Por Elodoro Mora
La pluma del Omnipotente
lo dice desde Génesis,
principio de todo lo creado,
hasta su final sentencia
de su divino arcano
de aquel Apocalipsis,
que muestra sus sentencias
de juicios todo lo creado.
Al revisar las páginas
del envoltorio santo, la Biblia,
que es la luz que está alumbrando
los infinitos cielos;
la carta magna de los pueblos,
y la espada fiel para el soldado,
potencia es toda su Palabra
donde reposa anclada
nuestra eternal y redentora fe.
La dulce y bienhechora
creación del universo,
que nunca ha desmayado
en dar alimento,
al hombre que mi Dios creó,
gime con lamentos,
como madre que sufre los dolores
esperando aquel glorioso día
cuando el dueño de todo lo creado
rompa todas sus prisiones
y libre para siempre quedará.
El grito estruendoso y fuerte
que los cielos cruzará
lo oirá la vieja y extinguible
creación del universo.
Del cielo viene el grito
del Dios de toda gloria
declarando: Tierra y cielos nuevos
¡Oh, qué gozo para el hombre será!
Lo sabe el vil Satán
que el Rey de toda gloria
al mundo ha de venir;
por eso con planes de estrategia
hace que las almas mueran en su error
Y en su sutil ataque
de miles de parodias,
destruir él quiere
a la iglesia santa,
redimida por mi Dios.
Profundo dolor me sobrecoge,
cuando ya la iglesia veo,
y junto con ella estoy.
Veo que en su cuerpo heridas lleva,
y cicatrices en su cuerpo han dejado;
otras que están tan frescas
que su sangre veo brotar,
y en huellas convertidas quedan
Dichoso aquel cristiano
redimido por Jesús,
que va por este mundo
cubierto de confianza y fe
y que anunciando va:
Que el Rey de toda gloria
al mundo ha de venir
a buscar su Iglesia
que está ya preparada
la cual es el fruto santo
de su muerte redentora
y su eternal e inmenso amor
El venezolano Eliodoro Mora es pastor del Templo Pentecostal de Catia, Caracas