Muy estimados consiervos míos,
Dios, no solamente nos ha concedido el privilegio de servirle a él, sino que también nos ha dado el servirnos el uno al otro.
Durante algunos años, fui cliente de una librería evangélica que tenía por lema “Estamos para servir”. No solamente era el lema del grupo que allí trabajaba, sino que era una realidad. Cada persona buscada la manera de servir a los hermanos que entraban allí para comprar libros.
Hace poco tiempo, que pedí a un colega nuestro, su evaluación del ministerio del Programa de Educación Cristiana. Él me preguntó: “¿Cuál es el objetivo principal de este ministerio?” Después de pensar unos momentos, le contesté: “Nuestro objetivo principal es ofrecer un servicio de ayuda a cada obra nacional, de tal manera que sea más eficaz en la educación de todos los creyentes en su país.” Días después, reflexioné en esta conversación con mi hermano, y llegué a la conclusión de que no tenemos otra razón de existir que la de servir. También, recordé que el nombre oficial de este ministerio es: Servicio de Educación Cristiana, según nuestra constitución. Sí, encontré en mi corazón un eco del lema de la librería mencionada: ¡Estamos para servir!
La única manera que podremos servirles mejor es si sabemos en qué formas podemos mejorar nuestro ministerio a favor de ustedes. Los lectores de CONOZCA, pueden expresarse por escrito. Así que concluyo esta carta, invitándoles a escribirnos con toda confianza, indicando la manera en que podemos servirles mejor.
Recuerden que “¡Estamos para servir!”
Su consiervo en Cristo,
Verne A. Warner
Coordinador, Programa de Educación Cristiana