Facebook Twitter Gplus RSS
magnify
Home 2020.3 El uso de recursos tecnológicos en la educación teológica
formats

El uso de recursos tecnológicos en la educación teológica

Por publicado originalmente en CONOZCA edición 2020.3

De la travesía a la interacción educativa en la Facultad de Teología
Por Esteban Pari Mollo

 

La educación desde los tiempos más antiguos se valió de todo tipo de recursos o conocimientos del momento. Basta preguntarse ¿Cómo enseñó Dios a Adán y Eva en el huerto de Edén? ¿Cómo recibieron la enseñanza divina tanto Noé, Abraham, Jacob, José, Moisés, Josué, Jueces, los profetas y los apóstoles?

En aquellos tiempos remotos no había celulares inteligentes, computadoras, data show o proyector, internet, programas y otras aplicaciones. Así como el WhatsApp, Facebook, Telegram, Skype, Twitter, Zoom, Moodle y otros. Sorprendentemente las redes sociales lograron imponerse a los medios de comunicación.

Hace veinte años atrás, era imposible comunicarse mediante redes sociales y tecnología de información. Mucho menos para asuntos educativos. En los últimos diez años, hubo una acelerada proliferación de modelos de Laptop, Smartphone, Tablet y otros dispositivos móviles. Mismos ayudaron en la expansión de la información y la comunicación. Inclusive ya existen aplicaciones para temas educativos, de ahí surgen los cursos en línea en diversas modalidades.

Los recursos didácticos ahora van acompañados de los recursos tecnológicos en la educación superior. Fue habitual el modo oral con una pizarra, tiza y almohadilla. Luego pasó a pizarras acrílicas hasta pizarras interactivas. Lo mismo ocurrió con el uso de auxiliares audiovisuales, desde un televisor o audio, al uso de un proyector o data show de mayor calidad y alcance. Cada vez aparecen novedades para el uso educativo como son las Tecnologías de Información y Comunicación (TIC). Se combinan conocimiento, prácticas y experiencias educativas. Cada día surgen mayores alternativas en un mundo donde la tecnología sobresale en forma predominante.

No puede estar ausente estas tecnologías en la educación teológica, ya que el mensaje de Dios fue transmitido por diferentes medios y este propósito debe continuar. He aquí algunas experiencias inéditas en la Facultad de Teología que se aventuró a ser una punta de lanza. El presente artículo tiene el propósito de describir los cambios de recursos tecnológicos que experimentaron los estudiantes de la Facultad de Teología. Tanto en las clases presenciales como el inicio de las clases virtuales antes de que ocurriera la cuarentena a causa del Covid-19.

De las máquinas de escribir a las laptops

Los estudiantes llevaban sus maquinas de escribir a los módulos de la Facultad de Teología y algunos llevaban el PC junto al monitor grande. Pero, otra parte usaban laptops. Recuerdo haber participado en mi primer módulo en la ciudad de Santa Cruz, Bolivia en el año 2007. Existía estudiantes que no dejaban dormir por el ruido de las teclas. Era molestoso, no dejaba concentrarse en el estudio. En un par de años, todos tenían laptop. Habían desaparecido las maquinas de escribir y las PC. Ya no había los ruidos. El problema que se presentaban era, cómo manipular ciertos programas o buscadores de información. Había que buscar y preguntar a alguien que llevaba la delantera en el manejo de programas.

Los profesores se dieron cuenta que, algunos estudiantes no usan la laptop para las clases, sino para navegar en el buscador Google. Inclusive otros estaban ocupados en juegos en línea. La distracción en la clase llegó sin precedentes y no había la forma de controlar. Sin embargo, otros usaban para tomar apuntes y para buscar información.

La fe de los estudiantes se ejercitó, porque cada adquisición de una laptop tenía una historia milagrosa. Recuerdo como contaba mi compañero de curso de entonces. Al estar mirando en la vitrina una laptop. Le dio encuentro un miembro de su congregación y percibió que deseaba obtenerlo, pues le preguntó: Pastor ¿quiere una? Escoja la que le guste y es toda suya. Mi amigo no podía creer ese lindo regalo.

Mi experiencia personal, fue algo similar. Mi amigo Mike Shields, me regaló un Flash Memory o Pen Drive para mi primer módulo en Bolivia. En realidad, Mike y MonaRé fueron quienes me animaron a estudiar en la Facultad de Teología. Después de un par de años compre una laptop, el cual me acompañó en el proceso de mi estudio en la Facultad de Teología. Las compras de laptops siempre fueron un milagro de dios hasta el día de hoy.

Pues, no solamente el uso de las tecnologías son un desafío, sino también las adquisiciones. Aunque cambian de modelos, capacidades y funciones. Pero, están al servicio de Dios cuando los estudiantes usan para su formación teológica. Ya algunos usan los iPad por la comodidad y facilidad del uso. Asimismo, se abrieron espacios en la Facultad de teología para compartir entre compañeros de estudio libros digitales y recursos electrónicos como Libronix digital, Logos software, e-Sword, y otros. Así como para establecer amistad y compañerismo. Esa es la estrategia apropiada para crecer y madurar espiritual, emocional, cognitiva y relacionalmente.
Asignatura virtual

Desde la asunción del nuevo Rector de la Facultad de Teología, doctorante Allen Martin, cambio el programa de estudios 2013. Incluyó una asignatura propedéutica y virtual asincrónica, denominada Investigación y Redacción Teológica (anteriormente se efectuaba en forma presencial). Se desarrollaba a través de una aplicación Moodle. El estudio se realizaba en forma independiente mediante un control de tareas y exámenes en forma automática. Estuvo en vigencia hasta el año 2017 con muchas visitas, pero ninguno se animó a completar el curso en esta modalidad.

El administrador de la Facultad de Teología, David Hunt en una consulta con el profesor Esteban Pari, respecto a la elaboración de una propuesta de tesis. Surgió la inquietud de tener una reunión de intercambio de ideas junto con el Dr. Max Rivera en el área de investigación. Se llegó a la conclusión de combinar Moodle y sesiones interactivas por Zoom con la finalidad de probar un grupo piloto de la asignatura virtual.

En el año 2017 se realizó dos versiones pilotos, cada una con participación cerca de cuarenta estudiantes. Se organizó en cuatro grupos, cada una de ocho hasta diez participantes. En cuatro horarios, una en la mañana, medio día, tarde y noche. Cada estudiante escoge el horario de acuerdo a la disponibilidad de tiempo. Las sesiones comenzaron con hora y media de duración. Los resultados de las dos versiones pilotos, ayudaron a consolidar las clases virtuales en la Facultad de Teología pata la asignatura de Investigación y Redacción Teológica. Los estudiantes podían disfrutar de cuatro semanas de sesiones interactivas por medio Zoom y con el seguimiento personalizado en la elaboración de monografías mediante la incorporación de las redes sociales. Poco a poco se eligió las mejores alternativas para la formación teológica.

En el año 2018 se realizó cuatro versiones de forma oficial la asignatura virtual en la Facultad de Teología. Cada estudiante tenia que tener en su historial académico aprobado para graduarse. Continúo en cuatro horarios y se redujo los grupos a seis personas con flexibilidad hasta ocho participantes. Se dejó de lado Moodle y se incorporó las redes sociales usuales como Facebook, WhatsApp, Messenger y correo electrónico. Comenzamos con el uso de Zoom gratuito y se tuvo que comprar el plan Pro. Las experiencias de ese año, ayudaron a puntualizar algunos logros significativos y con impacto en los estudiantes. Muchos de los participantes jamás habían participado en una clase virtual y venían con muchas expectativas. Inclusive algunos se resistían a usar las redes sociales, no era su favorito. Por poco, la consideraban como instrumentos de Satanás.

La interacción: base para el aula virtual

En la Facultad de Teología se despertó la inquietud de llevar reuniones por vía Zoom. También usaron para las clases de teología, donde la distancia y la accesibilidad era un problema. Fue un camino a lo desconocido. Se escuchó de algunos estudiantes que no sabían, cómo ingresar y apretaban las teclas, de repente aparecieron en la sesión virtual.

Se convirtió en el único espacio en la Facultad de Teología de Teología de conocer otros estudiantes de diferentes países desde Norte, Centro y Sud América. Surgieron una infinidad de anécdotas. Una que me llamó la atención fue que, al inscribirse a la asignatura, fue a comprar un teléfono inteligente y esto ocurrió con varios estudiantes. Otro fue a comprar accesorios como audífonos, cámaras, parlantes y otros. Al momento del inicio de la sesión no la uso ninguna, solo la laptop.

Entonces la suma de las experiencias combinadas con la interacción, marcan las clases virtuales. Sin embargo, las aulas virtuales sin interacción, queda simplemente como una aventura. Cuanto mayor interacción haya en las sesiones virtuales, mayor aprendizaje se logrará. Por lo menos se vio en las diferentes versiones que algunos que solamente buscaban aprobar la asignatura, lograron un incremento en su aprovechamiento.

 

Lo virtual, impacto vs entrenamiento

La asignatura virtual se extendió de una hora y media a dos horas, luego dos horas y media. No solamente fue dar instrucciones, sino colocar los conceptos complejos en fáciles. La forma como se realizaba, impactó a varios estudiantes, porque no solo era investigación, sino ayudaba a consolidar otros conocimientos abordados en otras materias de la Facultad de Teología. Escuché y leí en la retroalimentación que, aprendieron a mejorar sus sermones, a enseñar con impacto, predicar principios, investigar a profundidad, descubrir verdades eternas y otros beneficios.

En varios estudiantes fue esencial esta asignatura porque les enseñó a moldear el carácter. No obstante, directamente por el profesor, sino la interacción entre tarea, estudiante y profesor. Las correcciones y revisiones constantes de las tareas, propuestas y monografías hasta que sea aceptable, ayudan a una mejora continua. Única asignatura que permite tantas revisiones y modificaciones con la guía personalizada del profesor por un periodo de tres meses. En el primer mes, entregar el borrador de la monografía. El segundo mes, las revisiones y correcciones de la monografía y el último mes, la presentación de la monografía final. Por tanto, si no se obtuvieran estos resultados, simplemente sería entretenimiento.

 

Lo virtual no anda solo, va acompañado de otros recursos

En el año 2019 se realizaron cinco versiones y el 2020, cuatro versiones. Esta vez los grupos se limitó a seis personas. Un cambio sustancial fue que algunos aun mostraban sorpresa al estar en el aula virtual. Donde había un profesor, una pizarra, diapositivas, imágenes y diagramas. Para el año 2020, ya casi nadie mostraba asombro, ya que a causa del Covid-19 se vieron obligados a usar la tecnología. Mas bien, eran otros aspectos que se percibieron. Así como el nivel académico, los beneficios de la asignatura virtual en el proceso otras monografías en la Facultad de Teología, el carácter práctico de la asignatura y la buena onda del profesor. Además, la asignatura de Investigación se convirtió en el requisito para ingresar a la Facultad de Teología y debe tener aprobada para su ingreso al segundo módulo.

La asignatura virtual no hubiera tenido los resultados que se obtuvieron sin el acompañamiento de otros recursos como las redes sociales. El correo electrónico es usado para la comunicación oficial y el envío de documentos como las instrucciones cada semana. El WhatsApp se utiliza para la comunicación rápida y consultas inmediatas al profesor. En el Facebook se creó un grupo privado para colgar las guías de aprendizaje y otros recursos que ayudan a los estudiantes. Además, pueden hacer consultas y responder cualquiera que tenga la respuesta. El Messenger también es para la comunicación rápida y consultas con el profesor. Al mismo tiempo, el profesor puede tener sesiones complementarias cuando sea necesario aparte de las sesiones oficiales de forma sincrónica por vía Zoom.
El propósito de las sesiones virtuales es crear una experiencia para marcar en la vida personal y tener un impacto en su ministerio e iglesia. A menor cantidad en las sesiones, mayor interacción entre los participantes y mejor aprovechamiento de aprendizaje. Estoy seguro por los reportes recogidos, que en muchas personas ha causado una transformación en su vida. Así como la disciplina, compromiso, logro de metas, satisfacción y desarrollo de habilidades.

Otros aspectos que se evidenciaron, fueron los cambios que se produjeron en términos académicos. Una mejora en la redacción de las monografías. Obtención de buenas calificaciones por la elaboración de las monografías. Menor retraso en la entrega de monografías y mayor habilidad para realizarla. Fue decisivo el filtro de los estudiantes para continuar en el programa de Maestría y otros, definitivamente lo dejan al no estar comprometido. Al mismo tiempo, es un desafío seguir en el programa para superar todas las limitaciones, los cuales exige un cambio en su vida. Escuché en algunos que, para conseguir señal de la internet, viajan por un par de horas y se esfuerzan por lograrlas. Otros buscan ayuda de sus hijos o alguien que les facilite en el avance de sus clases virtuales.
En consecuencia, la experiencia de cuatro años dio frutos progresivos y sistemáticos. En un inicio era difícil ver estos resultados. Creo firmemente que la dirección y ayuda de Dios fue fundamental en la consolidación de la asignatura virtual de Investigación y Redacción Teológica. Ahora, se va por otros desafíos, en proceso de planificación.

Los aprendizajes más relevantes se pueden resumir las siguientes maneras: Todo estudiante de la Biblia necesita un facilitador, nadie crece y madura sin el apoyo de otro igual o maduro, necesita un compañero en el viaje de aprendizaje. Los recursos tecnológicos al igual que los recursos didácticos son medios auxiliares, el mensaje o contenido sigue cambiando vidas, principalmente el mensaje de Dios. El aprovechamiento del aprendizaje se da concluyentemente por la interacción entre estudiantes y el profesor, y toda oportunidad es buena para el aprendizaje, así como Jesús lo hizo con sus discípulos.

Esteban Pari


 
 Share on Facebook Share on Twitter Share on Reddit Share on LinkedIn
1 Comentario  comments 

Una respuesta

  1. Corina Alvizar

    Hola, no sé si comprendí bien el artículo?
    Trata sobre el uso de recursos tecnológicos?
    O sobre como hacer las monografías con los recursos tecnológicos?
    Necesito aprender aún más sobre ellos.
    Personalmente me ha costado manejarlos e incluso siento que ha sido para mi, algo que me ha impedido avanzar en mi deseo de continuar con mis estudios en la facultad.
    Porque he tomado algunos cursos para el uso de esas herramientas, pero a veces pienso que no es lo mío.

    Gracias por compartir este artículo.
    Dios les bendiga

Responder a Corina Alvizar Cancelar respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos necesarios están marcados *

*


seis − = 0

Puedes usar las siguientes etiquetas y atributos HTML: <a href="" title=""> <abbr title=""> <acronym title=""> <b> <blockquote cite=""> <cite> <code> <del datetime=""> <em> <i> <q cite=""> <strike> <strong>