Por Silverio Manuel Bello Valenzuela
El relevo generacional es un tema que, por su importancia, amerita dársele un espacio especial en los puntos de la agenda elaborada por las máximas autoridades eclesiásticas de América Latina y el Caribe, para ser considerado en sus reuniones de negocios.
El reemplazo es un fenómeno físico – natural, que se producirá tarde o temprano en todos los seres vivos del planeta. El liderazgo ministerial eclesiástico es parte intrínseco de ese fenómeno. Momentos antes de morir, el rey David y ser relevado en el trono por su hijo Salomón, dijo: “Porque nosotros, extranjeros y advenedizos somos delante de ti, como todos nuestros padres; y nuestros días sobre la tierra, cual sombra de no dura” (1 Cr. 29:15).
La vida ministerial de todo hombre y de toda mujer que le sirve al Señor en su obra, por más años que dure, tiene su final. Pasar la antorcha a su debido tiempo de una manera sana, saludable y amigable a los sucesores debe estar dentro del programa de los ministros que envejen.
Los obreros de la tercera edad deben estar conscientes, que ya sea por su edad avanzada o por algún quebranto físico, tendrán que tarde o temprano retirarse de la fila ministerial. Bienaventurados sean los ministros ancianos que tengan todavía el espíritu de Caled a sus ochenta y cinco años, para decir: “Denme ese monte…” (Jos.14:11-12); pero que, de cualquier manera, eviten llegar a una edad tan avanza y a una condición tan desfavorable, como a la que llegó David frente al trono, que para abrigarlo y calentarlo sus siervos tuvieron que ponerle a su lado a una joven sunamita (1 Re.1:1-4).
Gran aporte de CEPAE sobre el relevo de la población obrera envejeciente
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), celebró su Quinta Asamblea durante la tercera semana de diciembre del año 2022. Dicho acto tuvo lugar en la sede de la CEPAL, en Santiago de Chile. Un nuevo documento fue presentado en aquella Conferencia Regional Intergubernamental, el mismo trataba sobre Envejecimiento y Derechos de las Personas Mayores en América Latina y el Caribe. Sobre la población envejeciente, en sentido general, el documento fue presentado por José Manuel Salazar Xirinachs, Secretario Ejecutivo de la CEPAL, quien afirmó:
El envejecimiento poblacional es uno de los principales fenómenos demográficos en América Latina y el Caribe y precisa que en 2022 viven 88,6 millones de personas mayores de sesenta años en la región, quienes representan el 13,4% de la población total, proporción que llegará al 16,5% en 2030. El rápido proceso de envejecimiento que experimenta la región llevará a que, en 2050, las personas mayores alcancen el 25,1% (193 millones) de la población total, es decir, habrá 2,1 veces más personas mayores que en 2022.[i]
En su informe, José Manuel Salazar, siguió:
El envejecimiento es un asunto de la más alta prioridad, que requiere acciones urgentes en varias esferas, para visibilizarlo y considerarlo desde las perspectivas de derechos humanos, género, interculturalidad e interseccionalidad, poniendo la protección de los derechos de las personas mayores en el centro de las respuestas de política pública, e incorporar la visión y los compromisos que emanan de los instrumentos y acuerdos internacionales y regionales en la materia.[ii]
Las informaciones presentas por la CEPAL a los líderes eclesiásticos de América Latina y el Caribe, ponen sobre la mesa marcos de referencias muy valiosos para pensar sobre la cuota de responsabilidad que los máximos líderes de nuestro continente hispanoparlante deben aportar para viabilizar un relevo generacional sano y provechoso en las filas del ministerio cristiano.
Las dos generaciones en conjunto deben cooperar, para que en el proceso de relevo en los ámbitos ministeriales predomine la justicia, la buena intencionalidad, el respeto, la consideración, la valorización, la estimación, el amor y la buena fe. En la fila del ministerio cristiano, la hora del relevo automáticamente llega; lograr que sea positivo, saludable y provechoso debe ser el esfuerzo de ambas generaciones.
Aporte de un ministro de tercera edad sobre un relevo generacional saludable
Para enriquecer este artículo, se solicitó al pastor Freddy Martínez, ministro exitoso, de más de 55 años de ministerio en las Asambleas de Dios de República Dominicana y profesor del Instituto Bíblico Central por más de cuatro décadas, que escribiera dos párrafos sobre el pase de la antorcha generacional y propuso lo siguiente:
Dios nos ha llamado como sus siervos al santo ministerio, lo hemos realizado con su respaldo, él nos ha bendecido, pero “el tiempo pasa, y nos estamos poniendo viejos”. En Hebreos 8:13, dice, que, “… lo que se da por viejo y envejece, está próximo a desaparecer”. Cuando inicié el ministerio encontré una cantidad de ministros en la obra del Señor, ellos trabajaron con mucho amor y entusiasmo, Dios bendijo sus ministerios y la obra está en pie por su dedicación. Hoy sólo siete de ellos están vivos, los demás están con el Señor.
Ellos nos pasaron la antorcha, y seguimos alumbrando con ella. Yo sustituí a tres grandes pastores, con una experiencia ministerial que superaba los cuarenta años en el ministerio, y yo ahora con 45 años como pastor en la misma iglesia ¿a quién le pasaré la antorcha? Me encantaría que unos de mis discípulos me sustituya cuando ya mis fuerzas no sean suficientes para continuar. La razón es sencilla, ellos han sido parte importante del avance de la obra, son conocidos por la iglesia y tienen el respeto y el respaldo de ella. Cuando se produzca el momento adecuado para pasar mi antorcha, por sólo poner dos ejemplos bíblicos lo haré como Moisés con Josué, o como Elías con Eliseo. Ojalá que estemos ocupados en la preparación de una nueva generación para pasar la antorcha del santo ministerio.[iii]
El Reverendo Martínez es un vivo ejemplo a seguir para los ministros de tercera edad sobre lo saludable que es ejercer un desempeño sano en el traspaso del bastón ministerial. Fue, y lo es todavía, mentor de muchos jóvenes ministros que han sido y son aún líderes muy exitosos en la obra de Dios.
El punto de vista de un ministro joven en proceso del relevo generacional
Para este artículo, el joven Gemuel Delgado, Vocal Ejecutivo del Concilio Asambleas de Dios de República Dominicana, sobre el proceso de relevo generacional y los ministros jóvenes, escribió lo siguiente:
Los ministros de la tercera edad deben desarrollar una capacidad previsora, es decir, la habilidad para ver más allá del tiempo presente y proyectar a la iglesia y ministerio que dirigen, hacia el momento justo en que ellos falten. Dicha previsión les permitirá observar un relevo generacional que les sustituya en sus espacios de ejercicio ministerial. Una vez identificadas las personas que tienen los perfiles idóneos para ser sustitutos ministeriales, éstos deben ser mentorados.
A los ministros de la tercera edad no les faltan personas capaces, preparadas y con excelentes perfiles para realizar un reemplazo en su efectiva labor ministerial, lo que les pudiera faltar a algunos es disposición y abnegación para que, al igual que faraón, ponerle un anillo a José y presentarlo delante del pueblo empoderado para ejercer un servicio sin las limitaciones que el ministro de la tercera edad por razones biológicas ya enfrente. Es una misión imprescindible de los ministros de la tercera edad “poner en las manos de los José”, el anillo que les da legitimidad para operar en el liderazgo.[iv]
El joven ministro y ejecutivo, Gemuel Delgado, opina que los ministros jóvenes idóneos que van a ser relevo deben ser mentoreados para que la transición sea más sana y positiva. Así debe ser, si sucediera lo contrario pudiera repetirse la historia de Roboam cuando sustituyó en el reino a su padre el rey Salomón, duró poco tiempo por rechazar el consejo que le dieron los ancianos (2 Cr.10).
El pastor español, Jaime Ardiaca, pone el ejemplo de dos etapas en la vida de David, que antecedieron en su proceso de relevo, escribe:
En 1 Samuel 17 hay una escena en la que David, muy joven, obtuvo una gran victoria sobre el gigante Goliat. A esa victoria inicial de David se sumaría una larga lista de proezas y conquistas en el campo de batalla. Pero más adelante, en 2 Samuel 21:6-7 encontramos una situación distinta, donde David ya no es el mismo, pues no tiene la fuerza ni la destreza que tenía antes. Aquí, sus hombres lo defendieron, lo cuidaron y le exhortaron a no salir más al frente de batalla. David aceptó sus limitaciones y el consejo que le dieron, pues había llegado la hora de que otros hombres más jóvenes que él asumirían la responsabilidad de velar por la seguridad del pueblo. ¡Era el momento de la transición![v]
El enfoque de Ardiaca sobre las dos etapas de David debe hacernos reflexionar sobre cuál debe ser la actitud de quienes estén al lado de un ministro que ha sido exitoso en la obra en plena juventud y que ya al llegar a una edad avanzada ya sus fuerzas no son las mismas por lo que necesita cuidado y protección segura hasta que le llegue la hora se su relevo.
¡Cuidado con querer soltar el bastón o empuñarlo sin que el tiempo de Dios y su perfecta voluntad haya llegado!
Es inevitable que en la militancia de algunas instituciones eclesiásticas aparezcan personas en la fila con el deseo que ministros de tercera edad, que todavía tienen vida productiva y ministerios exitosos, se retiren y se vayan a sus casas para darle paso la generación de relevo. Donde han aparecido malas intenciones casi siempre son por ingratitud, irrespeto, tiranía, pugilato y desvalorización hacia la generación anciana y no se han alcanzado las ambiciosas metas, debido a que un desdichado afán los ha sepultado en la bóveda de su propio antagonismo.
Hay una generación de relevo que le ha sabido decir a Dios: “…heme aquí…”
Gracias a Dios por tantos ministros jóvenes de esta nueva generación de relevo, que al igual que Ur y Aarón están colocados al lado de los “Moisés” de hoy, para que cuando a estos se les agote la fuerza física, mental y emocional, fabricarles asientos para que apoyen, y a sus vez, con toda humildad y respeto, les sostengan sus manos para mantener en alto la vara de su llamado ministerial. Tanto la generación anciana de ministros que va a ser relevada como la generación de ministros jóvenes, deben ser proactivos en el proceso del relevo generacional.
La nueva generación de ministros tiene una deuda impagable con la generación de ministros ancianos. Esos hombres y mujeres, pioneros en su mayoría, echaron los cimientos de la obra de Dios en la cual, trabajan los jóvenes ministros. Del mismo modo, la generación de ministros ancianos tenemos responsabilidad con la generación joven. Son los ministros jóvenes los que aseguran la continuidad del trabajo que, con tanto sacrificio, hicieron esos hombres y mujeres de edad avanzada. Entre ambas generaciones de ministros se deben promover interrelaciones asertivas, en donde predominen los principios y valores éticos, morales, sociales y espirituales absolutos.
En un artículo, titulado: El relevo generacional en la iglesia evangélica, su autor, el pastor salvadoreño, Javier Karraá, escribe:
Se puede honrar a la generación vigente dejándolos influir y predicar en la iglesia a pesar de la edad, en la predicación no hay jubilación, en el nuevo pacto el Señor añade fuerzas, añade sabiduría, añade gracia, añade experiencia, hasta que el Señor los llame deben seguir con su participación en la iglesia, no se les debe relegar o hacerles de lado, sino permitir que nos enriquezcan con su experiencia, influencia y participación activa.[vi]
La pregunta que deberíamos hacernos es ¿Debe un ministro de tercera edad esperar a que un desgaste físico, mental y emocional crónico lo atrape detrás del altar, para entonces buscar su relevo y retirarse? ¡Jamás en la vida! Ningún ministro del Señor debiera esperar que en el ocaso de su vida ministerial lo atrape la sombra de la noche y entonces, buscar su relevo. En esa espera algunos ministros se han deteriorado y han provocado la decadencia de la iglesia.
Acciones saludables en un proceso de relevo generacional
En el capítulo VIII del libro Ética Pastoral para el Ministro de hoy, texto oficial de ISUM para la materia de Ética Pastoral escrito por su servidor, al hablar sobre el tema del relevo generacional leemos:
En las filas del ministerio eclesiástico un proceso de relevo generacional bien orientado contribuye siempre a que el proceso de transición se produzca de una manera amigable, provechosa y exitosa entre las personas que van a ser relevadas y las que entran como relevo. En las Sagradas Escrituras encontramos varios ejemplos positivos de líderes, a quienes les aproximaba la noche de su vida y de ministerio, pero para quienes, Dios le tenía reservado sus respectivos relevos: Para Moisés, Dios tenía un Josué, para Elí, un Samuel, para Elías, un Eliseo y para Pablo, un Timoteo.[vii]
Tanto con la generación de ministros ancianos, como con la generación de ministros jóvenes, Dios tiene propósitos divinos muy especiales en nuestros días. Esta declaración la basamos en el rol que desempeñaron Moisés, Aarón, Ur y Josué en la guerra de Israel contra Amalec (Ex. 17:8-16). La moraleja esta escena se encuentra también, en el capítulo VIII, del libro Ética Pastoral Para el Ministro de Hoy, dice:
Cuando Amalec se levantó a pelear contra Israel en el monte Refidim, Moisés, el anciano caudillo le ordenó al joven guerrero, Josué, a que escogiera hombres de guerra y saliera a pelear contra Amalec en la llanura. Moisés subió con Aarón y Ur a la cumbre del collado, en donde debía mantener sus manos levantadas hacia arriba, sosteniendo la vara. De la dirección de la vara de Moisés hacia la presencia de Dios iba a depender el éxito de la espada de Josué en el campo de batalla. Por sus limitaciones físicas, y por su avanzada edad, las manos de Moisés se cansaban, sin poder mantenerlas hacia arriba. Cada vez que esto sucedía, la espada de Josué desfallecía en el campo de batalla y el enemigo prevalecía contra el pueblo, matando a mucha gente. Allá en el collado, al lado del anciano comandante, estaban Aaron y Ur. Al estos ver el cansancio de su anciano líder, pusieron en marcha un plan estratégico. Se lo hicieron saber a Moisés, lo aceptó. Le hicieron un asiento de piedra, lo sentaron. Luego, cada uno levantó una mano de las manos de su líder. Así Moisés podía con su vara apuntar hacia arriba. Mientras la vara del anciano caudillo apuntaba al cielo, la espada de Josué en el campo de batalla hería a los enemigos, hasta destruirlos por completo.[viii]
Aaron y Ur pudieron haber pensado que ya el viejo Moisés estaba cansado, agotado e inservible; y que por lo tanto, debía retirarse, pero lejos de ellos estuvo esa idea. Ellos pudieron haber tomado la vara de Moisés en sus manos, y haberla levantado, pero no lo hicieron, sabían que eso no iba a funcionar. Fueron sabios, íntegros, prudentes, respetuosos y leales al hombre que Dios todavía tenía frente a su pueblo.
Aunque Aarón era de mayor edad que Moisés, él y Caleb, trazándole métodos y estrategias a su anciano líder, representan el esfuerzo mancomunado y bien intencionado que deben darse mutuamente los ministros de ambas generaciones, para llevar hacia adelante el mandato de la Gran Comisión dada por Cristo a su iglesia.
Moisés representa la sabiduría y la experiencia ministerial de los ancianos. Si él hubiera rechazado la ayuda, que con muy buen deseo y buenas intenciones le ofrecían quienes estaban a su lado, el pueblo hubiera sido derrotado por el enemigo.
Metafóricamente, Aaron, Ur y Josué representan la fuerza, la inteligencia, el dominio y el conocimiento de la tecnología y de los métodos y estrategias de trabajos que están al alcance de nuestros jóvenes ministros en esta época postmoderna. Ningún ministro anciano debe caer en la tentación que no querer recibir ayuda de los ministros jóvenes.
Tanto los ministros ancianos, como los ministros jóvenes, deben aportar sus respectivas cuotas a favor de que todo relevo generacional sea sano, saludable y bien intencionado. Esto fortalece y facilita en gran manera el cumplimiento de la Gran Comisión como mandato dado por Jesús a su iglesia.
Bibliografía
[i] www.cepal.org/es/noticias/cepal-examina-panorama-actual-envejecimiento-la-region (Último acceso: 13-15 de diciembre 2022).
[ii] Íbid.
[iii] Pastor Freddy Martínez: Ministro de más de 55 años ejerce el pastorado y lleva más de 40 años como profesor de Instituto Bíblico Central de las Asambleas de Dios en República Dominicana.
[iv] Gemuel Delgado, pastor y Vocal Ejecutivo del Concilio de las Asambleas de Dios de República Dominicana. Es el ejecutivo más joven que en su historia ha tenido este Concilio.
[v] www.google/edificacioncristiana.com/el-relevo-generacional (Último acceso, 28 abril de 2024).
[vi] www.google.com/search?q=El+relevo+generacional+en+la+iglesia+evang%C3%A9lica&sc (Último acceso, 29 mayo 2023).
[vii] Silverio Manuel Bello Valenzuela, Ética Pastoral Para el Ministro de Hoy: Editorial, ISUM, 2010.
[viii] Íbid.
El pastor Bello fue profesor y director del Instituto Bíblico Central de A. D. de R.D. en dos épocas diferentes. Ha sido profesor y director de dos generaciones de ministros, profesor del ISUM por más de 20 años. Ha ocupado cinco cargos en el Comité Ejecutivo, entre ellos, superintendente general. Junto a su esposa, pastorean en la zona universitaria de Santo Domingo, sus dos hijos y sus dos hijas trabajan en el ministerio a nivel nacional e internacional. Es autor de 17 libros.