Por Fidel A. Molina Jesús, el maestro ideal, ocupó más tiempo enseñando que predicando. En los relatos de los evangelios vemos que enseñó 217 veces y predicó 146 sermones, demostrando mayor importancia en la enseñanza. Su manera de preparar a sus discípulos para el ministerio era enseñarles. La tarea no se ha terminado. Debemos