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Conductos de influencia divina

Por publicado originalmente en CONOZCA edición 1998.4

Por David Miranda S.

            ¿CÓMO PODRÁ EL ser humano con todas sus deficiencias, limitaciones y problemas recibir de El Eterno lo que tanto necesita para perseverar en la gracia? ¿Habrá conductos que podamos aprovechar?

El teólogo de la Iglesia Nazarena, Orton Wiley dice que hay “…canales designados por Dios a través de los cuales se comunica la influencia del Espíritu Santo al alma de los hombres”. Introducción a la teología cristiana. Beacon Hill Press, página 427. Tales canales son lo que muchos llaman “medios de gracia”. Debemos señalar que esta expresión no se encuentra en la Biblia, pero como dice Berkhof, “es una designación adecuada”.  Afirma Charles Hodge, erudito del siglo 19, que esta frase “es apropiada para indicar aquellas instituciones que Dios ha ordenado como medios ordinarios de la gracia, esto es, de las influencias sobrenaturales del Espíritu Santo para las almas de los hombres. Teología sistemática, Tomo II, CLIE, página 497.

 

¿Cuáles son los medios bíblicos de gracia?

            No ha sido unánime a través de la historia de la iglesia la opinión de cuáles son los medios bíblicos de gracia. Para los luteranos y calvinistas, los medios de gracia son: las Escrituras y los sacramentos, o sea, el bautismo y la cena del Señor. Pero algunos como Hodges añaden la oración a los tres medios ya mencionados. Otros como Orton Wiley creen que se deben añadir dos más: el guardar un día de descanso y la comunión cristiana. Los católicos por su parte afirman que los medios de gracia consisten de: la iglesia (el gran canal de gracia), los dos medios subordinados a ésta, que son la oración y los siete sacramentos que son el bautismo, eucaristía, confirmación, penitencia, unción de los enfermos, ordenación y matrimonio. Por mucho tiempo los católicos han considerado como medio de gracia aun a las reliquias y las imágenes. Ver R. Seeberg, Manual de historia de las doctrinas, Tomo I, Casa Bautista de Publicaciones, página 302.

            Frente a tantas y variadas opiniones, nos preguntamos ¿cuáles son los medios de gracia según la Biblia? La Biblia menciona los siguientes medios de gracia:

  • Las Sagradas Escrituras, 2ª Timoteo 3:15, Juan 20;21
  • El bautismo, Mateo 28:19-20, Romanos 6:3-11
  • La cena del Señor, Lucas 22:19, 1ª Corintios 11:24-25
  • La oración, Juan 14:13, 16:24
  • La comunión de los santos, Salmo 133:1-3, 1ª Juan 1:3
  • La fe, Efesios 2:8, Filipenses 1:29
  • Los dones espirituales, 1ª Corintios 12:7, Romanos 12:6.

 

¿Cómo operan en la vida cristiana los medios de gracia?

            Las Sagradas Escrituras. La Palabra de Dios es el principal medio de gracia. Sin duda alguna la Biblia es un medio indispensable para la salvación. La verdadera fe jamás ha existido ni puede existir donde las verdades bíblicas sean desconocidas. En este punto es necesario señalar que las Escrituras, como medio de gracia, se hacen eficaces para conducir a la fe y la conversión sólo cuando están acompañadas de la obra del Espíritu Santo en el corazón de los pecadores. En palabras de Wiley: “Aparte de la operación del Espíritu sobre los corazones de los hombres, la Palabra carece de poder. Deriva su eficacia como medio de gracia sólo cuando viene a ser el instrumento del Espíritu”. Op.cit., página 428.

El bautismo. Antes que nada debemos aclarar en qué sentido el bautismo no es un medio de gracia. No aceptamos la idea de que el bautismo sea un sacramento capaz de por sí mismo conferir gracia salvadora. Tampoco en el bautismo son perdonados los pecados.

Entonces, ¿en qué sentido puede ser aceptado el bautismo como un medio de gracia? En primer lugar, por el hecho de ser una ordenanza divina es una bendición para el creyente obedecerla. Además, al obedecer este mandato, el creyente da testimonio público de lo que ha ocurrido en su corazón. Ha pasado de muerte a vida.

En segundo lugar, el bautismo es un símbolo de que el creyente se identifica con Cristo y su muerte, sepultura y resurrección, Romanos 6:3, Colosenses 2:12, 1ª Pedro 3:21. También, según Thiessen, “es el medio visible de identificación del penitente con el cuerpo local de creyentes, Lectures in Systematic Theology (Conferencias sobre la teología sistemática), Eerdmans Publishing Company, página 325.

Es importante precisar que para que el bautismo sea eficaz, debe haber fe en el corazón del penitente. El bautismo sin fe es un rito vacío y carente de valor.

En tercer lugar cabe señalar que muchos creyentes, al cumplir con este acto de obediencia y testimonio, han recibido en el mismo momento el bautismo en el Espíritu Santo con la evidencia de hablar en nuevas lenguas.

La cena del Señor. Al igual que con el bautismo, la cena del Señor puede ser mal entendida como medio de gracia. Debemos precisar que ella no es conducto de gracia en el sentido de que quien consume la hostia consagrada recibirá expiación de sus pecados veniales (perdonables) por comer literalmente el cuerpo de Cristo y beber la sangre del Señor (transubstanciación).  Tampoco es recibir “con, en y bajo” las especies de pan y vino, el cuerpo y la sangre del Señor (consubstanciación).

¿En qué sentido, pues, es la cena del Señor un medio de gracia? Es un memorial, pero no de alguien ausente, sino de uno que aun vive y que está presente con su pueblo, Mateo 28:20. Es la señal del nuevo pacto, Mateo 26:28. Es proclamación de la muerte de Cristo, 1ª Corintios 11:26. Es profecía de la venida de Cristo, Mateo 26:29. Es símbolo de la unión de los creyentes entre sí, 1ª Corintios 10:16-17.  Cuando el creyente participa con fe en la cena del Señor, puede estar seguro de contar con la presencia espiritual de Cristo en la mesa. Muchos creyentes han testificado de recibir sanidad mientras participaban de la cena del Señor.

La oración. Sin duda uno de los más importantes conductos de gracia es la oración. Cuando se ora el alma conversa con Dios. Cuando las promesas de la Palabra de Dios se presentan en oración, vienen a ser efectivas en la vida espiritual del creyente. La oración es privilegio como también obligación. Los seres humanos debemos orar en lo privado y lo público. Si se descuida la oración o se omite, no puede prosperar la vida espiritual. Cuando el alma se allega a Dios, Dios se allega a ella.

Los resultados de la oración son variados:

  • produce paz en el corazón del creyente, Filipenses 4:6.
  • trae la respuesta de Dios, Juan 14:13, Mateo 18:19.
  • proporciona sanidad en tiempos de enfermedad, Santiago 5:13-18.
  • en épocas de crisis la iglesia sabe que Dios escucha su clamor, Hechos 4:23; 12:55,12.

No podemos concluir la consideración de la oración sin señalar dos cosas más:

Primero, que la verdadera oración se hace en fe y temor reverente.

Segundo, la oración debe incluir el reconocimiento y la aceptación personal de la voluntad de Dios, 1ª Juan 5:14-15.

La comunión de los santos. Cuando el pueblo de Dios está en comunión unos con otros, Dios manifiesta su presencia y envía su bendición. La comunión de los creyentes es posible debido a que participan de:

  • la misma naturaleza divina, 2ª Pedro 1:4.
  • Cristo, Hebreos 3:14.
  • el Espíritu Santo, Hebreos 6:4.
  • un llamamiento celestial, Hebreos 3:1.
  • la disciplina de su Padre, Hebreos 12:8.
  • los sufrimientos de Cristo, Filipenses 3:10.
  • la gloria futura, 2ª Tesalonicenses 1:10.

Tenemos razones más que suficientes para la comunión de los santos. Esta comunión es deseada y amada por Dios, Juan 17:21-22. Además es el Espíritu Santo quien la efectúa, Filipenses 2:1, Efesios 4:2.

La fe. Este medio de gracia es un don sobrenatural. El mundo perdido no puede ver las riquezas y la gloria del evangelio hasta que Dios en su infinita misericordia le otorgue la fe salvadora por medio de la cual les resplandezca la luz del evangelio, 2ª Corintios 4:4. Esta conducta no se limita al inicio de la vida cristiana, sino que todo el proceso del peregrinaje del creyente. Es un caminar de fe y en fe. Cabe mencionar que esta fe como medio de gracia no es arbitraria de parte de Dios. Es dada a todos, pero algunos la rechazan. Es contraria a la voluntad del ser humano; sin embargo, es activadora y cooperante con la libertad humana. Por medio de la fe los hombres creen en Dios, se acercan a él y agradan al Señor, Hebreos 11:6. La fe no ofrece a los seres humanos simplemente la seguridad de una vida eterna en un futuro no especificado, sino que les da vida eterna aquí y ahora, Juan 3:36, 5:24.

Los dones espirituales. Los dones actúan como medio de gracia en el sentido de que el Espíritu Santo los concede a los creyentes para la edificación de todo el cuerpo de Cristo, 1ª Corintios 12:4-7, 14:12. Hacen también un papel importante en el convencimiento y la conversión de los incrédulos, 1ª Corintios 14:21-25. Para que estos dones espirituales operen en la iglesia se requiere de fe y espiritualidad. En ocasiones es importante también el propósito soberano del Espíritu Santo quien distribuye los dones como él quiere, 1ª Corintios 12:11.

Una iglesia en donde los dones están en permanente manifestación será una iglesia especialmente bendecida por el Señor, ya que aprovechará al máximo los recursos celestiales. Por otro lado, los creyentes en los que se manifiesta un don espiritual deben recordar que esto es esencialmente una oportunidad para darse en sacrificio al servicio de los demás.

Los conductos de gracia están a nuestro alcance. ¿Qué hacemos con ellos? ¿Los usaremos adecuadamente? ¿Enriqueceremos nuestra vida cristiana y la vida de la iglesia con ellos? Que nos ayude el Señor.

 

 

David Miranda S.


 
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