La comprensión de muchas de las costumbres de la gente de los tiempos bíblicos arroja más luz sobre algunos pasajes de la Biblia, lo que puede hacer un mayor impacto en nuestra vida.
Al estudiar algún pasaje que relata la muerte de una persona, lleva a la clase algunas tiras de una sabana vieja o de otra clase de tela. Varios rollos de gasa, si se consiguen sin costo considerable, se prestan para esto.
Pida a un estudiante pasar adelante para hacer el papel del muerto. Como el buen maestro se esfuerza para tener activos a todos los alumnos, sería una buena oportunidad para pedir a un tímido que pase, uno que nunca haya tomado parte activa ya que para este ejercicio no va a tener que hablar.
Luego pida a uno o dos que pasen para envolver al “muerto” con las tiras que usted llevó. Explique que los judíos ponían especies y compuestos entre las tiras mientras iban envolviendo el cadáver. Como nosotros no amortajamos un muerto de esta manera, esta demostración ayudará a los estudiantes a comprender mejor la costumbre antigua.
Aunque no alcancen las tiras para terminar de envolver al “muerto”, la idea se habrá captado. Termine la demostración poniendo una servilleta o toallita encima de la cabeza.
Ahora, pregunté a la clase cómo fue que el cuerpo de Cristo cuando él resucitó pudo escaparse de la mortaja sin desenvolver las tiras. Lo que vieron Juan y Pedro eran las tiras todavía envueltas y la servilleta doblada colocada en un lugar aparte.
Trate, también el caso de Lázaro. Pida que alguien explique por qué Cristo dio la orden de desatarlo y dejarlo salir.
Varias aplicaciones prácticas a la vida nuestra se pueden hacer de los problemas que resultaban de este sistema de amortajar los muertos.
Esta demostración es tan eficaz para adultos como para niños. Les ayudará a vivir la lección y hará que la clase sea más amena.