LA TIERRA NATAL DE SIDDHARTA GAUTANA (BUDA)
El punto culminante del globo, el Monte Everest con sus 8.880 metros, está en la tierra donde nació Buda. Hoy se llama Nepal. Este país incluye cinco cumbres adicionales que pasan de 8.000 metros sobre el nivel del mar. La Cordillera Himalaya pasa por el 90% del área nepalesa. El país limita con Tíbet, hoy una parte de China, al norte y con India al sur. La religión oficial es el hinduismo, siendo adherentes el 90% de los pobladores. Un 7% practican el budismo.
Nepal cuenta 382 kilómetros de carreteras pavimentadas y 103 kilómetros de línea de ferrocarril. Los dos medios principales de transporte lo proporcionan el elefante y el búfalo. El 91% de los 14,608.000 habitantes son analfabetos. Hay tres médicos por cada 100.000 personas.
Hasta hace poco el gobierno mantenía la nación totalmente cerrada al resto del mundo. Eso no era difícil debido a que el territorio es tan montañoso. Sin embargo, ha habido un cambio de actitud. Nepal fue admitido como miembro de las Naciones Unidas en el año 1955 y comienza a tener contactos limitados con uno que otro país.
No cuesta creer que la evangelización del país ha probado ser una tarea extremadamente dura. No hay libertad de culto. La constitución prohíbe que un hindú cambie de religión. El que hace confesión de su fe en Cristo se busca grandes problemas. No se sabe con exactitud cuántos núcleos de creyentes cristianos funcionan en Nepal, pero el número crece. En el año 1977 se sabía de 20 iglesias con un total de 127 miembros bautizados en agua. El denominacionalismo no existe puesto que la persecución une a todos los creyentes en lazos fuertes de comunión y edificación mutua. Quince pastores evangélicos fueron encarcelados el año pasado por el delito de bautizar en agua a los nuevos creyentes.
No hace mucho un obrero exhibía Biblias en una esquina cuando fue arrestado. La policía hizo investigaciones hasta dar con la oficina de la Sociedad Bíblica. Llevaron preso al director y confiscaron todas las Biblias que había allí.
Los que han conocido una cárcel nepalesa se erizan al saber que los quince pastores recibieron sentencias de siete años. Dicen que no hay necesidad de decretar una sentencia de muerte de parte de la oposición ya que el organismo físico no puede resistir los rigores de la prisión por más de un año.
Apoyemos en oración a nuestros abnegados hermanos nepaleses. Roguemos al Espíritu Santo que siga conmoviendo a aquellos que viven en tinieblas pero que preguntan acerca de Cristo y la salvación que él ofrece. Si la iglesia universal se pone a interceder por Nepal, las llamas del cristianismo vivo van a prender una gran conflagración espiritual que envolverá toda la nación de Nepal. Que así sea.