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¿Qué pasa con el “Tabernáculo de David”? (segunda parte)

Por publicado originalmente en CONOZCA edición 2002.1

por Jaime Mazurek B.

 

El Nuevo Comentario Bíblico afirma en su comentario sobre Amós 9:11-15:

El otro lado de los juicios discriminatorios de Dios se introduce ahora.  La primera característica es la restauración del reino davídico (v. 11-12). ‘Caido’.  Esto puede apuntar al cisma de las diez tribus del norte que desvirtuaron ampliamente toda la obra de David… v.12 ‘Edom’ La conquista total de Edom sólo fue lograda por David….  La amarga hostilidad de Edom contribuyó al uso de Edóm típica y escatológicamente como la figura de enemistad al pueblo de Dios que será vencido finalmente por el gran sucesor de David, el Mesías mismo. Así, aquí la posesión de Edom es una de las señales de la presencia del reino mesiánico.[1]

 

El Comentario Bíblico Beacon añade una observación muy interesante sobre la expresión “tabernáculo de David” en la profecía de Amós.

“No hay duda de que el tabernáculo de David se refiere al gobierno del Mesías.  Los judíos formaron con este pasaje un nombre para designar al Mesías: Felius cadentium,’El que brotó de una choza caída.’ “[2]    

Es un error interpretar la expresión de Amós “tabernáculo de David” como teniendo que ver con el culto y la adoración que David hizo en Jerusalén frente a la tienda contenedora del arca.  Amós usa la frase “choza” o “casa” caída de David, referente a su dinastía, en una expresión de esperanza de la venida del Mesías.

 

2.3.      Sobre las palabras de Jacobo en el Concilio de Jerusalén

En el año 49 d.C. se produjo en Jerusalén un gran concilio en que la iglesia llegó al pleno reconocimiento de la obra salvadora que Dios estaba realizando entre los gentiles por medio de la predicación del evangelio de Cristo.  Hasta entonces la mayoría de los creyentes eran judíos y la creencia de muchos era que ser judío era el pre-requisito para ser cristiano.  Sin embargo, Dios ya había revelado que sin necesidad de judaizar, los gentiles alcanzarían la salvación en Cristo, y ya muchos gentiles habían creído y fueron bautizados en agua y en el Espíritu sin ser circuncidados; pero algunos aun se resistían a aceptar esa verdad (Hechos 9:15; 10:9-48; 11:1-26).

Según la narración en Hechos 15, después de mucha discusión entre los evangelistas a los gentiles y los cristianos miembro de la secta de los fariseos, intervino Pedro en favor de el mensaje de Pablo y Bernabé.   Después de esto habló Jacobo, citando a la profecía de  Amós 9:11,12:

Varones hermanos, oídme.  Simón ha contado cómo Dios visitó por primera vez  a los gentiles, para tomar de el pueblo para su nombre.

Y con esto concuerdan las palabras de los profetas, como está escrito:  Después de esto volveré y reedificaré el tabernáculo de David, que está caido; y repararé sus ruinas, y lo volveré a levantar,

Para que el resto de los hombres busque al Señor, y todos los gentiles, sobre los cuales es invocado mi nombre, dice el Señor, que hace conocer todo esto desde los tiempos antiguos.

Para los de la escuela T.D., Jacobo en esta ocasión estaría citando a Amós 9:11 para señalar que los convertidos gentiles no tienen necesidad de seguir el orden de culto del tabernáculo de Moisés, pero sí debían adoptar al tabernáculo de David como el modelo divinamente señalado para el culto cristiano.[3]

Sin embargo, igual que con el pasaje de Amós 9, Conner incorrectamente piensa que esta expresión tiene que ver con la tienda de almacenamiento provisorio del arca del pacto, y desconoce que la expresión de Amós, citada por Jacobo, nuevamente cumple la función de ser una metáfora de el Mesías.

La Nueva Versión Internacional traduce Hechos 15:16,17 así:

Después de esto volveré y reedificaré la tienda caída de David.  Sus ruinas reedificaré y la restauraré,

para que el resto de los hombres busque al Señor, y todos los no judíos que llevan mi nombre, dice el Señor que hace estas cosas conocidas desde tiempos antiguos.

Hay que observar que la NVI no usa la palabra “tabernáculo” sino “tienda”.  La palabra griega empleada por Jacobo ahí es SKENE, que significa tienda, choza, o tabernáculo y es la expresión usada en la versión alejandrina que aparentemente Jacobo estaba citando.

Es interesante notar que Jacobo no menciona a Edom como lo hace Amós (Amós 9:12), sino a “el resto de los hombres”, expresión también hallada en la versión Septuaginta.

Sobre el significado de esta cita de Amós en el contexto de el Concilio de Jerusalén, Stanley Horton comenta:

Es evidente también que Jacobo tomó la reedificación del tabernáculo (tienda) caído de David como una profecía paralela a la que habla de que el Mesías surgiría como un renuevo o brote del trono de Isaí y de la raíz de David.  Aunque hubiera desaparecido la gloria de David y su reino hubiera caído, Dios levantaría al Mesías de entre los descendientes de David, y restauraría la esperanza, no sólo para Israel, sino para los gentiles que quisieran aceptar a ese Mesías de entre los descendientes de David, y restauraría la esperanza, no sólo para Israel, sino para los gentiles que quisieran aceptar a ese Mesías y convertirse en miembros del pueblo de Dios.  Esta era, como habían dicho los profetas, la obra del Señor que ha conocido todas estas cosas desde tiempos antiguos, esto es, desde el principio de los tiempos.[4]

El erudito A.T. Robertson concuerda con la opinión de Horton.   “El tabernáculo de David (ten skenen Daueid), es una figura poética del trono de David (2 S. 7:12), ‘que está caído’.”[5]

El Nuevo Comentario Bíblico también entiende así a las palabras de Jacobo.

“La profecía de la restauración de la casa de David y la extensión de su reino sobre los gentiles, se cumple ahora en que no sólo los judíos creyentes, sino muchos gentiles de muy lejos, han rendido sumisión al Hijo de David.”[6]

Jacobo cita las palabras de Amós no para tratar el asunto de la adoración que se le debe hacer a Dios, sino para reconocer que este había profetizado lo que estaban presenciando, la llegada de los gentiles a la redención de Dios, bajo el ministerio de el Mesías, descendido de David.

La exégesis nos indica que ni Amós ni Jacobo estaban preocupados por el volver a las danzas o a las vestimentas usadas en tiempos de David, ni para su día ni para el futuro.   Ambos hablaron de Cristo, del Mesías, esperanza para Amós, realidad en la vida de Jacobo.[7]    Cristo es “el tabernáculo de David.”

3.         LA ADORACIÓN DE LA IGLESIA NEOTESTAMENTARIA

¿El Consejo de Jerusalén hizo que las iglesias gentiles adoptaran formas judaicas de adoración y culto?  Para nada.  Todo lo contrario.  El resultado del Consejo fue que a las iglesias gentiles se les liberó de las obligaciones impuestas por algunos hasta entonces, de adoptar cultura judía para ser cristiano.

¿Y cómo fue la adoración de las iglesias del Nuevo Testamento?  Afortunadamente lo podemos saber porque han sobrevivido los textos de varios coros e himnos de esos días en las palabras de las epístolas inspiradas.  La respuesta breve es que fue una adoración Cristo-céntrica.

Algunos ejemplos de la alabanza que se hacía en el tiempo de los apóstoles son:

 

Dios fue manifestado en carne,

justificado en el Espíritu,

visto de los ángeles,

predicado a los gentiles,

creído en el mundo,

recibido arriba en gloria.  (I Timoteo 3:16)

Si somos muertos con él, también viviremos con él;

si sufrimos, también reinaremos con él;

si lo negamos, él también nos negará;

si somos infieles, él permanece fiel,

porque no puede negarse a sí mismo. (II Timoteo 2:11-13)

Él, siendo en forma de Dios,

no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse,

sino que se despojó a sí mismo,

tomó la forma de siervo

y se hizo semejante a los hombres.

Mas aún, hallándose en la condición de hombre,

se humilló a sí mismo,

haciéndose obediente hasta la muerte,

y muerte de cruz.

Por eso Dios también lo exaltó sobre todas las cosas

y le dio un nombre que es sobre todo nombre,

para que en el nombre de Jesús

se doble toda rodilla de los que están en los cielos, en la tierra y debajo de la tierra;

y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor,

para gloria de Dios Padre. (Filipenses 2:6-11)

El Cordero que fue inmolado

es digno de tomar el poder, las riquezas,

la sabiduría, la fortaleza,

la honra, la gloria y la alabanza. (Apocalipsis 5:12)

 

Sin excepción las alabanzas de los apóstoles fueron Cristo-céntricas.

La adoración neotestamentaria obviamente también preservaba muchas de las cosas de la adoración del Antiguo Testamento, incluyendo el cantar los salmos de David.  Sin embargo, iba más allá.  En el Nuevo Testamento el énfasis está en el papel que el Espíritu Santo juega en la alabanza.  Hay el cantar en lenguas (I Cor. 14:15), cosa absolutamente desconocida por David o cualquiera de los sacerdotes que le acompañaban en la alabanza.  No hay ningún énfasis puesto en el Nuevo Testamento en la danza, cosa que se destaca mucho en la escuela “tabernáculo de David.”

CONCLUSIONES

La Iglesia es la Iglesia de Cristo y su adoración debe centrarse en Cristo.  David tuvo una adoración que expresaba en lo máximo posible la devoción a Dios como se podía hacer en ese punto del desarrollo progresivo de la revelación.  Sin embargo, la Iglesia cristiana adora con la expresión de la fe iluminada por el conocimiento pleno de Cristo.  Es bueno cantar los salmos de David, pero limitar o destacar sobremanera a los salmos y a su contenido pre-cristiano sería confundir las prioridades que tenemos en Cristo.

La Iglesia de hoy necesita, como la Iglesia de cada generación, dar expresión de su amor y gratitud a Dios en la alabanza y la adoración.  David ha dejado un gran ejemplo y un cuerpo de salmos que han sido y siempre serán de bendición para todo el pueblo de Dios.  Sin embargo, no debemos mal entender el tiempo y el lugar de su adoración, como tampoco ignorar a la nuestra.

 

 

 

     [1]Guthrie, pag. 556.

     [2]Oscar F. Reed, et.al. Comentario Bíblico Beacon, tomo V, (Kansas City, Missouri: Casa Nazarena de Publicaciones, 1985), pag. 141.

     [3]Conner, pag. 54.

     [4]Stanley Horton, El Libro de los Hechos  (Miami: Editorial VIDA, 1983) p. 161.

     [5]Archibald T. Robertson.  Imágenes Verbales en el Nuevo Testamento  (Barcelona: CLIE, 1989), pag. 246.

     [6]Guthrie, p. 739

     [7]En el proceso de investigar este asunto no he hallado ni un solo comentario exegético que apoya la idea de que “el tabernáculo de David” tiene algo que ver con música, danza, adoración, o siquiera con cualquier cosa de los tiempos de David.

 

BIBLIOGRAFIA COMPENDIADA

 

Aland, Kurt, et.al.  The Greek New Testament.  New York: American Bible Society,  1975.

Anderson, Gordon.  Teología El Reino Ahora – Apreciación de sus raices y ramificaciones  Springfield: Facultad de Teología de las Asambleas de Dios,  1990.

Barclay, William.  Daily Bible Studies Series – Acts.  Grand Rapids: Eerdmans, 1975.

Bruce, F. F.   Commentary on the Book of Acts.  Grand Rapids:  Eerdmans, 1973.

Conners, Kevin.  The Tabernacle of David.  Portland: Bible Temple Press, 1976.

Diccionario Bíblico Ilustrado.  Barcelona: CLIE, 1985.

Doctrinas del Reino Ahora que difieren de la enseñanza de las Asambleas de

Dios  Springfield: Gospel Publishing House – traducido por la Facultad de Teología de las Asambleas de Dios,  1995.

Edersheim, Alfred.  Old Testament Bible History. Grand Rapids: Eerdmans, 1980.

Girdlestone, Robert Baker.  Sinónimos del Antiguo Testamento.  Barcelona: CLIE, 1986.

Guthrie, Donald, et.al.   Nuevo Comentario Bíblico.  El Paso: Casa Bautista de Publicaciones, 1989.

Harrison, Everett F., Ed. Comentario Bíblico Moody.  El Paso: Casa Bautista de Publicaciones, 1987.

Horton, Stanley.  El Libro de los Hechos   Miami: Editorial VIDA, 1983.

Kittle, Joseph.  Theological Dictionary of the New Testament

Robertson, Archibald Thomas.  Imágenes verbales en el Nuevo Testamento. Barcelona: CLIE,  1990.

Sanchez, Eduardo.  El Camino de la Adoración.  Bogotá: Publicación del Autor, 1995.

Stamps, Donald C., Editor.  Biblia de Estudio Pentecostal.  Miami: Vida, 1991.

Wood, George O.  “Kingdom Now and missions.”  Mountain Movers,  Springfield: Division of Foreign Missions, junio de 1988.

Jaime Mazurek B.


 
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Comentarios: 2

  1. EBV

    “…hablando entre vosotros con salmos, con himnos y cánticos espirituales, cantando y alabando al Señor en vuestros corazones; dando siempre gracias por todo al Dios y Padre, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo”. Efesios 5:19

    “La palabra de Cristo more en abundancia en vosotros, enseñándoos y exhortándoos unos a otros en toda sabiduría, cantando con gracia en vuestros corazones al Señor con salmos e himnos y cánticos espirituales”. Colosenses 3:16

  2. Samuel

    Muy buena enseñanza, me ha librado de un gran error doctrinal en mi vida.
    Gracias Hermano Jaime

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