Es preciso que los maestros de la escuela dominical y los obreros de la iglesia piensen desde el punto de vista de familias más bien que de individuos. Deben ver a cada individuo como un miembro de un grupo familiar y trabajar con él de tal forma que no se sienta cortado de los lazos familiares, sino fortalecido, y también deben ayudarlo a ser un testigo más eficaz dentro de su círculo familiar de influencia. A las iglesias les entusiasma mucho el evangelismo de los niños. Es muy fácil alcanzar a los niños. Pero se ha restado importancia al hecho de que es difícil mantener en la iglesia a los niños cuyos padres no asisten a la iglesia. Hacemos grandes esfuerzos para alcanzar a los primarios para Cristo, y las estadísticas muestran que esta es la edad en que más niños aceptan al Señor. Pero hemos fallado al no tener en cuenta que las estadísticas indican que la siguiente edad (los adolescentes), es el período en que más deserciones hay de la escuela dominical y de la iglesia. Pero recordemos que el mayor porcentaje de jóvenes que permanecen en la iglesia a través de su adolescencia, es el que sus padres también están involucrados en la obra de la iglesia.
* INFORMES SOBRE EL ALTAR FAMILIAR
Tome unos cinco minutos, de vez en cuando, en las clases de adultos para pedir testimonios de bendiciones recibidas por medio del altar familiar. O tal vez quiera pedir sugerencias en cuanto a mejorar y variar esos momentos en que la familia adora junta en el hogar.
* DOMINGO EN QUE LA FAMILIA OCUPA UNA BANCA
Separe un domingo y pídale a cada familia que se siente junta durante el servicio de adoración de la iglesia. Reconozca públicamente a las familias y regístrelas en tarjetas que habrá preparado especialmente para eso. Deje un lugar en la tarjeta para anotar “otros miembros de la familia,” que no asisten todavía a la escuela dominical ya la iglesia. Estas tarjetas le servirán mucho para usar en el futuro.