Por Lesbia Olivares G.
“Y vosotros sois labranza de Dios”
—San Pablo
Árame Tú, Señor, con la Palabra
Súrcame el corazón con ese arado,
y deja que la reja y la cuchilla
corten lo que no sea de tu agrado.
Árame Tú, Señor. Y mientras aras
hazme entender, qué esperas de mi prado
nueva recolección, que en abundancia
comparta sus graneros atestados.
Saca dulzura, suavidad, fragancia,
del gesto adusto, del carácter agrio;
las expresiones fuertes que lastiman…
las palabras de estoque, las de enfado
Las piedras del mirar indiferente
que impiden el crecer de tu amor santo,
y el rencor, que por duro e inclemente,
a que ahonde la raíz, se opone tanto…
para que en tierra floja se convierta
el corazón, herido o magullado…
y en campo blanco, para la cosecha
del fruto de tu Espíritu sagrado
La cubana Lesbia Olivares fue maestra de Instituto Bíblico y pastora. Sufrió grandes impedimentos físicos. Ya pasó a recibir su galardón.