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Matrimonio bíblico: un pacto sagrado y antídoto contra la sexualidad superficial contemporánea

Por publicado originalmente en CONOZCA edición 2025.2

Por Erick González Hernández

Introducción

En la actualidad, la sexualidad ha sido progresivamente desvinculada del compromiso y la fidelidad. La tendencia creciente hacia la cohabitación sin matrimonio y las relaciones efímeras ha debilitado el concepto de la unión conyugal como pacto sagrado. Las estadísticas revelan un aumento de las uniones libres y una disminución de las tasas de matrimonio en Latinoamérica y otras regiones del mundo.[i] Esta realidad desafía la visión bíblica del matrimonio como reflejo del amor de Cristo por su Iglesia (Ef.5:25-32).

Desde la cosmovisión bíblica y pentecostal, el matrimonio no es un mero contrato social, sino un pacto divino ordenado por Dios desde la creación (Gn.2:24) y reafirmado en el Nuevo Testamento (Mt.19:5, Mr.10:7-8, y Ef.5:31). Este artículo defiende la relevancia del matrimonio bíblico frente a una cultura que promueve la sexualidad desvinculada del compromiso, se destacan sus fundamentos teológicos, sus beneficios espirituales y sociales, y su papel como testimonio del evangelio.

El diseño divino del matrimonio: fundamento bíblico

La Biblia enseña que el matrimonio fue instituido por Dios en la creación: “Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne” (Gn.2:24). Este mandato establece una unidad integral (física, emocional y espiritual) que Jesús reafirma en Mateo 19:4-6, declara que “lo que Dios unió no debe ser separado por el hombre”.

El apóstol Pablo profundiza esta perspectiva al comparar el matrimonio con el misterio de Cristo y la Iglesia (Ef.5:31-32), resalta su carácter sagrado. Desde una perspectiva pentecostal, el matrimonio es también un espacio para la manifestación del Espíritu Santo en la vida diaria. Stanley Horton y French Arrington señalan que la obra del Espíritu no se limita a los dones carismáticos, sino que transforma las relaciones interpersonales, comeienzan por el hogar.[ii]

El desafío contemporáneo: sexualidad superficial y rechazo al compromiso

La sociedad actual, influenciada por la “revolución sexual”, promueve el placer inmediato y separa la sexualidad de la espiritualidad y del propósito divino del matrimonio.[iii] Este paradigma genera consecuencias evidentes: aumento de embarazos no deseados, proliferación de enfermedades de transmisión sexual y profundas carencias emocionales.

El apóstol Pablo advirtió sobre estas dinámicas al exhortar: “Huye de la fornicación… el que fornica contra su propio cuerpo peca” (1 Co.6:18). La visión bíblica, en contraste, presenta el matrimonio como el marco seguro y santo donde la sexualidad puede desarrollarse plenamente, se preserva la dignidad de la persona y se fortalece la comunión con Dios.

Beneficios espirituales, personales y comunitarios del matrimonio bíblico

El matrimonio no solo satisface una necesidad emocional de compañía (Gn.2:18), sino que provee un contexto de santificación como barrera contra la promiscuidad. Pablo afirma: “Pero a causa de las fornicaciones, cada uno tenga su propia mujer, y cada una tenga su propio marido” (1 Co.7:2). En el pensamiento pentecostal, la pureza sexual no se limita a la abstinencia, sino se sustenta en la obra del Espíritu Santo, quien da dominio propio y guía en la vida conyugal (Gá.5:16-25).

Diversos estudios confirman los beneficios del matrimonio estable: reducción de la depresión, mayor esperanza de vida y fortalecimiento del bienestar psicológico.[iv] Además, el matrimonio cristiano es un microcosmos del evangelio, donde el esposo ama sacrificialmente como Cristo y la esposa responde con respeto y apoyo mutuo (Ef.5:22-33). Así, esta unión ofrece un testimonio profético en medio de una sociedad marcada por la superficialidad sexual.

Perspectiva pentecostal: el matrimonio lleno del Espíritu

El pentecostalismo enseña que el Espíritu Santo no solo capacita para el ministerio, sino que transforma integralmente la vida del creyente, incluyendo el ámbito familiar. French Arrington subraya que el fruto del Espíritu (Gá.5:22-23) debe evidenciarse primeramente en el hogar; sin amor, gozo y dominio propio en el matrimonio, el testimonio cristiano pierde credibilidad.[v]

Las Asambleas de Dios sostienen que el matrimonio, como pacto divino, requiere dependencia constante del Espíritu Santo para perdonar, restaurar y criar hijos en el temor del Señor (Dt.6:6-7; Ef.6:4). Un matrimonio lleno del Espíritu se convierte en un baluarte contra la cultura del “placer sin compromiso”.

Conclusión

El matrimonio, lejos de ser una formalidad cultural, es un pacto sagrado instituido por Dios. Su propósito es reflejar el amor de Cristo, preservar la pureza y proveer un entorno de crecimiento mutuo. En una época donde la sexualidad se trivializa y el compromiso es visto como una carga, la visión bíblica y pentecostal del matrimonio se presenta como un camino de plenitud espiritual, emocional y social.

Defender y promover el matrimonio cristiano no solo es vital para la salud de la iglesia, sino también para el bienestar de la sociedad. Frente a la cultura contemporánea, el matrimonio cristiano constituye un testimonio vivo del evangelio: amor sacrificial, fidelidad permanente y comunión llena del Espíritu Santo.


Bibliografía

[i] Pew Research Center. “The Decline of Marriage and Rise of New Families”, 2020.

[ii] Arrington, French L. Christian Doctrine: A Pentecostal Perspective. Cleveland, TN: Pathway Press, 1992.

[iii] Yuan, Christopher. Holy Sexuality and the Gospel: Sex, Desire, and Relationships Shaped by God’s Grand Story. Colorado Springs: Multnomah, 2018.

[iv] Waite, Linda J., y Maggie Gallagher. The Case for Marriage: Why Married People Are Happier, Healthier, and Better Off Financially. New York: Broadway Books, 2000.

[v] Arrington.

Erick González Hernández

Erick González Hernández es Pastor en la ciudad de Guadalupe, Nuevo Leon en Mexico.Pertenece al Distrito Central del Concilio Nacional de las Asambleas de Dios en Mexico De profesión es Ingeniero en electromecanica, egresado del Instituto Tecnológico de nuevo Leon Es Licenciado en Teología por parte de ISUM Ha concluido su Diplomado en idiomas Bíblicos, bajo al Tutela de la Decana, Donna Bustos, y actualmente inicia sus estudios en la Facultad de Teología, con miras a una Maestría en Divinidades.


 
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1 Comentario  comments 

Una respuesta

  1. Carolina Piña

    Excelente artículo!

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