Frecuentes, celebradas con regularidad y anunciadas con anticipación. A una hora conveniente para todos. No demasiado largas. De ambiente cordial, sin tensión. Caracterizadas por la participación de todos los miembros. Bien organizadas con orden del día, levantamiento del acta y su lectura, discusión dirigida, votación y conceptos claros de lo que se va a hacer.