; lecciones básicas que nos hablan de la salvación y la redención del alma. Luego que ellos han usado esas lecciones sencillas de la Palabra del Señor, entonces utilizamos el material excelente que tiene Editorial Vida, porque Editorial Vida tiene un material extraordinario para enseñar la Biblia a los niños, a los jóvenes y las personas mayores.
EW: ¿Cuántas veces se reúnen los obreros con usted?
DM: Tenemos nosotros la costumbre una vez por semana, el día sábado después de la reunión por la noche, de realizar una reunión de obreros. En esta reunión se lleva a cabo un trabajo de supervisión. Nos reunimos todos los obreros y damos reporte de las distintas actividades que hemos tenido durante la semana y además estamos dando consejos. Yo como pastor doy consejos e instrucción, contesto preguntas de los obreros que tienen inquietudes y además valoramos todo el trabajo que hemos hecho durante la semana y hacemos siempre todo lo posible para que la obra del Señor crezca. Si hay algún problema, tratamos de darle la solución bíblica, la solución que nos aconseja también nuestra práctica, y así de esa manera, con esa reunión semanal, realizamos un trabajo de supervisión y de vigilancia que ayuda mucho a los obreros a adquirir responsabilidad en relación con el trabajo que están haciendo particularmente.
EW: ¿Cuáles son los resultados de los anexos?
DM: Los resultados que hemos obtenido son de mucha importancia. El primer resultado es la satisfacción de que a través de la fundación de los anexos, estamos cumpliendo con el mandato de nuestro Señor Jesucristo de ir y evangelizar, de ir y hacer discípulos. Ese es el resultado primario: que la gente conozca el evangelio, se entregue a Cristo y tenga una experiencia con el Señor. Otro resultado es el propio entrenamiento del obrero, porque cuando el obrero tiene una responsabilidad en la iglesia, cuando tiene el compromiso de predicar en un anexo, de enseñar, de salir a testificar casa por casa, de hacer evangelismo personal, todo eso le ayuda en su crecimiento espiritual. Así que la iglesia crece numéricamente en la extensión del anexo, y también el obrero que está allí al frente, crece, madura espiritualmente, se afirma, y eso le ayuda a ser un buen instrumento en las manos del Señor. Además, esos anexos están ayudándonos para fundar nuevas congregaciones porque ya va a surgir otra iglesia de las Asambleas de Dios en uno de los barrios, porque en ese anexo hay muchas personas que se han entregado al Señor. A través de estas personas que se han convertido vamos a ver el surgimiento de otra congregación y vamos a regocijarnos debido a que es un medio para fundar nuevas congregaciones, nuevas iglesias. Es decir, que a través de esos anexos, la iglesia del Señor puede avanzar, puede crecer y se pueden plantar nuevas iglesias.
EW: ¿Cuáles son algunos de los problemas que debemos evitar?
DM: La responsabilidad más importante que tiene que cumplir el pastor en relación con la intensa labor de supervisar el trabajo barrio por barrio, consiste en el entrenamiento de obreros y la fundación de nuevos anexos. Él debe supervisar, es decir, vigilar constantemente, porque cuando se trabaja con tanta gente y con tantos anexos, surge a veces el problema de que algún obrero puede faltar, o no asuma plena responsabilidad en el trabajo. Entonces es muy importante que todas las semanas se reúnan para llevar a cabo un trabajo de vigilancia y supervisión y ver los resultados que tienen en cada anexo. El hecho de que los obreros se reúnan todos los fines de semana en la iglesia y el pastor le pida a cada obrero que de un reporte de su trabajo, hace responsable al obrero porque él sabe que el sábado tiene que responder por su anexo, que su anexo está marchando bien y que avanza. Eso le da autoridad espiritual al obrero y también le da al pastor tranquilidad al saber que los anexos están funcionando correctamente.
EW: ¿Cuál es la meta de los anexos en este año?
DM: Este año, vamos a fundar otra iglesia más de las Asambleas de Dios y, además, tenemos el propósito de que los anexos crezcan. No queremos que solamente lleguemos a 45 anexos, sino que para este año de 1980 queremos llegar a 55 y también ver la posibilidad de fundar alguna otra nueva congregación de las Asambleas de Dios.
EW: Gracias, hermano Dionisio Medina, y que el Señor siga usándole en la viña.